Las chicas Biancci (TERMINADA)

CAPITULO 54. Cumpleaños de Sara

El paso de los días fue muy dulce, tuve un pequeño torneo en el cual no me fue mal, de hecho me ayudó mucho. Mi padre igual consiguió que entrara a la liga de la universidad donde era profesor y socio, eso estuvo genial porque me ayudó tanto en el tenis como en mis malditas insostenibles mentiras, no todo fue bueno porque discutí con mi papá ya que no quise inscribirme con su apellido para que no me relacionaran con él luego de una extensa pelea él cedió, también vi a Omar quién estaba un poco ofendido por como habían pasado las cosas y lo comprendí, traté de explicarle a medias aún así se notaba resentido, Abbel fue apoyarme a varios partidos desde lejos incluso se arrastraba con él siempre a uno o dos de los chicos, aunque era exagerada la diferencia entre algunas de las chicas y yo pude darles batalla y de 6 juegos perdí solo uno.

Durante la semana previa y la semana de la liga no pude ver a Abbel más que para saludarlo, cuando al fin pude verlo no quería despegarme de él pero para eso él estaba un poco estresado ya que tendría en poco un caso muy importante que le había asignado mi padre así que aún que ya yo estaba libre y disponible, él estuvo limitado de tiempo. Incluso había días que aunque me llevaba al Loft solo se sentaba a leer papeles y más papeles mientras yo me sentaba a su lado y leía libros, veía partidos de tenis en mi celular o solo chateaba; más de una vez le ofrecí irme para que hiciera su trabajo tranquilo pero me aseguró que estaba bien teniendo me ahí entonces fue cuando entendí porque mi madre se acostumbró al silencio y al solo estar.

Este fin de semana era la fiesta de cumpleaños de Sara, cumplía 19 y había aceptado que le hicieran una fiesta por mis tíos, la verdad es que tampoco hubo mucha elección.

— Y ¿si invitamos a los chicos? Me caen bien — preguntó mientras estaban arreglando nuestras uñas.

— Estás loca — le respondí — mi padre estará ahí ¿Crees que no se preguntará que hacen los chicos ahí? — inquirí ante su arrebatada propuesta.

— Y hasta crees que mis tíos y mis papás van a estar ahí toda la noche — exclamó resoplando — ellos estarán en la tarde mientras esté la familia luego se irán y mis papás me permitieron continuar la fiesta hasta cuándo yo quiera, así que le decimos que vayan en la noche.

— No lo sé, me da miedo — confesé y decidí callar, ella hizo y armó todo un plan perfecto y cuando tuvimos la primera oportunidad fuimos con los chicos pero como lo imaginé cuando le dijimos a Abbel se negó rotundamente.

— Abbel no pueden faltar a mi cumpleaños — dijo Sara mientras Abbel negaba con su cabeza desde la cocina.

Estaba ayudando a Daniel a servir el café cuando ya todos teníamos una taza dividimos el pastel que Sara y yo habíamos llevado, Abbel dijo un no rotundo cuando se percató que Sara lo veía con ojos de "por favor".

— Abbel imagina la cantidad de situaciones peligrosas para Barbi que habrá en mi fiesta, no y la cantidad de chicos, uuff ¡que miedo! — Daniel soltó la carcajada y yo no pude evitar reír ante dicho comentario, Abbel la mal miró.

— Tu deberás cuidarla — dijo Abbel guardando la calma mientras comía su pastel.

— Me rindo — dijo Sara recostándose al respaldar de su silla — es tu turno — se dirigió a mí mientras le daba un sorbo a su café el cual la hizo atragantarse por estar muy "fuerte" todos nos reímos.

— En éste hogar se hace el café como el amor, fuerte — dijo Daniel azotando la mesa a lo que todos reaccionamos sobresaltándonos para luego reírnos — sino pregúntale a tu primita — agregó y Abbel le dio un manotazo en su brazo.

Me reí aún más y Sara levantó sus cejas, nos quedamos bromeando un rato con ellos y luego nos fuimos, nos despedimos de Dan y Abbel nos acompañó a la puerta antes de salir me abrazó y yo rodeé su cuello con mis brazos, él mi cintura y nos besamos.