CAPÍTULO 36: Where is she?

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—¡Oh, Dios, tengo un maldito calambre en la pierna!

—Te hemos dicho que nos dejases conducir a alguno— se quejó la pelirroja. Eran casi las dos de la mañana, y acababan de llegar al motel.

—No, gracias. He visto como tratas al novio de mi nena.

—Al novio de tu...—repitió mirándolo seria—. Dean, personifica si quieres a tu coche, pero al mío déjalo fuera de tus locuras— lo regañó, poniendo los brazos en jarras mientras el mayor de los hermanos se tiraba encima de la cama de la habitación del motel.

Sam había apoyado a la chica en salir en dirección al Great Salt Lake, y en ese momento estaban entrando en la habitación que habían cogido para la pareja. El menor de los Winchester se había negado a dormir con ellos, planteándose lo incómodo de la situación, y había cogido otra habitación para él solo, ya que aunque Castiel iba con ellos, no necesitaba dormir.

—Chicos— dijo Sam en la entrada de la habitación, interrumpiéndolos. Emma se giró hacía el mientras Dean lo observaba desde la cama—. Mañana, a las nueve, quedamos aquí.

—¿Me traerás el desayuno, Sammy?— preguntó el mayor, Sam alzó una ceja y desapareció de la entrada cerrando la puerta detrás de él. La pelirroja volvió su mirada al cazador sin poder evitar reírse—. De hecho podría haber traído la cena, me muero de hambre— Emma se giró para sacar de la bolsa otro pastel que había metido esa mañana en la compra sin que él se diese cuenta—. Por eso me gustas— dijo cogiéndolo al vuelo, se levantó de la cama y se acercó a la pequeña mesa que había al lado de la puerta de la entrada para comérsela.

—Es bueno saberlo— Emma se volvió a agachar al lado de la bolsa para coger una camiseta que usaba de pijama y después dirigirse al baño. Cuando salió, el rubio ya se había zampado todo el pastel y estaba tirando el plástico a la papelera de la habitación—. Anda que me has dejado algún trozo— comentó bromeando.

—Lo siento— se disculpó Dean con cara de cachorro alternando su mirada entre ella y la papelera a la que acababa de tirar el envase.

—Es broma, no tengo hambre— comentó tirándose encima de la cama. El chico alzó una ceja y se fue en dirección al baño quitándose la camiseta con intención de irse a la ducha.

Emma se le quedó mirando, y sin pensárselo dos veces se levantó de la cama de un salto con intención de pillarle desprevenido. Era algo que se había propuesto desde que semanas atrás el le hubiera reprochado que no tuviera ningún reflejo.

Alzó su brazo izquierdo en dirección al hombro derecho del chico. Dean oyó su carrera milésimas de segundo antes de notar el agarre sobre su hombro, cogió la muñeca de la pelirroja, tirando de ella hacia delante, haciéndola pasar por su lado, para después soltarla ese brazo, cogerla de la cintura y girarla hacia él, chocando contra la pared. Se quedó mirándola con una ceja levantada, aprisionándola contra el muro, mientras tenía media sonrisa puesta en la cara.

—¿Con qué frecuencia vas a intentar matarme? Lo digo por no bajar la guardia— Emma se encogió de hombros mientras bajaba la vista al abdomen del cazador, para después devolverlos a sus ojos, las dos profundidades verdosas de él, que la estaban mirando ansiosamente la boca.

En un momento los labios del cazador se encontraban sobre los de ella, para después apretar sus caderas, provocando un gemido de la pelirroja y aprovechándolo para introducir su lengua en la boca de ella. La chica enrolló los brazos alrededor del cuello de Dean, notando sus manos recorriéndole por debajo de la camiseta y separándose lo justo como para ayudarlo a quitársela, sin llevar nada más debajo aparte de las braguitas.

Entre besos ambos llegaron al baño, ella enredando sus manos en el cinturón y la cremallera de los pantalones del cazador, para después dejarlos caer al suelo junto con el resto de la ropa. La ducha era una pequeña mampara pegada a la pared, que Dean abrió entrando y tirando de ella, aprisionándola otra vez entre su cuerpo y los azulejos que decoraban la pared de aquel lugar para después abrir el grifo haciendo que el agua comenzase a caer sobre ellos. La apartó ligeramente de la misma hasta poder cogerla por la parte de atrás de las piernas, acercándola a él, gesto que la pelirroja interpretó, pegando un pequeño salto y envolviendo al chico con sus piernas alrededor de las caderas de él, que volvía a besarla desesperado. La pelirroja se dejó caer ligeramente, permitiéndole entrar en ella, quedándose ambos estáticos durante unos segundos, disfrutando de aquella sensación. Instantes después él comenzó a embestirla, retrocediendo despacio y entrando de la misma manera al principio, con ligeras pausas, para después comenzar con más ritmo. Las respiraciones de ambos se fueron acelerando, obligándolos a separar sus bocas para poder respirar entre gemidos. Los dos iban notando como algo crecía dentro de ellos, provocando que las embestidas de Dean se fuesen volviendo más irregulares y ella se fuese tensando cada vez más, la sensación obligándola a arquearse, para después dejarse ir, estallando en clímax, y quedándose ambos sin aliento. Se mantuvieron en la misma posición unos segundos, bajo el agua caliente. Ella le daba tiernos besos sobre el cuello, mientras él descansaba la cabeza sobre el hombro de Emma, dejándose hacer.

BECOMING A HUNTER ⇘ SUPERNATURAL ✓ EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora