En la mañana siguiente le envié un mensaje a Abbel deseándole éxito pero no obtuve respuesta por lo que supongo que estaría dormido aún, Jessica y yo fuimos a la escuela la cual como siempre fue una pesadilla. Eran las dos de la tarde cuando recibí una llamada de mi madre, diciéndome que ya mi padre y ella partirían ya que, no querían llegar tan tarde, en total era un viaje de aproximadamente siete horas, después de una extensa letanía de responsabilidad se despidió de mí, poco después el chófer de Jessy fue por nosotras a la escuela.
Estábamos en su casa tumbadas en la cama intentando descansar cuando una llamada de Abbel entró a mi celular, me pidió que me alistara que por lo menos en una hora iría por mi, yo me sobresalté, no sabia sí la maleta de ropa que mi madre me habría enviado era la adecuada para llevarme cuando tranqué enloquecí y fue jessica quien me tranquilizó y ayudo a reestructurar mi bolso cambiando algunas prendas mías por suyas.
— No ¡estas loca! No puedo usar eso, es su familia — exclamé cuando vi un vestido que me sugirió llevar por si íbamos de fiesta.
Mientras ella se encargó de mi ropa yo me encargue de tomar un baño y vestirme adecuado para el viaje que seria de por lo menos cinco horas, así que solo me fui con un conjunto deportivo que se trataba de un jogger y un top a juego, un hoodie y mis tenis. En el tiempo estipulado Abbel fue por mi, salí de la casa con mis cosas y me subí al auto pero esta vez en la parte de atrás ya que Dan estaba adelante con Abbel. Antes de salir de la ciudad paramos en una estación de servicio y Abbel me ofreció ir adelante mientras él manejaba pero decidí ir detrás ya que ellos irían manejando por turnos, mientras estuvimos en la estación aproveché en abrazar y felicitar Abbel por el éxito en su juicio, ya que supe que se quedaría a llevar el caso por completo. Seguimos nuestro camino y ya habíamos avanzado un tramo cuando empecé a hablar con ellos.
— Después de todo ¿que haces tu aquí? — le pregunté a Danny, yo estaba entre ambos asientos delanteros, vi como Abbel se rió y Daniel me dedicó una mirada fulminante.
— ¿Disculpa? Primero fui yo que tu — respondió con ironía y yo reí con ganas.
— ¿Vas a dormir con nosotros? — pregunté de forma sarcástica mientras pasé mi dedo por su oreja simulando coqueteo.
— Alejate, Barbara — ordenó Danny alejándose de mí.
— Puedo cederte el lado derecho de la cama, de todos modos yo siempre paso la noche encima de Abbel — dije limpiando el sucio imaginario de su hombro él giró su cara con una expresión de sorpresa e incredulidad, Abbel soltó una carcajada.
— No, gracias — se negó haciéndose el ofendido — prefiero dormir en el patio, está mejor — cruzo sus brazos debajo de su pecho — estás dañada niña — me acusó y yo escondí mi risa.
— Ustedes se encargaron de eso, soporta — dije al mismo tiempo que pasé delicadamente mi mano por su barbilla, él empujo mi mano y solté una enérgica carcajada.
— Abbel, controla a tu novia hazme el favor — le exigió a Abbel quien estaba riendo sin parar
— Ya cálmense los dos, me harán chocar. — exclamó Abbel cuando pudo dejar de reírse.
El camino continuo tranquilo y el sueño empezó vencerme hasta el punto de dormirme. En algún punto de la carretera me desperté y vi que Daniel era quien manejaba, ellos iban hablando entre ellos y yo decidí acostarme en todo el asiento trasero. Un frenazo precipitado hizo que me despertara además de rodar hasta el fondo de los asientos logrando que me diera un terrible susto y algunos golpes mínimos. Me quejé ante la situación, lance una mirada hacia los de adelante, Abbel le lanzó dos manotazos al brazo de Daniel, quien reía a carcajadas.
ESTÁS LEYENDO
Las chicas Biancci (TERMINADA)
Roman pour AdolescentsLas mejores historias de amor siempre se presentan entre las personas que no pueden estar juntas. Pero ¿Qué tan lejos pueden llegar dos personas con todos los pronósticos en contra? Barbara quién no conocía los límites ni mucho menos el control, con...