CAPITULO 18. Mis momentos contigo

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Así cómo hubo días que no nos vimos por la culpa del exceso de atención de mi padre, también pasó que no nos veíamos por excesos de pendientes de él, por ejemplo: paso una semana entera sin verme porque debía estudiar para el examen previo de admisión para el postgrado, sin contar que en esa semana además de que no nos vimos, casi ni hablamos así que cuando finalmente lo vi fue en la tarde del día que presentó su exámen, estaban en su Loft con Danny y otro amigo que no recuerdo su nombre; les lleve comida ya que debido al estrés del examen no desayunaron y por lo largo que había sido no almorzaron así qué pasé antes por unas hamburguesas a una franquicia de la ciudad y se las llevé, cuando entre Danny fue corriendo a quitarme las bolsas.

— Ves por qué me caes bien — dijo mientras me ayudaba y Abbel que estaba bajando las escaleras se acercó y me abrazó.

Duramos unos cuantos segundos abrazados se separó ligeramente de mi y nos besamos entre un beso y otro le pregunte cómo le había ido y me respondió que no sabía, nos separamos y nos dirigimos a la mesa.

—¿Cómo te sientes? — le pregunté y se encogió de hombros.

— Preocupado, realmente estuvo difícil — dijo finalmente, su amigo de quien recordé su nombre, Ángel, dijo:

— Cállate, bro! — hizo una pequeña pausa mientras tomaba su primera hamburguesa — respondiste todo el examen ¿de que te preocupas? — Abbel pasó su mano por su cabello y me di cuenta lo realmente preocupado que estaba dado su compostura. Les expliqué que eran 8 hamburguesas y que eran diferentes.

— ¿Por qué tantas? — preguntó Abbel sorprendido.

— No sabía si llegaría alguien más, además no han comido en todo el día — expliqué, me ofrecieron una hamburguesa y yo me negué, la verdad yo si había almorzado y aun estaba llena, cuando terminaron de comer me burle de ellos porque al principio andaban diciendo que eran muchas y al final estaban peleando por quién se comería la porción más pequeña de las divisiones de las últimas dos.

— Estaban muy buenas — dijo Danny — gracias — dijo guiñándome el ojo y Angel se sumo al agradecimiento, Abbel me miró y poso su mano en mi mejilla yo dejé caer el peso de mi cara en ella, verdaderamente lo había extrañado demasiado.

— Gracias, princesa — dijo al cabo de unos segundos — y ¿cuánto fue? — preguntó refiriéndose al total de lo que yo había gastado a lo que respondí encogiéndome de hombros — Barbara dinos el total para pagarte — me reclamó.

—No es nada — aclaré pero a la lucha se le unieron sus amigos.

— No, con que lo hayas traído es más que suficiente nosotros lo pagamos — dijeron a lo que me empecé a reír y bajé mi mirada.

— No sé preocupen chicos, luego se lo cobro a Abbel — cuando lo dije levante mi mirada y le lance un guiño a Abbel.

Todos nos empezamos a reír y sus amigos le hicieron varios comentarios chistosos al respecto, él bajó la cabeza escondiendo una sonrisa traviesa. Nos quedamos un rato mas hablando en el comedor los tres hablaban y contaban su experiencia la cual se escuchaba terriblemente complicado, pasado un buen rato Daniel o sea, Danny le pidió a Ángel que lo acompañará a comprar unas cosas al seven eleven así que se levantaron, tiraron las cosas de la mesa y se despidieron, para despedirse de Abbel ambos le dieron una palmada en su espalda y Angel agregó.

— Ahí está campeón — palmea la espalda de Abbel —te dejamos solo para que pagues las hamburguesas — dijo alejándose y todos soltamos una carcajada.

Abbel le lanzó una servilleta hecha bola que tenia en su mano, cuando cerraron la puerta Abbel echó su silla para atrás abriéndose espacio entre él y la mesa y extendió su mano, yo me levante porque pensé que iríamos a otro lugar pero no, solo me jalo para sentarme en sus piernas así que me senté pero quedando frente a frente, me sujetó colocando sus manos en cada una de mis nalgas.

Las chicas Biancci (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora