Los días siguientes no mejoraron viernes no fue la excepción, Sara no pudo acompañarme, solo estábamos Luccas y yo para mí desgracia esa tarde no solo me mareé sino también, me desvanecí hasta caer en el piso, Lucca me ayudó a ir hasta las bancas.
— Barbi creo que lo mejor es que dejes de entrenar, entiendo que necesitas estar en forma pero lejos de lograrlo vas a empeorar — dijo y en su voz demostraba preocupación.
— Es que si no lo logro no me van a permitir competir — dije rompiendo en llanto.
— Porqué no intentas apegarte a tu régimen nutricional y solo haces cardio, pero definitivamente seguir practicando no te va a permitir mejorar — acaricio mi cabeza en consuelo, limpie mi cara y me levanté intentando respirar profundo, una voz desde fuera de las canchas llamó a Luccas por su nombre y era Rob, su hermano.
— Ya terminé ¿Te vienes conmigo? — le preguntó luego de saludarme, yo le respondí el saludo y empecé a recoger mis cosas, sabía que si estaba Rob, era cuestión de tiempo que apareciera Abbel. Luccas me miró y yo asentí.
— ¿Quieres que te llevemos? — preguntó y dudé por unos segundos pero luego me negué así que preferí pedir un taxi. Mientras lo esperaba ocurrió aquello que temía, Abbel se acercó a donde yo estaba, respiré profundo.
— Llevo dos semanas intentando saber de ti — me reprochó. Su cara estaba roja, su ceño fruncido, intenté ignorarlo y continuar mirando hacia la calle donde se suponía que llegaría mi taxi. — Barbara te estoy hablando — me tomó del brazo para llamar mi atención pero con un movimiento agresivo no solo zafe mi brazo de su mano, sino qué también, le dí una bofetada, él se quedó helado.
— No te atrevas a tocarme — dije apuntando lo con mi dedo — no tengo nada que hablar contigo, nada — dije intentando contener mi enojo.
—Barbara eso no fue así — dijo pasando su mano por su cabello, sentí como mi sangre empezaba a hervir.
—¡Ah! ¿No? — exclamé — y entonces ¿Cómo? Dime, por favor, explícame cómo — él caminó unos pasos ida y vuelta para calmarse, al cabo de unos segundos sin hablar mi ira explotó — ¡Vamos Abbel! — lo incentive gritando — quiero escuchar que maldita excusa tienes para justificar tu traición.
—Yo no te traicioné, amor — se apresuró a decir.
— ¿No? Y ¿que significa besarse con otra persona para ti? ¿Que significa salir con alguien más? ¿Que significa estar abrazado con otra persona? — a medida que hablaba mi tono de voz se elevaba — sí no es traición dime ¿Que es Abbel? ¿Que significa que la persona que amas se besé con otra persona cuando tú no estás? — le grité y mis lágrimas invadieron mis ojos.
— Amor solo fue por el momento, no hubo un contexto amoroso detrás de ese beso, solo fue una borrachera — dijo bajando la cabeza, no puede evitar mirarlo con desprecio.
— ¿Por qué? ¿Por qué a mí, Abbel? — pregunté ignorando lo y rompiendo en llanto — ¿Por qué me hiciste creer que me amabas sí habías hecho ésto? — respiré intentando calmarme
— Amor yo de verdad te amo, yo de — intentó decir antes de que lo interrumpiera un empujón de mi parte.
— ¡Eres un cínico! — grité mientras lo miraba enojada y con desprecio.
— Es la verdad, Barbara, yo no jugué contigo, siempre he sido sincero con respecto a mis sentimientos — negué con mi cabeza intentando no escucharlo.
— Ya, ya, ya — lo detuve — ya pasó.
— Barbara — dijo dando un paso hacia mí yo retrocedí negando con mi cabeza.
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Las chicas Biancci (TERMINADA)
Fiksi RemajaLas mejores historias de amor siempre se presentan entre las personas que no pueden estar juntas. Pero ¿Qué tan lejos pueden llegar dos personas con todos los pronósticos en contra? Barbara quién no conocía los límites ni mucho menos el control, con...