Para mi suerte al día siguiente ya estaba más calmado, después de práctica no pude ir a verlo ya que mi padre no permitió que nadie más que él fuese a buscarme al club, estos días estuvo muy al pendiente de lo que yo hacia o dejaba de hacer y eso me fastidiaba aunque sabía que pronto se le iba a pasar a fin de cuentas, siempre le duraba por pocos días tener tiempo para estar al pendiente de mi, extrañamente le duró mas de la cuenta ya que fueron casi dos semanas haciéndome la vida imposible para mí estaba siendo muy difícil salir aunque por un lado eso me había ayudado a estar bien con Abbel pero por otro reducía las posibilidades de vernos.
Sin embargo, siempre buscábamos la manera de terminar juntos por ejemplo: una tarde falté a mis prácticas y me fui con él lo gracioso es que terminamos yendo a un parque donde habían canchas de tenis resulta que sus amigos lo convidaron ahí y él que sabia que me gustaba, me llevó. Lo ilógico es que a casi ninguno le gustaba jugar solo lo usaron de excusa para salirse del gimnasio que estaba delante de ese lugar y así poder comer frituras a gusto. Me llamo la atención unas raquetas que estaban asentadas en la mesa donde estabamos todos además de ser profesionales, se me hacían conocidas así que tomé una y la examiné.
- ¿Juegas? - me preguntó Rob y yo asentí con mi cabeza.
- La conozco - le confesé mostrándole la raqueta.
- Es de mi hermanito - dijo Rob.
- ¿Es Luccas tu hermano? - pregunté y él sonrió mientras asentía con cierta sorpresa en su cara, por lo que explique como era que lo sabía - son para jugar de forma profesional, sé que son de él por la L tan particular que le dibuja a todos sus implementos - voltee la raqueta y al final del mango de soporte estaba la inicial característica de él.
Sin embargo, una sensación rara de incomodidad me invadió cuando él solo sonrió y miro a Abbel, ambos se encogieron de hombros y por dos o tres segundos la mesa se quedó en silencio hasta que el mismo Rob lo rompió invitando me a jugar una partida de 2 sets, miré a Abbel y él me guiño el ojo así que intérprete que no había ningún problema, en cierto modo pensé que había sido un movimiento muy discreto pero todos lo notaro por lo que Danny no perdió la oportunidad de burlarnos.
- ¿Es en serio que le estás pidiendo permiso? - me preguntó en forma de burla y con un tono de voz alto, todos soltaron una carcajada.
- Es mejor tener permiso a qué la regañen, wey - le respondió otro de quien no recordaba su nombre pero le decían "smile" y su comentario hizo que todos volvieran a reír incluyéndonos a Abbel y a mí aunque estoy muy segura que en ese momento mi cara ya estaba de color carmesí ya que cuando Abbel me miró me abrazó por los hombros y me atrajo a su cuerpo, yo escondí mi cara en su pecho.
- Ya dejen la envidia - los calmó - que a ustedes también los dominan sus mujeres - agregó y todos nos carcajeamos.
Al final de la ronda de burlas yo le acepté la invitación a Rob y la verdad agradecí ya que con eso se olvidó el momento incómodo que yo había generado antes. Ambos nos repartimos la misma cantidad de pelotas y empezamos a jugar, era muy gracioso lo mal que jugaba Roberto, era tan malo que no solo no necesitaba esforzarme mucho para hacerlo correr de un lado a otro, sino que, ni siquiera necesite atacar en ningún momento para poder anotar puntos, obviamente los de la mesa lo notaron y empezaron hacer mucho ruido en forma de burla después de cada error de Rob, no solo eso, si no que también cuando yo anotaba un punto abucheaban y hacían una especie de porra para animar a Roberto que luego terminaban en risas y carcajadas y frases ofensivas hacia él.
Era tan gracioso que más de una vez no aguanté la risa y me llevaba a cometer errores lo bueno es que fueron esos momentos los qué le permitieron a Rob anotar al menos 5 puntos, cada vez que eso pasaba empezaban a hacer gritos de jubilo lo que me hacia reír aun más, a mitad del segundo set Rob tiro la toalla haciendo ademanes con sus brazos, recogimos las pelotas y nos dirigimos a la mesa donde todos aguardaban con risas y burlas, algunas, las más graciosas fueron la de Danny quien dijo
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Las chicas Biancci (TERMINADA)
Novela JuvenilLas mejores historias de amor siempre se presentan entre las personas que no pueden estar juntas. Pero ¿Qué tan lejos pueden llegar dos personas con todos los pronósticos en contra? Barbara quién no conocía los límites ni mucho menos el control, con...