Intentabamos hacer cosas "sanas", que no incluyeran tomar, amanecer o "cansarme". Al final de la temporada de entrenamientos y tres días antes de viajar a otra ciudad para los primeros partidos, rogué para quedarme unos días fuera de la casa en teoría iba a quedarme donde Jessy ese fin solo para despedirnos ya que no las vería en dos semanas, realmente solo me quedaría un día con ellas porque los otros dos me iría con Abbel, el sábado temprano él pasó por mi a casa de mis tíos iba a acompañarlo a "hacer unas cosas". Salimos de la ciudad y viajamos aproximadamente cuatro horas estaba emocionada por saber a dónde íbamos y resulta que llegamos a una ciudad que quedaba al norte del país.
— Es el cumpleaños de mi sobrina — me dijo yo lo miré sorprendida — y te estoy invitando — abrí mi boca ante la sorpresa o sea, ¿que conocería a su familia? Cuando llegamos vi que ciertamente era una fiesta de niños él se dio la tarea de presentarme con su mamá, sus dos hermanas y su sobrina quienes fueron bastante amables, era como una casa de campo y la fiesta se desarrollaba ahí, habían muchos niños corriendo por un prado que se extendía después del patio, habían bastante personas, algunas sentadas y algunas otras de pies, por donde caminaba Abbel lo iban saludando de abrazo y beso, y cuando él me presentaba igual me abrazaban y me daban un beso, sin contar que me bendecían igual lo cual me parecía gracioso y bastante particular, lo cierto es que ese día había recibido mas besos y abrazos que en toda mi vida.
Estábamos sentados en una mesa pequeña y solo estábamos él y yo mientras hablábamos y comíamos, su mamá era quien había cocinado casi todo, era increíble no solo lo mucho sino lo delicioso que estaba.
— ¿Me están diciendo que ésta casa es de tus abuelos? — le pregunté a Abbel quien movía su cabeza afirmando — y ¿que está es tu familia? — confirme.
— Si — respondió mientras tomaba un pedazo de comida de mi plato justo después que había terminado el de él, le di un palmada en su mano y lo regañe.
— Oye es mío — dije alejando mi plato de él, en respuesta Abbel solo se carcajeo — pero ya va — quise confirmar — ¿los invitados igual son tu familia? — pregunté y mis ojos estaban abiertos por la sorpresa.
— Si amor, todos somos familia, es una fiesta familiar — mi mandíbula cayó ante el asombro.
Lance una mirada por el lugar intentando contar a las personas pero es que eran demasiadas, ¿como hacen para tener tanto familiares? Abbel solo reía por mi asombro, en un punto de la tarde él empezó a jugar con su sobrina a quien le había regalado una moto eléctrica yo me quedé a su lado y me llamaron unas chicas que supuse igual eran primas de Abbel, me invitaron a jugar ping pong lo cual me encantó porque era buena en eso, digo es cono tennis pero más fácil. Resulta que las "primitas" de Abbel eran casi contemporáneas a mi, tenían entre 12 y 14 unas más o menos, nos concentramos en jugar, reír y burlarnos de las que perdían, me ganó la melancolía cuando una de ellas perdió y realmente se puso a llorar por lo que la exhorte a jugar nuevamente pero ésta vez yo la iba ayudando y guiando, consiguió ganar lo que la hizo dar pequeños saltos y abrazarme, yo igual la abracé.
Los primitos y sobrinos más pequeños de Abbel nos invitaron a jugar algo que llamaron "las escondidas" pero me vi obligada a rechazar, sin embargo, las primas con quiénes jugaba un poco antes, intentaron convencerme.
— A ver, a ver, cuál es el desorden? Preguntó Abbel uniéndose al grupo en el cual yo no solo estaba en el centro si no que era empujada como tributo, agradecí su participación.
— Le estamos diciendo que juegue con nosotros a las escondidas — dijo una de sus primas haciendo un puchero, yo igual mire a Abbel con el ceño arrugado por la preocupación.
— ¡Ok! —dijo Abbel quien siguió comiéndose algo que parecía un sándwich, no había parado de comer desde que llegó, yo lo mire y agité mi cabeza.
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Las chicas Biancci (TERMINADA)
Teen FictionLas mejores historias de amor siempre se presentan entre las personas que no pueden estar juntas. Pero ¿Qué tan lejos pueden llegar dos personas con todos los pronósticos en contra? Barbara quién no conocía los límites ni mucho menos el control, con...