BECOMING A HUNTER ⇘ SUPERNATURAL ✓ EDITANDO

CAPÍTULO 16: Real or not real?

-¡Sam! ¡Abre los ojos!- Siguió aquella orden, respirando agitadamente y observando todo lo que le rodeaba. Se levantó del suelo y entró al búnker, empujado por Castiel. Crowley ya iba delante de ellos aún a la carrera, en busca de protección.

Cuando aparecieron en las escaleras de metal, Liz los esperaba al lado de la mesa mapeada, con las manos cerradas en puños y la cara llena de preocupación.

-¿Cómo?- Preguntó Sam una vez que llegó abajo y la chica se abalanzó sobre él, abrazándolo.

El ángel le miró confuso, respirando también con dificultad mientras se apoyaba en la mesa.

-¿Cómo, qué?

-¿Cómo hemos salido de allí abajo? ¿Cómo estamos aquí?- Preguntó nervioso. Sentía cómo las lágrimas de pánico amenazaban con salir de sus ojos.

-No podía transportarnos ahí abajo, así que te he sacado por el portal y nos he traído aquí en cuanto hemos atravesado la salida.- Explicó aún confuso por la expresión de Sam.

-¿Qué ocurre, Sam?- Preguntó Liz detrás de él, sabiendo que algo no estaba bien después de que él le hubiese soltado el abrazo con ímpetu.

Crowley frunció el ceño, y después abrió la boca, suspirando y comprendiendo todo.

-Oh, vamos, alce. La altura perjudica el maldito riego de tu cabeza.- Se quejó mientras los otros dos le observaban confusos.- Se piensa que sigue en el pozo. Cree que Lucifer le ha cogido y que sólo está jugando con su imaginación.

-¿Qué?- Preguntó Liz asustada, viendo como el castaño trataba de alejarse de ellos. ¿Estaba en estado de shock?- Sam.- Le llamó tratando de acercarse a él.- Mírame. Eh...- Dijo cogiéndole de ambas mejillas y obligándole a poner sus ojos sobre ella.- Soy yo, Sam. Soy yo, estas bien, todo esta bien, has salido de allí.- Casi le suplicaba con la voz que le creyese. Sabía todo lo que había pasado años atrás, cuando había estado en el infierno. Había sido uno de las fases que había sufrido mientras comenzaba a abrirse a ella.

La volvió a apartar de un empujón, sorprendiéndole al aparecer sosteniendo el cuchillo que ella solía llevar en la cintura.

-Ahora lo veremos.- Anunció él. Gritó cuando se movió con el cuchillo, temiendo que hiciese una tontería. Pero lo único que hizo fue un corte en su mano, largo, pero poco profundo, siseando mientras lo hacía y comenzaba a manar sangre a borbotones de la herida.

-¡Sam!- Llamó su atención volviendo a acercarse a él y quitándole el cuchillo, cogiendo la mano herida entre las suyas. Se asustó más cuando comenzó a oír la risa del chico y pasó su mirada de él a los otros dos. Castiel tenía la misma cara que ella debía mostrar en aquel momento, mientras que Crowley sonreía. Definitivamente se había vuelto loco.

Se vio forzada a volver a mirarle cuando notó la mano de Sam en su nuca, obligándola a besarle. Rápidamente el castaño presionó con su lengua, pidiéndole acceso completo a su boca, y ella se vio incapaz de negárselo, sorprendida.

-Se ha dado cuenta de que es real.- Oyó a Crowley explicarle al de la gabardina lo que ocurría.

En cuanto se separó de él comenzó a golpearle el pecho dejando escapar un par de lágrimas.

-¡Eres gilipollas! ¡¿Sabes el susto que me has dado?!

Cuando la barrera que le había puesto la muerte al volver del infierno, había comenzado a derrumbarse, lo único que le había permitido discernir entre realidad y ficción había sido el dolor. Dean le dijo en un momento que el dolor del infierno y el del mundo real eran diferentes, y él mismo lo había comprobado, por eso se había hecho el corte en aquel momento en la mano. Y esperaba que no le tachasen de sadomasoquista al decir que se había sentido jodidamente bien al sentirlo. Apretó a Liz contra él con la mano buena mientras seguía riéndose y ella le golpeaba como loca.