Él rápidamente se separó de mí, cerró mis piernas y dio la espalda al sujeto para subir su cremallera, yo baje mi vestido al mismo tiempo de que le lancé una mirada fulminante al sujeto, me di cuenta que era el mismo que estaba al lado de éste chico, luego él volteó y me lanzo una mirada.
— Es de ¿ustedes? — Preguntó su amigo refiriéndose al cigarro.
— Sí, puedes cogerlo si quieres — respondió este otro aclarándose la garganta.
Su amigo estaba haciendo aquello por lo que vino y por lo que vi era buscar unos vasos, tomó el cigarro y lo guardó en su bolsillo mientras se dibuja en su cara una sonrisa de satisfacción que no sé sí era por haber conseguido un cigarro de mota gratis o por lo que había visto.
—¡Oh gracias! — lo dijo en tono cantarín y mientras salía nuevamente de la cocina dijo — el cuarto de Rob está abierto, nadie dormirá allá — expresó estas palabras con cierto tono de complicidad.
Por su comentario supuse que se turnarán y se ayudarán para darles placer a sus conquistas ¡como sea! dicho esto salió de la cocina sin más. Mi corazón aún latía a mil por horas, mi respiración era agitada y ésta vez sentía como mi cara estaba encendida en fuego, sentía un calor salir de mis poros como si fuese humo de ferrocarril, él se volteo a verme una vez mas.
—Discúlpame yo no me esperé que entrara, bueno no es el mejor lugar yo... — hablaba cortando sus propias palabras, su tono era otra vez más tranquilo pero en su cara se veía la vergüenza.
— No pasa nada — le interrumpí, él paso sus manos por su cara.
— Qui-quieres ir al baño? — preguntó.
Creo que no pensó bien la pregunta porque sacudió su cabeza en señal de reprobación
— ¡Digo! para ducharte o arreglarte, eh te muestro donde esta — yo no pude evitar soltar una carcajada.
No podía creer que estaba hecho todo un lío y hasta enredado se veía hermoso y sexy, ante mi carcajada paso su mano por su cabello y esbozo una sonrisa tímida.
— Porque no mejor me muestras donde está el cuarto de ese tal Rob — dije sin más.
No podía creer que me había atrevido a tanto, creo que él tampoco porque abrió sus ojos como dos platos, pestañeo dos veces y entre abrió su boca
— ¡Digo! sí gustas terminar lo que empezamos — dicho estas palabras su sonrisa pícara se dibujó de lado a lado de su cara, era perfecta.
— Eres una caja de sorpresas ¿donde estuviste toda mi vida? — dijo mientras reía.
Pasó su mano por mi cintura y con un mínimo esfuerzo me bajó de la silla mientras lo hacía me besó y luego me llevó al famoso cuarto del tal Rob, era verdad estaba solo el cuarto y abierto, entramos él cerro la puerta y empezó a quitarme la ropa, bajó los tiros de mi vestido lentamente, luego la cremallera y dejó que cayera al suelo, solo me observó de arriba abajo yo no pude evitar sonrojarme, camino un poco rodeándome como si yo fuese una obra de arte y él un espectador se detuvo cuando estuvo detrás de mi, paso su mano por mis nalgas y en un infinito roce la llevó hacia mi abdomen.
Él me atrajo hacia él y pude sentir como mis nalgas rozaban su erección, beso mi cuello, lo mordió, acariciaba mi abdomen, mi sexo mientras que yo solo no podía ni moverme de tanto placer, jamás había sentido algo igual, suplique que me comiera de nuevo y como si me hubiera leído la mente, me botó en la cama, bajó mi calzón y sin más comenzó a embestirme. Ya llevaba un buen rato embistiéndome cuando de momento mientras lo hacia, yo hice un movimiento en particular que hizo que él abriera sus ojos mostrando sorpresa e incredulidad, la verdad es que yo solo moví mi cintura hacia arriba y por inercia mi cadera se movió para abajo; lo hice porque me invadió una sensación de dolor y cosquilleo pero no me imaginé que le causará tanta sorpresa.
![](https://img.wattpad.com/cover/374440804-288-k788092.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Las chicas Biancci (TERMINADA)
Teen FictionLas mejores historias de amor siempre se presentan entre las personas que no pueden estar juntas. Pero ¿Qué tan lejos pueden llegar dos personas con todos los pronósticos en contra? Barbara quién no conocía los límites ni mucho menos el control, con...