❝ Dónde Jeongin es el hijo de Blancanieves, y HyunJin, el hijo de la Reina Malvada, lo corrompe. ❞
ㅤ☪︎⠀𖫲 HyunIn - Top HyunJin - Jeongin Bottom. Breve mención de otros ships
ㅤ☪︎⠀𖫲 Angst, NSFW, Temas delicados, Fantasía
ㅤ☪︎⠀𖫲 Historia...
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❝ And you don't know if you'll make it back. ❞
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Ya era medianoche, y el silencio en el dormitorio era absoluto.
Solo los tenues murmullos del viento, que se colaban por la ventana —Zarzas qué se hablaban en la noche—, rompían la quietud, mientras Jeongin observaba con cierta aprensión el espejo en su tocador. Allí, en un marco de plata antigua, descansaba una pequeña foto: él y HyunJin, atrapados en una imagen que había logrado persuadirlo para que se tomaran juntos. HyunJin había puesto una sonrisa apenas visible, una mueca más de resignación que de alegría verdadera, y aun así, esa imagen era lo más cercano que Jeongin tenía a una ilusión de felicidad, porque era su único recuerdo palpable de los dos. Pasó los dedos suavemente sobre el cristal del marco, como si con aquel roce pudiera invocar su presencia, hacer que apareciera al fin. Pero nada. La noche avanzaba y él continuaba solo en la penumbra.
Su pecho se llenaba de una creciente ansiedad. ¿Dónde estaba HyunJin? Le había enviado varios mensajes, insistentes y cada vez más nerviosos, pero todos habían quedado sin respuesta. Sabía que su insistencia podría interpretarse como una debilidad, pero no podía evitarlo —no era normal de HyunJin desaparecerse sin más—. Había deseado que esta noche no fuera como las demás, que HyunJin apareciera y compartieran, aunque fuera por unos minutos, algo de la compañía que tan esquiva se volvía entre ambos. Había soñado, absurdamente, que él se quedaría a cenar, y que esa cena no sería el habitual desastre que tanto temía. Pero el tiempo continuaba su marcha cruel, y su esperanza se hacía más pequeña, como una vela consumiéndose hasta que no quedara nada.
Suspiró, y decidió abandonar sus ilusiones una vez más. Con movimientos lentos y cansados, se llevó una borla de algodón al rostro, desmaquillándose en el reflejo del espejo. Sus ojos lo miraban de vuelta, vacíos y ligeramente enrojecidos, y sintió que algo en su pecho se encogía al ver su propia expresión, era difícil que alguien lo viera sin maquillaje y todavía no asimilaba bien la idea de que HyunJin no le molestaba aquello. Soltó un pequeño suspiro, suave pero profundo, el tipo de suspiro que nace de un llanto que se ha quedado atrapado en la garganta, de palabras no dichas que se enredan en la lengua. Se preguntaba cuánto tiempo más podría seguir sosteniendo aquella farsa, cuánto más podría soportar aquella mezcla de esperanza y decepción que llevaba consigo como un peso constante.
La puerta de su dormitorio se abrió de repente, y Jeongin sintió una chispa de emoción inesperada que le recorrió el cuerpo. Enderezó su postura, dejando la borla de algodón a un lado y forzando una sonrisa que iluminaba, por un instante, sus facciones.