BECOMING A HUNTER ⇘ SUPERNATURAL ✓ EDITANDO

Capítulo 6: On board

Sam cogió las bolsas de sangre que habían traído Liz y Castiel. Antes habían tenido que limpiarla haciendo que un cura la santificase, mientras que Sam se había encargado de volver a hacer que el suelo de aquella sala fuese sagrado por medio del agua bendita. Después de todo una bruja y un demonio habían sido encerrados allí abajo, y estaba seguro de que eso había destruido toda la clase de protección santa que hubiese podido tener.

Puso las manos a ambos lados de la mesa suspirando. Había esparcido la cinta con las jeringuillas, disponiéndose a coger ocho de ellas, y llenarlas con las correspondientes dosis de sangre que iba a necesitar. Trató de mentalizarse con lo que iba a hacer, la experiencia le decía que aquello no mataría a Emma, y había sido muy rápido al decir que no se iba a inmutar con el comportamiento de la chica. Verla en el mismo estado que había estado su hermano tiempo atrás le traía recuerdos que no quería tener en la mente, por el simple hecho de que acordarse de Dean no le hacía ningún bien. Aunque lo único que en aquel momento le consolaba ligeramente era saber que el rubio estaría de acuerdo con aquello.

Emma en aquel momento observaba a la pared mientras los otros dos hacían lo mismo con ella. Ante los ojos de los demás la chica parecía resignada a lo que pensaban hacer con ella, pero en su interior era un torbellino de rabia y odio hacia los tres que le rodeaban, y trataba de alcanzar alguna idea que le hiciese salir de allí, pero la trampa para demonios y los agarres le impedían cualquier movimiento, y mientras aquello siguiera asó le iba a ser imposible tratar de realizar cualquier plan, si antes no se deshacía de ellos.

Castiel y Liz se echaron para atrás cuando el castaño se dirigió hacia ella con la primera jeringuilla.

-Sam, ni se te ocurra.- Advirtió la chica mirándole de lado y volviendo a hacer aparecer sus ojos negros. -¡SAM!- Grito casi gruñendo y tratando de lanzarse hacia él. El menor de los Winchester suspiró y empleó la misma táctica que con su hermano. Roció agua bendita encima de la chica y aprovecho la distracción de esta para clavarle la primera de las dosis en el brazo. Se retiró con rapidez mientras Emma seguía quejándose y los últimos rastros de humo terminaban por desaparecer de su piel. - ¡Serás hijo de pu..! ¡Waaa!- Comenzó a gritar.- ¡Joder!..¡Joder, joder, joder!- Sentía casi como fuego expandiéndose desde la zona en la que Sam le había pinchado, quemándola como si fuese el mismísimo infierno. Parecía que estuviese a punto de consumirse desde dentro y comenzó a notar el pulso latiendo en sus sienes mientras se preguntaba cómo era si quiera lógico que no hubiese estallado en combustión espontánea.

De repente todo aquello se detuvo y se encontró respirando con dificultad mientras los demás la miraban. Liz parecía estar viendo a un fantasma, agarrada a uno de los brazos del ángel, mientras este la miraba preocupado. El único que tenía cara de "Esta es la mierda que hago todos los días" era Sam, casi parecía aburrido.

Sin si quiera dirigirse a ella, fue en dirección a Liz, sacándola de allí. Sabía que la rubia debía estar impresionada. Era cazadora, al igual que lo había sido él durante prácticamente toda su vida, pero los cazadores rara vez se enfrentaban a lo que ellos.

Después de ese tiempo, Liz comenzaba a comprender la forma de actuar que habían tenido ambos hermanos hasta ese momento, y ahora tenía más claro que nunca que no podía culparles por lo que habían hecho. En menos de un mes Sam se había visto obligado a afrontar la muerte de su hermano, y tratar de recuperar a la novia de este que se había hundido hasta el fondo en lo que ella podría llamar "el lado oscuro".

-¿A dónde vamos?- Preguntó la rubia a Sam mientras este continuaba tirando de ella a través de los pasillos del búnker. Estaba casi ida, en shock por lo que acababa de ver.

-Lejos de esa sala. No tienes por qué ver esto.- Contestó el menor de los Winchester. En aquel momento su única intención era alejar a Liz de allí.