CAPITULO 43. Cronicas de un engaño.

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El jueves Abbel solo pasó a dejarme el libro y a darme un beso ya que debía regresarse a estudiar, se le veía cansado y estresado, sin retenerlo mucho tiempo dejé que se fuera. Mi día realmente estuvo tranquilo, toda la semana de hecho, a tal punto que en la tarde del viernes mi padre y yo nos cruzamos en la cocina y me dijo "aun sigues aquí", lo miré asombrada y solo pensé «es mi papá» me encogí de hombros y le respondí "¿y donde mas pretendes que esté?". sin embargo, Hoy es el cumpleaños de Luis por lo que le prometí a las chicas que iría a la fiesta, andan enojadas porque me dicen que cambie a todo mi grupo de amigos por Abbel y no se alejaban de la realidad pero es que amaba tanto poder estar con él, disfrutaba de su compañía, de su amor, de nuestra intimidad y como solo usándolas de excusa puedo verlo pues me valgo de eso.

En la noche me fui con las chicas hoy había decidido arreglarme bastante bien por lo que usé un vestido negro ajustado a media pierna, me dio por usar un lazo en la parte de atrás de mi cabello, sandalias altas de tiras, maquillaje y mi perfume favorito. Jessy y Sara estaban felices cuando llegue a casa de Luis, de hecho, para celebrar las tres nos tomamos un shot y así inicio mi noche, estábamos bailando y tomando entre nosotras mismas por momentos Luis se acercaba a nosotras y Sara y yo nos hacíamos a un lado para que Jessy pudiera quedarse con él. Avanzada la noche y ya entrando la media noche acompañé a Sara al baño y vi que tenia llamadas perdidas de Abbel, cuando ya salimos de ahí aproveché en salir y devolverle la llamada.

— ¿Donde estas? — preguntó Abbel apenas respondió.

— Hola mi amor — salude ignorando su pregunta, solo escuche un "uhmm" del otro lado de la llamada — estoy en la fiesta de cumpleaños de unos amigos — le explique sabiendo que eso esperaba.

— Mándame tu ubicación y voy por ti — ordenó Abbel y puse mis ojos en blanco, si verdaderamente es igual a mi padre ¿será coincidencia?

— Amor no — me quejé — calma estoy con mis amigos en algo sano — le expliqué.

— Pero pensé que nos veríamos — habló mas tranquilo — los chicos nos reunimos hoy a celebrar el éxito del examen y creí que vendrías — se justifico.

— Y si iré, claro que iré contigo pero en un rato mas voy — me adelante, sabiendo que no podía dejar que Abbel viniese por el ultimo suceso con Max — solo pasaré un rato mas con las chicas para que no se enojen — solo escuche un suspiro del otro lado del teléfono.

Luego de calmarlo nos despedimos. Tuvo que pasar como una horas mas para poderme zafar sin que las chicas se dieran cuenta o se enojaran, pedí un taxi y fui hasta la casa de Rob que era donde estaban ellos. Ya era la 1 am cuando llegué, en la casa estaban solo los chicos con sus conquistas y uno que otro amigo más entonces noté que si era algo tranquilo, Abbel salio a recibirme y apretó sus labios cuando me vio.

—Amor — dijo acercándose a mi.

Me dio un abrazo el cual se extendió por algunos segundos antes de separarse de mi, dejó resbalar sus manos desde mi espalda hasta mis glúteos los cuales apretó y el movimiento hizo que me pegara mas a él, le di un beso y él lo respondió.

— ¿mas tranquilo? — pregunté y él asintió.

Antes de separar sus manos de mis nalgas me bajo el vestido lo cual me dio risa porque no bajaba más, me tomó de la mano y caminamos dentro de la casa, una vez con el grupo, los chicos empezaron a reclamarle por haberse atrevido a sacarme de mi fiesta, él le respondía igual con grosería y yo solo reía al respecto.

— Tu, niña — señaló Daniel con cierta ebriedad en su tono de voz y apuntándome con su dedo al momento que entraba con dos bebidas y me ofrecía una la cual acepté — ya no solo tienes una perra — dijo refiriéndose a Abbel — ahora tienes tres — concluyó señalándose al igual que a Ángel y a Abbel, yo me sonreí y Abbel me abrazo desde su silla.

Las chicas Biancci (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora