CAPITULO 9. La fiesta en casa de Luis.

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Me dejó en mi casa a la cual entré en total silencio, subí hasta mi cuarto en puntitas y me albergué en él, fui hasta el baño y preferí tomar un baño de agua caliente la sensación de los besos de esta noche invadieron mi memoria no pude evitar tocar mi piel e imaginar que era él mientras estaba en la tina, reproduje música y dejé que invadiera el espacio y solo me deje llevar. El solo pensar en él disparaba mis ganas se vino a mi mente la última vez que estuvimos juntos la forma en la que me comió, como me tomó por el cabello, como acabó, como me embestía y sin darme cuenta empece a jugar con mi sexo; mi cuerpo se retorcía en la bañera mientras alimentaba mi morbo recordando incluso la primera vez que habíamos estado juntos, todo se tornó intenso hasta que en un gemido explote de placer, abrí mis ojos haciendo conciencia de lo que acababa de pasar mire a los lados y no pude evitar reír.

— ¿Que me está pasando? —me pregunté.

Yo no era así Abbel ha despertado en mi necesidades extrañas, no solo por el hecho de besarlo o que me toqué sino también, por el morbo que me genera el simple hecho de verlo, escucharlo y olerlo. Cuando salí del baño y me vestí tome mi teléfono y decidí enviarle un mensaje.

+52Barbi —"Tus besos me hicieron recordar aquello que hicimos hace unos días y que disfruté tanto, mi tina fue testigo del placer que me generan" —

lo envíe mientras sonreí para mis adentros, no sé qué quería con él pero lo que sí sabía era que no quería que se acabara ésto, note a los pocos segundos que me respondió.

+52Abbel. — "Maldición! Cuanto envidio no estar en esa tina, no es justo, eso debía terminarlo quien lo empezó, ¿no? — reí e inmediatamente respondí

+52Barbi — "Tal vez tengas otro chance, quien quita".

Le desee buenas noches y dejé mi celular a un lado, vacilé un poco hasta quedarme dormida. Los viernes en el colegio eran especiales a pesar de que el día pasaba lento, yo vivía con la esperanza que pronto terminaría y sería libre y no fue hasta que llegó ese momento que fui feliz, iba caminando hacia la salida con Jessy cuando Manuel se puso frente a mí con cara de enojado

— Se puede saber ¿quién era el tipo con él que estabas el otro día en la heladería? — Jessy y yo nos miramos — y no vengas que era un primo — no sabía si respirar o abofetearlo.

— ¿A ver, Manuel bájale ¿tu quien te crees? — mi cabeza estaba a nada de explotar por la irá, ya que, recordé todo lo que había sucedido dada su insensatez.

— ¿Quién me creo? Alguien que no quiere jugar contigo como ese tipo, ¿quién era? Se ve más grande se va aprovechar de ti— su tono de voz empezó a subir y ya estaba logrando irritarme.

— Ok ya bájale, primero tu y yo no somos nada, segundo no, no te diré que es un primo porque no lo es y tercero no tengo que decirte quien es porque no es tu problema ¿si me explique? — sentía como mi sangre se iba toda a la cabeza, sentía que hervía.

— ¿Y tú y yo? ¿Ah? Pensé que estábamos por ser algo — ya su voz era menos prepotente.

— Manuel tu y yo nada, no somos nada y discúlpame pero tampoco lo seremos — tomé de la mano a Jessy y nos fuimos de ahí.

Por suerte el chófer ya estaba afuera cuando salí. Jessy ésta vez no se fue conmigo por lo que mi tarde pasó aburrida, hasta que recibí un mensaje milagroso "fiesta en casa de Luis", Luis era el chico que le gustaba a Jessy e iba con Sara a la prepa, cuando llegó la noche me arreglé casual solo un shorts de mezclilla a la cintura, un crop top blanco de mangas largas acampanadas y unos tenis converse era algo relajado por lo que no me preocupe por más.

Una vez lista pasaron por mí, mis padres ese día habían salido a una cena importante les dije que me quedaría en casa de Jessy así que, tenia todo el tiempo del mundo para disfrutar; la fiesta estaba marchando genial, la verdad, y acepto que ya se me estaban yendo las copas de las manos. En "x" ocasión estaba bailando con un chico que creo es amigo de Luis, era muy pegajoso así que me quite, encontré a Sara quien andaba igual bailando así que decidimos hacer un Story y subirla, creo que ya las copas me habían ganado porque si ya todo me daba vueltas y si ¡empeoró! Me percaté que alguien me llamaba y era él... maldecí para mis adentro e intenté buscar el baño y alejarme de la música, claro que en eso ya la llamada había terminado ¡diablos! No era la primera llamada ya me había llamado 3 veces, una nueva llamada entró así que me encerré y conteste.

Las chicas Biancci (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora