❝ Dónde Jeongin es el hijo de Blancanieves, y HyunJin, el hijo de la Reina Malvada, lo corrompe. ❞
ㅤ☪︎⠀𖫲 HyunIn - Top HyunJin - Jeongin Bottom. Breve mención de otros ships
ㅤ☪︎⠀𖫲 Angst, NSFW, Temas delicados, Fantasía
ㅤ☪︎⠀𖫲 Historia...
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❝ I need you more than I want to. ❞
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Jeongin empujó a HyunJin bajo la cama.
Era un arrebato, él sabía cual era la cruda verdad, era un arrebato de emociones contenidas, lo había empujado hacia el villano de su cuento con una firmeza casi inesperada, una fuerza que no venía de Jeongin. No era el tipo de comportamiento que alguien esperaría de un príncipe, aunque siempre se lo repitió cuando estaba en una situación así, cuando estaba justamente en los brazos de aquel que le había hecho ver el cielo mediante el pecado, siempre conocido por su gracia y compostura, ya no era el mismo de siempre. Era en ese momento, donde todo lo que había reprimido y era incapaz de soltar en el llanto de la noche, en las lágrimas que tenían sus ojos hinchados, qué todas las dudas y el anhelo, convergieron en un único y desesperado acto, en el único que podría llegar a salvarle.
Sus labios buscaron los de HyunJin con una fuerza que casi le resultaba dolorosa, las lágrimas que amenazaban por salir solo recalcaban el miedo que lo carcomía desde adentro. Y tenía razón para tener miedo, miedo de perderlo completamente, al principio, el beso que tanto anhelaba no fue correspondido, los labios de HyunJin se quedaron quietos, un detalle que sólo aumentó la intensidad de desesperación de Jeongin, las caricias que tanto mendigaba. Pero entonces, casi cómo si fuera un sueño hecho realidad, sintió la respuesta de HyunJin unos segundos después, una respuesta de sosa, unos labios abriendose, recibiendolo, al menos, con un poco de dolor, aunque fuera sólo por unos breves instantes, una epifanía qué rezó para que se mantuviera eterna a su lado.
En ese trance momentáneo, en esos segundos de gloria, las manos de Jeongin se deslizaron por la melena de HyunJin, recorriendo cada mechón con una ternura que no sabía que todavía era capaz de sentir, y que, se había obligado a fingirla con otro, el simple contacto le devolvió algo que había creído perdido: un latido más fuerte en su pecho, una chispa en su monótona vida que tanto había querido recuperar.
Pero esa pequeña chispa venía acompañada de un dolor tan agudo como el de tocar una rosa llena de espinas, sus labios, al igual que su corazón, dolían con cada segundo que pasaba, pero era un dolor que Jeongin abrazaba, porque con él venía el placer de sentir algo verdadero, algo que le recordaba que, a pesar de todo, aún podía experimentar la dulzura mezclada con el sufrimiento. Se aferró a ese momento con todas sus fuerzas, sin querer despegarse de HyunJin, sus uñas se clavaron, con fuerza, con miedo, con todo lo que había estado guardando, con los sollozos retenidos en su garganta, con las noches en vela. Era como si al dejarlo ir, al soltar por primera vez algo que no fuera de su cuento, todo se desmoronaría, y lo único que quedaría sería el vacío que tanto temía.
