CAPÍTULO 35: Knowing each other

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Emma estaba sentada en uno de los sofás de la biblioteca, cada vez que tenían que investigar o que buscaban un caso ella se ponía allí, siempre en la misma postura, con las piernas estiradas sobre el sofá, y el ordenador, o en este caso un libro debido a su arranque de lanzar por los aires el portátil un par de noches antes.

Buscaba información sobre la marca, otra vez. Dean le había comentado como se sentía cuando tenía la marca, como había perdido el control. Y ella quería demostrarles que podía mantenerlo.

Las cosas con el cazador habían cambiado totalmente, lo que hacía que Emma no se hubiese acostumbrado aún y que en muchas ocasiones no supiese cómo reaccionar. A veces tenía la sensación de que seguía siendo el mismo Dean de siempre, pero que le concedía un mayor acceso.

La noche siguiente a lo ocurrido con su arranque de ira, había ido en dirección a su habitación, sin saber que él la seguía a escasos pasos, y un momento antes de entrar al que era su cuarto, Dean había vuelto a tirar de ella hacia su propio dormitorio. El día siguiente directamente se había presentado allí sin que él le dijese nada. Y Dean lo había aceptado de buen grado. Ninguno de los dos había puesto nombre a lo ocurrido, ni había hecho ningún comentario, simplemente dejaban que las cosas ocurriesen.

Dejó el libro sobre la mesa, levantándose para ir a la cocina a coger algo de desayuno. Había dejado al rubio durmiendo en la habitación y Sam parecía no haberse levantado. Sabía que Castiel andaba aún por allí, había decidido quedarse con ellos para intentar buscar una solución a lo de la marca, y para evitar que estuviesen llamándolo cada dos por tres. El ángel desaparecía por el búnker por las noches, buscando información e indagando en busca de sitios y habitaciones que los chicos no hubiesen encontrado allí aún, aprovechando que él no gastaba horas en el sueño.

—Buenos días— saludó al encontrarse al ángel sentado en una de las sillas de la cocina, con sorpresa—. ¿Te ha entrado hambre Castiel?— preguntó bromeando.

—Este es vuestro lugar de reunión por las mañanas, estaba esperando a que aparecieseis— Emma sonrió mientras cogía algo de leche de la nevera.

—¿Has descubierto algo?—no tuvo tiempo de responder, ya que en la cocina aparecieron ambos hermanos. El mayor se acercó a Emma, dándole un beso en la cabellera y después acercándose a coger él también algo de desayuno.

—Buenos días— anunció Sam sonriendo al igual que el ángel, mientras recibía un bollo que le tiraba su hermano.

Nunca habían visto a Dean de aquella manera con nadie. Sabían que había estado un año viviendo con Lisa, pero ninguno de los dos había estado presente en aquellos momentos, y les sorprendía la actitud de esos dos últimos días.

—Cas—lo llamó Dean—. Has decidido desayunar en familia.

—Necesitaba hablar con vosotros, y ya le he dicho a Emma que sé que este es vuestro lugar de reunión por la mañana— el cazador sólo puso los ojos en blanco, después de todos los años que Castiel llevaba entre los dos pisos, seguía siendo muy literal.

—¿Alguna novedad?— repitió Sam la pregunta de la pelirroja.

—Más bien he estado pensando— Dean miró a Emma alzando una ceja—. La marca era un sello— comenzó explicando—. Pero Lucifer la puso como una maldición sobre Caín— el mayor de los Winchester se dio la vuelta y volvió a abrir la nevera para coger una cerveza, tenía pinta de que iba a necesitar bebida para lo que les iba a contar el ángel—. Si es una maldición, destruyendo al que la puso se puede deshacer, y probablemente no habría ningún efecto secundario de por medio, como la liberación de los pecados— todos se quedaron mirando a Castiel, sin entender a dónde quería llegar. Hasta que a Dean se le encendió la bombilla.

BECOMING A HUNTER ⇘ SUPERNATURAL ✓ EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora