CAPITULO 53. VA DE NUEZ...

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Durante la semana fue muy gracioso y doloroso las chicas solían nalguearme eso era algo que normalmente hacían para saludar, despedirse o solo por molestar así que representaba solo un indefenso juego pero para mí se había convertido en una tortura, literalmente en cinco días había gastado todo el tubo de crema que Abbel había comprado, lo bueno es que para el quinto día ya estaba cicatrizado y lo que era rojo solo estaba morado en algunas partes, Abbel me regaño el sábado siguiente que pasé con él.

- Amor no te hagas, sabes que te gustó - dije mientras le coqueteaba, estábamos en el balcón.

- Sí pero mira todo lo que te ha costado que se borre - me reprochó y yo me encogí de hombros.

- Ah si, pero de todos modos nadie me ve como para que eso sea un problema - lo tranquilicé, él solo rodó sus ojos.

A partir de esa última vez que habíamos estado juntos nuestra relación fue completamente diferente, parece que dio un brinco cuántico y es que en mí cambió algo, sentía la necesidad de replicar ese momento me gustó el placer que vi en la cara de Abbel, me gustó lo que yo sentí y no sé sí me estaba volviendo loca pero me había encantado que Abbel me haya azotado y aunque no lo habláramos sé que a él igual, solo que no sabía cómo proponerlo. Abbel y yo nos veíamos por lo menos dos veces a la semana y como dos adictos nos comíamos, la verdad me sentía feliz, había vuelto igual a mis prácticas y creo que el sexo más los ejercicios me ayudaron a que mi condición física no estuviera tan deplorable; tan bueno fue que mi entrenador me felicitó y aunque aun debía seguir mi dieta, el estado de mis plaquetas ya no era tan deplorable.

Abbel me seguía castigando al usar esos malditos preservativos por lo que para esa semana saqué cita con la doctora, el día que me correspondía ir Abbel pasó por mí e iba todo el camino riendo y haciéndome burlas al respecto, sé aunque no lo admitiera que él igual estaba feliz de que finalmente me colocarán mi inyección.

Tuvimos unos que otros problemas ese mes, la verdad es que mis celos se repotenciaron y es que cuando veía que una mujer se le acercaba se me venían las imágenes de él bailando con otra, la imagen de aquel brasier rojo y todo el drama por el que habíamos pasado. Un día salimos todos a un bar, fue una de las tantas veces que discutimos...

- Barbara ya cálmate - me regañó mientras yo respiraba de manera agitada.

- Me calmara sí ella se fuera - le grité pero mi enojo y la embriaguez no me dejaban hablar con claridad.

- Barbara ¿como le voy a pedir que se vaya? Es además de una muy querida colega, una gran amiga de la universidad, solo estábamos hablando de nuestros trabajos - me explicó calmado.

Estábamos a unos metros de la entrada de la puerta de un bar al que habíamos ido con sus amigos e incluso nos acompaño Sara y Jessica pero resulta que durante la noche Abbel y Daniel se encontraron con esa mujercita.

- Pues si es muy querida andate con ella - le grité una vez más, él se acercó a mi y levantó mi cara, su ceño estaba fruncido y su cara mostraba enojo.

- Quiero que ya dejes ese maldito tema a un lado, que te calmes para que podamos entrar y sí se te ocurre una vez más discutir me o intentar pelear, te voy a sacar del lugar, nos vamos a ir y no te voy a llevar por una muy larga temporada a las salidas con nosotros - amenazó con voz tensa y tono elevado, mi respiración no solo se agitó más sino que también empezó a entrecortarse - ¿me expliqué? - inquirió por lo que empecé a llorar.

Él respiró profundo y me abrazó, poco después entramos al lugar y me reuní con las chicas con quiénes terminé la velada al igual que con Rob que pasó el rato hablando y bromeando con nosotras, veía con el rabillo de mi ojo a Abbel quien me miraba a cada rato y en efecto, se había distanciado unos pasos de esa mujer, aún así, seguían hablando y bromeando con ella. Al final de la noche él aún estaba molesto así que iba sin decir ni una palabra durante todo el camino, luego que llegó a la casa de Jessy nos bajamos del carro sin decir ni una palabra y cuando entramos a la casa él arrancó.

Las chicas Biancci (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora