Poco faltaba para el amanecer y de hecho ya se habían ido casi todos, yo tenía una manta cubriendo me, estábamos todos tirados en los puff del jardín, yo compartía el mío con Jessica y frente de nosotras estaba Abbel, ya incluso se habían ido Ángel y su novia, Daniel estaba fumando un cigarrillo de marihuana el cual compartía con Sara, y Rob y su novio igual compartían un mismo puff. Abbel y yo intercambiábamos miradas de vez en cuando, él me dedicaba sonrisas e igual besos.
— Deberíamos irnos a la playa — propuso Daniel. Rob y Sara le aplaudieron la idea.
— No, estamos muy ebrios para manejar — dijo Abbel.
— Hermano no seas aguafiestas, siempre lo hacíamos en la universidad ¿Te acuerdas? — le reprochó Daniel en respuesta y tanto Abbel como Rob se rieron.
— Sería una buena forma de terminar mi cumpleaños — dijo Sara sentándose derecha en su puff, Abbel me miró y yo me encogí de hombros. En coro Daniel, Rob y Sara empezaron a decir "vamos" continuamente y a ese coro se le unió Pablo, el novio de Rob, y Jessica; yo me reí y fui la ultima en unirme al coro.
— Bien, bien, vamos yo doy la casa — dijo Abbel poniéndose de pies.
Todos festejamos, yo lo miré y mordí mi labio inferior para disimular mi sonrisa. Agarramos trajes de baño del closet de Sara y algo para cambiarnos mientras los chicos nos esperaban en los carros, le dejamos una nota a nuestros tíos, de hecho fue Sara quien la escribió diciéndole que unos amigos nos habían invitado a la playa que volvíamos en la tarde y que nos cubrieran, porqué si, mis tíos solían cubrirnos también. Jessica nos traicionó y decidió irse en el carro con Roberto y Pablo porque alegaba que prefería ser un mal tercio que un mal quinteto.
Sí al igual que yo ella también sospechaba de las intenciones de Sara y Danny, todos reímos ante su traición e incluso Daniel la molestó diciendo "que llamen a Luccas". Durante el camino íbamos hablando de cualquier cosa, hasta nos detuvimos antes de salir de la ciudad para comprar cafés y fue cuando pude volver a ser novia explícita de Abbel, el cambio después que salimos de la casa fue de 180 grados, mientras manejaba no me soltaba la mano, de hecho, metía los cambios con mi mano sostenida. Los de atrás iban con un desorden terrible, se reían estruendosamente, hacían chistes y hasta se pusieron a jugar piedra, papel o tijera, Abbel y yo nos reímos de sus tonterías.
Yo no dejaba de hablarle a Abbel con el afán de que no le diera sueño aunque quien realmente se iba durmiendo era yo. Me despertó Abbel dándome un beso en mi mano, abrí mis ojos y vi como salía el sol desde el borde donde se unían el cielo y el mar, luego lo miré a él quien sonreía apreté su mano y dejé reposar mi cabeza en su hombro y él depositó un beso en mi cabeza.
— Gracias — le dije por haberme despertado y regalarme esta maravillosa vista.
Él bajo los vidrios y el olor a mar invadió mis pulmones saqué mi mano derecha intentando atrapar el viento. Preferí quedarme despierta todo el camino para poder disfrutar de ese momento, cuando entramos al pueblo decidimos buscar un lugar para comer, así qué llegamos a un lugar bastante sencillo a la orilla de la calle y nos bajamos, buscamos mesas y pedimos algo de comer, Jessica y yo no encontrábamos que pedir ya que a ser sincera nunca nos habíamos quedado a comer en un lugar así, por supuesto no perdieron tiempo para hacernos bromas.
— Sin fresearse, Maricarmen — dijo Daniel desde su silla.
— Que traigan el menú de langostas y mariscos por favor — se le unió Roberto y nosotras empezamos a reírnos, Sara pidió algo por nosotras y nos dijo que confiáramos en ella, Abbel no paraba de reírse por cada comentario nuevo que hacia Daniel.
— Me empiezas a caer mal, Abbel — le dijo Jessica quién estaba del otro lado de él, a lo qué Abbel respondió con una carcajada y seguido de un beso en su cabeza.
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Las chicas Biancci (TERMINADA)
Ficção AdolescenteLas mejores historias de amor siempre se presentan entre las personas que no pueden estar juntas. Pero ¿Qué tan lejos pueden llegar dos personas con todos los pronósticos en contra? Barbara quién no conocía los límites ni mucho menos el control, con...