CAPÍTULO 29: Very jealous

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"Mierda, mierda".

Emma miró en el baño por todas partes algo a lo que darle un golpe. Dean iba a salir con la encargada. La había besado, o ella le había besado, o ambos. El caso es que se había tenido que dar cuenta de que sentía algo, no sabía muy bien el qué, cuando aquella mujer había decidido quedar con él. Tenía que hacer algo. Salió del cuarto de baño ofuscada, Dean estaba sentado a los pies de la que supuso que habría elegido como su cama, y Sam estaba abrochándose una camisa.

—Emma,  ¿qué quieres comer?— le preguntó Sam mientras ella se acercaba a la bolsa donde llevaba su ropa a coger algo para cambiarse después de la ducha.

—Cualquier cosa que cojáis me vale— declaró sin decir nada más volviéndose a meter en el baño.

Se desvistió y abrió el agua de la ducha, tardando como quince minutos. Salió de la misma y no encontró ninguna toalla para secarse.

Como pudo se puso los vaqueros y la ropa interior, pero cuando fue a coger la camiseta no estaba.

"Mierda, mierda, mierda, mierda ¿Podría ser peor?"

Puso el oído en la puerta del baño. No se oía nada fuera, así que supuso que ambos se habían ido a por la cena y salió del baño con paso decidido.

—Gin, ¿qué te pa...?—se quedó estática en la puerta.

Dean seguía sentado a los pies de la cama, sin la corbata y con los primeros botones de la camisa desabrochados, y ella, en frente de él, con unos vaqueros y un sujetador negro.

"Sí, el día podía ser peor"

Dean miró al suelo, carraspeando.

—Se me ha olvidado coger una camiseta— explicó, viendo como asentía mientras giraba su cabeza en dirección a la puerta, aún sin mirarla —. De todas maneras Dean, si tanta vergüenza te da estar delante de una mujer en sujetador, me plantearía lo que vas a hacer esta noche— dejó caer intentando picarle.

Se agachó al lado de la bolsa, en busca de algo que ponerse, cogiendo una que dejaba uno de sus hombros al aire. Cuando se dio la vuelta, Dean estaba en frente de ella con una ceja levantada y mirándolo serio.

—¿A eso ha venito todo esto?—le preguntó—. Con la cantidad de cosas que tenemos encima y a ti te preocupa que yo me vaya con alguna tía.

—No te lo creas tanto, Ken, me da igual con quien entres o salgas— le dijo intentando restarle importancia—. Simplemente, ella no me da buena espina—aquello era verdad—. Además huele como si le acabasen de sacar de un gallinero.

—¿Qué?— inquirió el otro mirándola extrañado.

—Da igual, haz lo que quieras—respondió esquivándole y tirándose encima de la cama.

—¡Qué madura!

...

A las ocho menos cinco estaba aparcando el Impala en el mismo sitio que aquella mañana. Se dirigió a buscar a la chica a la torre. La gente estaba saliendo de la tienda y su cita iba la última. Le vio y se despidió de todos los empleados antes de cerrar la puerta detrás de ella e ir hacia donde el cazador estaba.

—Buenas noches— dijo con una gran sonrisa.

—Buenas noches. Va a sonar un poco grosero pero, ¿te importaría decirme tu nombre?— curioseó riéndose—. Esta mañana no nos hemos presentado debidamente.

—Alice— le contestó ella entre risas también—. ¿Tú eras Joe, no?— Dean asintió, recordando el nombre que habían impreso en las identificaciones del FBI.

BECOMING A HUNTER ⇘ SUPERNATURAL ✓ EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora