CAPITULO 11. Segundo Round

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Fuimos a un lugar llamado La Colonia Tovar, es un pueblo a unas horas de mi ciudad de hecho eran a 7 horas, es un lugar muy frío pero lindo, es tranquilo y fue donde mi madre pasó parte de su infancia. Durante el fin de semana fuimos de paseo, comimos e hicimos cosas aburridas, ya por fin el domingo luego del almuerzo nos regresamos, cuando llegué a la casa estaba cansadísima así que me quedé dormida cuando desperté ya era de madrugada vi mi celular y tenía algunas llamadas perdidas de Abbel no sabía si regresarle las llamadas ya que eran las 3 am, solo le escribí mensajes explicándole que me dormí, vacilé un poco más cuando me volví a quedar dormida.

Mi alarma sonó y con eso mi semana empezó mi lunes estuvo súper aburrido, el martes fui al cole y luego fui a prácticas de tenis y como no tenía nada más que hacer le marqué a Abbel.

— Hola — hablé apenas me percaté que respondió

— Hola hermosa, ¿cómo estás? — respondió, las cosas entre nosotros iban bastante bien.

— Bien, muy bien gracias... oye te llamo para saber si estas ocupado — pregunté.

— Eh no, no lo estoy, de hecho, estoy en mi depa hoy me desocupe temprano —dijo y eso alegró mi día .

— ¿Está bien si paso por allá? Solo un rato — pregunté

— Seguro... ¿Quieres que vaya por ti? — pregunto de manera educada.

— No, yo voy, espérame... — dicho esto nos despedimos.

Salí para allá en taxi cuando llegué estaba sólo, nos pusimos a conversar lo que se nos daba bien, luego hicimos palomitas y empezamos a ver una peli en la sala de su Loft era una película de acción las cuales no me gustan mucho pero él estaba entusiasmado por verla y hasta que terminó me habló.

— ¿Te gusto? — preguntó entusiasmado.

— Sí, mucho — intenté sonar igual de entusiasmada que él

— No se te da tanto mentir, se nota en tu cara que no — «que bueno que crea eso» pensé, me reí ante la idea y dejé el tazón de palomitas que estaba casi vacío a un lado.

— Bueno me gustó verla contigo — me puse de rodillas en el sofá, él se acomodó y me trepé sobre de él — y me gustó verte entusiasmado por la película, aunque fuese malísima.

— ¡Oye! No estuvo mala — me sostuvo con ambas manos de cada lado de la cadera.

— Si lo estuvo, sinceramente lo digo pero no te sientas mal, lo disfruté — dije y le di un besó en los labios el cual él respondió.

Cuando me iba a separar se pegó más a mí y continuamos besándonos, su lengua empezó a explorar mi boca pero terminó el besó apasionado en un beso simple.

— Eres sumamente irresistible ¿te lo habían dicho? — dijo apenas se separó de mis labios.

— No, pero puedes volverlo a decir y ya serían dos veces que me lo hayan dicho — él sonrió y me dio un beso en los labios.

— Me gustas... —me confesó, estoy muy segura que mi cara pasó de ser pálida a tener un color rojo carmesí.

— No me lo habías dicho antes — respondí.

— Estoy seguro de que sí... y si no, te lo digo ahora — lo dijo mientras miraba mis labios y depositó un beso en ellos.

— Oye... — empecé — hay algo que ronda mi mente... — pausé pasado unos segundos sin hablar intentando conseguir Las palabras adecuada, pero él se adelantó a preguntar.

— ¿Qué es eso que ronda tu mente? — vacilé un poco más antes de responder, no quería sonar desesperada.

— Es que... no sé qué somos tu y yo... es eso — se dibujó en su cara una sonrisa enorme.

Las chicas Biancci (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora