CAPITULO 32. Un par de mentirosos.

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— ¿A dónde vas? — preguntó Danny quien se dispuso a entrar cuándo miró a un lado y notó que yo estaba abrió su boca en señal de asombro — ¡son unos perros mentirosos! — exclamó entrando a él lo siguió Angel, "smile" y Rob fue él ultimo que entró y soltó una carcajada apenas comprobó que eramos nosotros, todos traían unas bolsas — vengan a comer mentirosos — dijo enseguida y yo miré a Abbel quién se encogió de hombros y me lanzó una sonrisa torcida, me acerqué un poco más a él ignorando a los chicos.

— Puedo decir que solo vine un momento — le susurré para aliviar cualquier incomodidad que le generé lo que acababa de suceder.

— Eehh no pasa nada — dijo tranquilo colocando su mano en mi mejilla — de todos modos ya lo sospechaban — lo mire sorprendida y el me guiño el ojo — ¿quieres comer aquí o seguimos el plan? — me preguntó y yo me encogí de hombros cualquiera de las dos opciones eran aceptables.

— Vengan — llamaron una vez más pero está vez fue Smile quien además agregó un comentario de broma — al cabo que ni nos importaba saber — se encogía de hombros mientras lo decía.

Reí mientras caminábamos hacia la mesa, compraron comida china la cual disfrutaba bastante comer, Abbel me sirvió una gran porción y lo mire con mis ojos muy abiertos "come" de lo único que dijo al respecto.

— A propósito, me debes — le dijo Angel a Danny quien hizo un sonido de reprobación y cuando finalmente tragó el bocado de comida que masticaba dijo:

—¿Que? Sí no ganaste, gané yo — empezaron a discutir.

— Yo dije que volverían — alegó Ángel.

— Si pero dijiste que no tardarían más de dos semanas y yo dije que tardarían un mes, así que yo gané — protestó Daniel.

Yo les lance una mirada de reprobación y solo escuchaba como Abbel se reía.

— Ni al caso ya pasó más de un mes — Dijo "smile" para que esos dos dejarán de pelear.

— Si saben que volvieron a la semana ¿verdad? — dijo Rob delatándonos y Abbel y yo al unisono lo callamos, Daniel en respuesta le dio un palmadazo a Rob en su pecho.

— ¿Tu sabías? — le preguntó sorprendido y él solo ladeó su cabeza en señal de afirmación — ¿y no nos habías dicho? — preguntó ofendido .

— No me correspondía — aclaró y finalmente Danny nos miró.

— Ustedes dos perdieron mi confianza — nos señaló y yo le dediqué un puchero.

— Ay ya deja el drama — lo calmó Abbel, Danny volteó sus ojos y Abbel un beso en respuesta.

Siguieron bromeando sobre cada cosa que se les ocurrió, Abbel no dejaba de presionarme para que comiera un poco más, aunque llegó un punto que hice mi plato hacia delante, sentía que iba a vomitar sí comía un poco más, el volteó sus ojos y termino sin problemas mi plato parecía que su fondo fuera infinito, todos devoraron todo lo que trajeron y realmente era demasiado. A la hora de recoger la mesa varios ayudamos pero al final Danny quedó lavando los platos y yo me dispuse a llevarle los que faltaban.

— Lo siento — le dije una vez que le di el último traste sucio él lo agarro y levantó su ceja en señal de pregunta yo me recoste de espalda a la alacena que estaba alado del lavaplatos— por no contarte, no es porque no confiamos era solo... —trate de explicar a lo que él me interrumpió.

— No pasa nada, flaca, sé porque no me dijeron — dijo llevando sus ojos una vez más a los platos luego de unos segundos preguntó — ¿como Rob lo sabía? — preguntó riendo.

—Nos vió besándonos en su casa — me reí y él igual lo hizo.

— Me alegro por ustedes — dijo y yo asentí al cabo de unos segundos agregó — solo cuídalo ¿sí? — me pidió mientras me miraba.

— Danny yo jamás voy a hacer nada que lo meta en problemas — agregué apresurada.

— Lo sé — respondió tranquilo — mirá — agregó pero pausó unos segundos — tu papá es un filtro muy odiado en la universidad — dijo.

Se veía que estaba buscando las palabras exactas yo solo lance un suspiro ante lo que acababa de decir, o sea, no solo en la casa es despreciable

— Todos o casi todos hemos sido víctimas de su muy estricto patrón de reglas, de sus muy, muy difíciles exigencias académicas, casi nadie se gana o se ha ganado con él una buena calificación, excepto él — dijo apuntando a Abbel, yo ladee mi cara y fruncí mi ceño — ningún estudiante antes había sido a invitado a un juicio en vivo de tu papá hasta que llegó él — continúo — todos siempre le hacíamos bromas que era el protegido y el favorito de Biancci — río ante los recuerdos — claro que sé que no fue por casualidad o favoritismo mediático sino, porque de verdad es bueno en lo que hace, es realmente brillante para las leyes, para litigar es tan bueno que en el primer año dejó sin argumentos a una alumna brillante de sexto, siendo su cliente el culpable — lo miré sorprendida y un golpe de melancolía hizo que bajara mi cabeza no pude controlar que una lágrima no saliera y junto a ella un par más, suspiré.

— Yo ... — intenté decir — de verdad sé que no debo estar con él — dije limpiando mis ojos antes de que viniese Abbel.

La culpa, el remordimiento, el dolor, la pena se apoderaron de mi alma, pensar si quiera las consecuencias no solo de esto sino de mis mentiras jamás se habían palpado tanto.

— Barbie yo no quise hacerte sentir mal — dijo rápidamente Daniel intentando consolarme.

— No, no eres tu, tampoco nada de lo que has dicho — agregué levantándo mi cabeza y mirándolo — es solo que sé que por muchas cosas no le convengo a Abbel y es frustrante no saber cómo alejar me.

— No me malinterpretes — me corrigió— sé que se quieren y que su relación es muy linda, también sé que él te quiere demasiado, de no ser así ni siquiera vinieras, ni mucho menos andaría contigo después de ésto, solo deben tener cuidado, están a un error de dañar todo lo que ha logrado — advirtió, yo respiré profundo.

— Quisiera que todo fuese diferente — dije bajando la cabeza y aguantando mis lágrimas, en eso nos sorprendió Abbel.

— ¿Que hacen? — preguntó levantándome la cara y frunció su ceño cuando me voy — ¿que pasa? — me preguntó yo negué con mi cabeza — ¿que le dijiste, pendejo? — se volteó para preguntarle a Danny de manera amenazante.

— Nada, amor — respondí rápidamente y Dan se encogió de hombros — solo le estoy contando que dado a mi anemia no he podido recuperar mi condición y si no mejoro no alcanzaré una buena categoría — mentí aunque era cierto, Abbel hizo un sonido reprobatorio y me jalo a su cuerpo yo lo abracé.

— Tan mal estás? — preguntó Danny siguiéndome la corriente.

— Eehh no, supongo. Ya lo están controlando — le expliqué, Abbel empezó a jugar mi cabello.

— ¿Nos vamos? — me preguntó Abbel yo asentí con la cabeza y me despedí de Danny.

Abbel igual lo hizo pero con cierto recelo lo cuál me preocupo porque nunca lo había visto así con él, me despedí de todos los demás y nos fuimos, en el camino no hablamos mucho y cuando llegué a casa de mis tíos Abbel me preguntó

— ¿Que harás mañana en la tarde? — Dijo estacionando el carro.

— No lo sé, tal vez se extienda mi entrenamiento — expliqué.

— Desocupate a eso de las 6 — me pidió dándome un beso en los labios — pasaré por ti.

— Uhmm — dudé — está bien lo intentaré — dije.

Finalmente fui hasta la casa donde solo estaba Sara, mis tíos habían salido Sara y yo nos quedamos todo el rato sola, en la noche llegaron mis tíos y mis padres. Yo me devolví a mi casa con mis papás, al rato me dormí hasta el siguiente día que tuve que ir a prácticas desde las 7 am lo cual era una pesadilla porque estaba de vacaciones sin embargo, debían tomar mi presión, hacerme chequeos, exámenes de sangre, prueba de fuerza, resistencia y mil cosas más y así poder empezar a practicar.

Las chicas Biancci (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora