Erase una vez || HyunIn

XXXI

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❝ And I'm tired of
loving somebody
that's not
mine. ❞

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¿Había experimentado esa sensación de que todo se detenía en un instante?

Ese instante en el que conectabas los cables sueltos de tu mente de un lado a otro, enviando descargas qué duelen a través de tus sentidos, mitigando cualquier sanidad de tu interior, el aire se corta entre tus fosas nasales, evitando que el oxígeno llegue a tus pulmones hasta que tu garganta intenta expulsar el poco dióxido de carbono que habita en tu cuerpo. Respirar es un acto muy sencillo. Vivir no lo es. HyunJin agarra con fuerza a Jeongin con miedo de perderlo, tiene suficiente con haber perdido su corazón, no soportaría perderlo, así tuviera que destruir un mundo entero, sería capaz de interpretar su papel de villano con tal de salvarlo a él, HyunJin no era un héroe que salvaría al mundo recibiendo ovaciones, pero si estaría dispuesto a destruirlo con tal de tener a Jeongin. La forma en la que se siente el pelirrojo es un enigma para sus compañeros que están a su lado, distraídos con el único deseo de sobrevivir la persecución qué respira en su nuca —una que no le ve sentido alguno, pues no hay nada a su alrededor—.

En medio de un puente, abandonado y añejo, de piedra antigua. Soobin se detiene para respirar. Necesitan respirar. Detenerse.

—¿Y si todo esto... ya estaba escrito? —musitó Minho, sin realmente esperar que alguien lo escuchara.

HyunJin, quien descansaba a su lado, lo miró con incredulidad.

—¿De qué estás hablando, Minho? —preguntó entre jadeos, intentando controlar su fatiga.

No es sorpresa de él ni de nadie que la mayoría no tiene un buen físico para correr tantas millas sin desplomarse en el suelo, su corazón duele a pesar de tener una resistencia mayor al promedio, aprieta sus puños en un mísero intento de relajarse cuando escucha los freneticos pasos de algo —o alguien, quien sabe— qué no se deja ver. Yeonjun sostiene el hombro de HyunJin, están cansados, se ve en sus pupilas afiladas, en la manera en la que desean buscar algo más que aire azucarado, denso, tan contaminado por el maleficio qué no deja cabida para un poco de paz. Demasiado cansados para correr.

—Digo... —Minho parecía estar dándole vueltas a la idea—, ¿y si todo esto es parte de mi cuento? Aunque el libro es falso, ¿tal vez no importa? Quizá estoy destinado a que me persigan cartas por el resto de mi vida. —La forma en que lo dijo era tan absurda que por un momento HyunJin no supo si Minho estaba bromeando o si de verdad lo creía.

HyunJin resopló, sin poder ocultar la frustración.

—¡Minho, no tiene sentido! —sin embargo, Seungmin se apuró a protestar—. ¡No firmaste el libro! ¡Esto no es tu destino!