Consideré que ya llevaba muchísimo tiempo sin estar con Abbel así que fui, estaba tan acostumbrada a estar cerca de él que aterricé en su pecho y él me abrazó y me dio un beso en mi cabeza como siempre, quien nos devolvió a la realidad fue Jessica cuando me jaló a su cuerpo y me recordó dónde estábamos a lo que respondí riendo, Abbel bajó su cabeza y escondió su sonrisa. Ya estaba medio ebria, pintaban las dos de la mañana tal vez, estábamos Jessica, Sara y yo en el mismo grupo de los chicos cuando se acercó Grecia nuestra prima mayor, era quien estaba más próxima a nuestra edad y tenía 24, llegó al grupo localizando a Sara.
— Sara te estaba buscando — dijo después que miró a todos con su odiosa sonrisa.
Grecia era la hija de mi tía, la hermana menor de mi papá, al igual que su papá y el mío es abogada de hecho se graduó esté año, la detestaba por muchas cosas, primero, porque siempre me he parecido mucho a ella lo que ha llevado a compararnos y a posicionarla como mi hermana mayor y ejemplo a seguir, segundo, porque a diferencia de mí ella no odia las leyes por lo que su padre y ella se han encargado de restregarnos a mi padre y a mí que no tienen problemas por eso a diferencia de nosotros, y tercero, porque es odiosisima, envidiosisima y creída. No importa que nos puedan dar a Sara o a mí, ella siempre buscará la manera de degradarlo, lo que más odio es que al parecernos físicamente las personas tienden a compararme con ella, siendo que en mi vida podría ser tan plástica como ese ser.
— ¿Y eso? — respondió Sara — ¿ya te vas? — preguntó Sara intentando sonar triste.
— Eso pensaba — respondió mientras barría con su mirada a todos — Barbi tu también estás aquí — asentí y sonreí de manera irónica — ¿También son tus amigos? — yo negué con mi cabeza y luego se dirigió a Sara — ¿Estudian contigo?
— No — respondió Sara — pero estudiaron dónde estoy estudiando, chicos ella es Grecia, una prima — ella saludo a todos y todos la saludaron de vuelta.
— Parece hermana de Bárbara — dijo finalmente Daniel, por lo que respiré profundamente y todos incluyendo Abbel coincidieron y empezaron a hacer comentarios, a mí se me tenso la mandíbula.
— De hecho es como mi hermanita — respondió Grecia, sonriendo — ¿de que de graduaron? — preguntó buscando conversación y es que ya se había acercado más al grupo, todos coincidieron que derecho menos el novio de Rob que él era diseñador gráfico — ¡Ay pero que maravilla! Yo igual — festejó.
Empezaron a hablar de sus áreas de interés y Jessica me distrajo hablando conmigo lo cual agradecí, aún así me mantuve pendiente de lo que decían y en un momento la conversación que ellos mantenían captó mi atención cuando Grecia se dirigió directa y descaradamente a Abbel ya que hablaban de penal.
— Ay es que es complicado para las mujeres adentrarse en el penal, al parecer aún es zona de puros hombres y es que los colegas suelen ser un poco descabellados y groseros, sin ofender — los chicos se rieron.
— Sí, la verdad si es un terreno bastante hostil para las mujeres — respondió Abbel — sin embargo, es rescatable entre algunos las cuidamos — agregó defendiendo a su gremio y yo lo miré tensa, pero aún más me tensó la respuesta de Grecia.
— No me digas eso porque cambio de parecer y me vuelvo penalista — abrí mis ojos como platos y tensé mi mandíbula, tragué grueso. La conozco y sabía que estaba coqueteando era cuestión de tiempo que se acercara más, mi respiración se volvió más espesa — ¿Abbel no? — confirmo su nombre y él asintió — ¿Por qué tan jóvenes se decidieron por esa rama?
— Tuvimos la oportunidad — le respondió Abbel siendo educado.
Daniel igual intervino contándole su travesía con su beca y ella se apoderó de la atención de ellos dos, yo me tomé el resto de lo que quedaba en mi vaso y cuando lo puse en la mesa lo apreté con fuerza, Jessica quien no había logrado recuperar mi atención, me quitó el vaso lo hizo a un lado y me tomó de la mano.
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Las chicas Biancci (TERMINADA)
Ficção AdolescenteLas mejores historias de amor siempre se presentan entre las personas que no pueden estar juntas. Pero ¿Qué tan lejos pueden llegar dos personas con todos los pronósticos en contra? Barbara quién no conocía los límites ni mucho menos el control, con...