❝ Dónde Jeongin es el hijo de Blancanieves, y HyunJin, el hijo de la Reina Malvada, lo corrompe. ❞
ㅤ☪︎⠀𖫲 HyunIn - Top HyunJin - Jeongin Bottom. Breve mención de otros ships
ㅤ☪︎⠀𖫲 Angst, NSFW, Temas delicados, Fantasía
ㅤ☪︎⠀𖫲 Historia...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
────────────────
❝ Could you be the devil, could you be an angel. ❞
────────────────
Si alguien le hubiera dicho a HyunJin que sería considerado el más «Royal» de los Royals, se habría reído en su cara.
Se habría burlado de la absurda idea de que alguna vez podría encajar en ese molde tan rígido, donde todo era una fachada de perfección, nobleza y destino predeterminado, de tener una tiara en su cabeza y hablar cómo si fuera un niño. Pero ahora, aquello que alguna vez le había parecido tan ridículo ya no le resultaba tan ajeno, tan absurdo. Aquel joven que se reía de los Royal en secreto, que disfrutaba más la compañía de plebeyos, que se distanciaba de los estereotipos de su linaje, estaba cambiando. Lentamente, pero de manera inexorable, HyunJin se alejaba de lo que era. Ya no era el rebelde que caminaba por los pasillos con una indiferencia desafiante hacia las reglas del destino, que alejaba a cualquier príncipe que se le acercara. No, ahora era diferente.
Caminaba por los pasillos del instituto, con los audífonos puestos, el volumen de la música alto, lo suficientemente fuerte como para ahogar los murmullos que lo seguían. Nadie estaba a su alrededor. No había relojes inquietantes que marcaran la prisa del destino, ni gatos sonrientes que le recordaran lo absurda que era la vida. Tampoco había muñecas de madera, ni juegos de té surrealistas. La magia de su mundo, la de cuentos de hadas, lo había dejado en paz por un momento. Y, por primera vez en mucho tiempo, HyunJin se sentía cómodo. Cómodo en esa soledad. En un aislamiento autoimpuesto que lo protegía de las voces externas, de las demandas y las expectativas, que podría dejarse ahogar de ello si pudiera. El poder que había logrado dominar lo separaba del resto. Ya no era el chico que podía bromear con los plebeyos en los pasillos sin pensar en su linaje. Ya no era el rebelde que todos los villanos admiraban.
La verdad era que, a pesar de ser hijo de una reina, de haber nacido con la sangre de un destino oscuro y grandioso, HyunJin nunca se había acostumbrado a la atención. Esa atención que comenzó a recibir desde que regresó al instituto con el control absoluto de sus poderes —el héroe que trajo el Libro de Cuentos Legendarios a donde pertenece—. Al principio, la gente lo miraba de reojo, con un respeto temeroso, como si no supieran si debían acercarse o mantenerse a distancia. Era el hijo de la Reina Malvada, después de todo. Pero pronto, ese temor inicial se convirtió en curiosidad. Y la curiosidad, como siempre, se convirtió en admiración. Ya no era solo el hijo de una villana; ahora era alguien que podía resolver problemas, alguien a quien acudir para favores y soluciones mágicas. Y eso lo hartaba.
Pero, ¿qué derecho tenían? HyunJin se preguntaba una y otra vez mientras caminaba por los pasillos con pasos largos y decididos. Hace unos meses, los mismos que ahora lo perseguían por ayuda lo evitaban como si fuera una plaga. Lo miraban de lejos, cuchicheaban sobre su origen, lo juzgaban por la sombra de su madre. Era fácil ignorarlo cuando no era necesario, cuando su poder estaba fuera de control y su vida era un caos. Pero ahora que había dominado su magia, ahora que podía usarla a voluntad, lo trataban como si siempre hubieran estado de su lado.