Mi semana estuvo estupenda el lunes tuve clases todo el día y finalmente en la tarde pude dormir todo lo que el fin de semana no pude, lo que hizo que se rejuveneciera todo mi ser, el martes fue un día terrible, mi entrenador me hizo jugar todo lo que no había jugado días atrás por andar distraída y Abbel... Mi hermoso Abbel fue por mi luego de la práctica, fuimos a un café y había prometido llevarme de nuevo al club sin embargo, no fue así ya que me llevó a su Loft.
— Oye me engañaste... — proteste mientras subíamos por el ascensor.
— No te engañe, te llevaré al club solo que yo no especifiqué cuando te llevaría — dijo abrazándome y depositando un beso en mi cien.
— Ocultaste información — continúe y él solo río.
— Es solo un rato y luego te llevo además debo darte algo importante que en el café no podía darte — dijo mientras abría la puerta del Loft.
— ¿Qué? ¿Qué es? ¿Por qué no me habías dicho? — lo ataque a preguntas mientras estábamos entrando, me gustan las sorpresas pero odio la ansiedad que me da no saber que es...
— Ya lo vas a ver cálmate — me dijo mientras me arrastraba de la mano en dirección a las escaleras.
En la sala no solo estaba Danny sino también otros 3 chicos más que estaban jugando videojuegos, los saludamos y ellos igual a nosotros aunque pronto los dejamos atrás ya que empezamos a subir las escaleras, al llegar a la puerta de su cuarto se puso detrás de mí y tapó mis ojos, escuche que abrió la puerta y me ayudó a entrar ya que no podía ver nada, unos pasos después nos detuvimos
— ¿Lista? — preguntó y yo asentí con mi cabeza, él quitó su mano de mis ojos y yo no podía creer lo que veía.
— ¿Para mí? — volteé a verlo y pregunté, su cara tenía una sonrisa enorme dibujada en los labios.
— Si, Feliz Cumpleaños, amor — dijo dándome un beso en los labios — sé que fue el viernes pero estábamos peleados así que quise compensar un poco todo lo mal que hice esos días — mis ojos brillaron de felicidad al escucharlo me sentía que estaba soñando que aún estaba dormida.
La cama estaba toda decorada con pétalos y en el centro había un oso enorme que ocupaba la mitad de la cama, en su brazo tenía amarrado un globo que estaba flotando y decía feliz cumpleaños, por último, entre sus patitas tenía una bolsa de tienda color negra, me senté en la cama absorta en la sorpresa y en el tamaño del oso, tomé la bolsa para quitarla de entre sus patas y finalmente me tiré encima y lo abracé... Al oso; él soltó una carcajada desde su lugar. Se sentía muy suave, acolchado y aterciopelado como estar sobre una sube.
— Como no estamos juntos a diario, él te hará compañía mientras yo no esté, te falta algo más— dijo señalando la bolsa, asentí con mi cabeza y tomé nuevamente la bolsa y la abrí, tenía una caja un poco más grande que mi mano desate el nudo y la abrí, una sonrisa se dibujó en mis labios al verlo.
— ¡Me encanta! Está hermosa — era una cadena de oro tenía un dije en forma de círculo aplanado, el círculo era una piedra blanca preciosa que en el centro tenía la letra B de mi inicial grabada en oro igual.
— Debes voltearla — dijo sentándose a mi lado, tomé la cadena y la retiré de la caja, sostuve el dije en mis manos y le di vuelta, en la parte de atrás la piedra tenía un diminuto grabado que decía "siempre mía", reí al ver la frase recordé que en vez de pedirme que fuese su novia me preguntó si quería "ser de él" — espero te guste.
— Así es, me encanta — dije mirándolo a los ojos, él tomó la cadena de mi mano la abrió y me ayudó a colocarla, me dio un beso en el cuello una vez que lo logró.
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Las chicas Biancci (TERMINADA)
Teen FictionLas mejores historias de amor siempre se presentan entre las personas que no pueden estar juntas. Pero ¿Qué tan lejos pueden llegar dos personas con todos los pronósticos en contra? Barbara quién no conocía los límites ni mucho menos el control, con...