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❝ Solo
quiero ser tu...
favorito.❞────────────────
—¡Mgh, HyunJin!
HyunJin siempre había sido calculador, frío y metódico en todo lo que hacía, pero había algo en la vulnerabilidad de Jeongin que lo desarmaba por completo, despertando en él un deseo primitivo que no lograba contener, mucho peor que usar su magia con Baba Yaga. A pesar de todo, era capaz de usar su cabeza... aunque no precisamente la de arriba.
Sus respiraciones se entrelazaban en la penumbra, cada exhalación de HyunJin aceleraba aún más el pulso del rubio, quien yacía completamente expuesto sobre una mesa olvidada en los oscuros pasillos del instituto, totalmente a su merced. La luz intermitente de un fluorescente parpadeante iluminaba intermitentemente la escena, proyectando sombras inquietantes sobre sus cuerpos entrelazados, era una obra maestra que nunca le terminaría de aburrir. HyunJin contemplaba con una sonrisa llena de deseo el desastre que había provocado en el cuerpo de Jeongin: los labios del príncipe, hinchados y enrojecidos por la brutalidad de sus besos, la camisa desabotonada revelando su piel pálida, mientras sus piernas temblaban levemente al intentar mantenerse abiertas.
El rubor en las mejillas de Jeongin destacaba en la tenue luz, y sus ojos, ligeramente húmedos, hablaban del placer abrumador que apenas podía contener, ese color puro lleno de pecado. Cada jadeo, cada gemido que escapaba de sus labios entreabiertos, alimentaba el deseo insaciable de HyunJin, era una melodía agradable para un solo espectador en las penumbras de aquel salón olvidado. Le encantaba verlo transformarse en un completo desastre, desarmado, reducido a un amasijo de emociones crudas, con tan solo el toque experto de sus manos, sonrió ante la obra maestra que estaba enfrente suyo, besando sus labios por última vez.
Pero lo más sorprendente para HyunJin era cómo, con el paso de los días, Jeongin parecía volverse más atrevido, más demandante, menos casto que antes, y eso lo ponía de cabeza arriba, el pelirrojo no podía soportar su nueva faceta sin sentir un sonrojo en su rostro. Era casi imposible de creer que un príncipe tan dulce y angelical pudiera esconder tal fervor bajo su fachada impecable, había despertado a tal punto las hormonas del hijo de Blancanieves qué ni siquiera se lo creía. Jeongin comenzó a buscarlo, a provocarlo, susurrando súplicas apenas audibles que encendían una chispa de lujuria en HyunJin, difícil de apagar, rogaba en voz baja, con una desesperación contenida, y HyunJin, aunque inicialmente resistía, no tardaba en ceder, deleitándose en complacer cada deseo del príncipe.
No quería, y quizás no podía, permitir que sus juegos se convirtieran en algo que pudiera ser juzgado como una verdadera transgresión, después de todo, Jeongin se veía reacio a seguir más allá de la simpledad, de una relación de besos y toques. Así que, se limitaba a esos trabajos manuales, lo suficientemente suaves y discretos para no ser acusados de pecado, y mientras limpiaba su propio desastre con una risita satisfecha, su mirada se quedó en Jeongin; sus dedos desesperados y temblorosos luchando con los botones de su camisa, el rubor aún persistente en sus mejillas mientras trataba de recomponerse, había una vergüenza natural en sus acciones, una timidez que siempre lo atrapaba después de cada encuentro, pero que no lograba esconder del todo.
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Erase una vez || HyunIn
Fantasy❝ Dónde Jeongin es el hijo de Blancanieves, y HyunJin, el hijo de la Reina Malvada, lo corrompe. ❞ ㅤ☪︎⠀𖫲 HyunIn - Top HyunJin - Jeongin Bottom. Breve mención de otros ships ㅤ☪︎⠀𖫲 Angst, NSFW, Temas delicados, Fantasía ㅤ☪︎⠀𖫲 Historia...