CAPÍTULO 11: New girl in town

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Dean entró en la sala de la biblioteca, después de haber pasado a por un vaso de whiskey a la cocina. Sam estaba sentado en una de las mesas, otra vez con el portátil delante y con una pila de libros a su lado.

—¿Cómo vas?— le preguntó a su hermano.

—Nada, hasta ahora— se dejó en la silla en frente de él, ofreciéndole el otro whiskey que había cogido. Cogió uno de los libros, y se puso a ojearlo — En todos los sitios pone que fue la primera mujer de la Tierra. Yo pensaba que había sido Eva.

—Pues yo pensaba que había sido una mona — comentó el otro provocando una risa de Sam.

—Estamos dejando a la evolución por los suelos— añadió él. Después de unos segundos de silencio incómodo volvió a hablar —¿Qué vamos a hacer con Emma?

—Cosa tuya, tú has sido el que ha querido que viniese con nosotros.

—Dean...

—Yo que sé. Ni si quiera sabemos por qué la persiguen los demonios.

—Podríamos preguntarle a Crowley. Al fin y al cabo es el Rey del Infierno— sugirió, haciendo levantar la cabeza a Dean con una mirada asesina. Seguía con sus ojos puestos en la pantalla. Su cara estaba llena de heridas, las cuales le había hecho él mismo.

—¿Te duele?— levantó la cabeza y le observó de forma interrogante y la boca encogida, con esa cara que ponía siempre que estaba concentrado o cabreado. El rubio no pudo evitar reirse ligeramente —. La cara, Sam.

—No, estoy bien— dijo poniendo su cara de nuevo sobre los libros.

Al poco, un movimiento por el rabillo del ojo llamó la atención de ambos hermanos. Emma entraba en la biblioteca, observando todo a su alrededor mientras pasaba junto a las estanterías. Tenía el pelo rojizo totalmente húmedo, casi llegándole a la cintura. 

El rubio pensó en lo equivocado que había estado. No era tan baja como pensaba, y tampoco parecía tan niñata ahora que se había cambiado, aunque seguía llevando la misma camiseta, se había puesto una camisa a cuadros encima y se había cambiado los vaqueros por otros más claros. Dean se encontró con sus ojos al terminar su repaso. 

Joder, no iba a acostumbrarse a eso. Eran demasiado azules, demasiado claros.

—Hola— saludó, pasándose una de las manos por el brazo, con inseguridad.

—Hey, ¿has encontrado el baño?— preguntó el castaño. Ella asintió emitiendo una media sonrisa como respuesta.

—Ehm... no os he dado las gracias por todo.

—No te preocupes. ¿Te has instalado ya?— insistió Sam, de nuevo mucho más sociable que su hermano.

—Sí, pero os prometo que buscaré alguna casa o algo, no quiero ser una molestia.

—Sam tiene razón— interrumpió Dean, para sorpresa de los otros dos —. No sabemos qué es lo que quieren contigo, y hasta que lo averigüemos, deberías quedarte.

—Gracias— el mayor de los hermanos asintió mientras el otro le miraba con una media sonrisa en el rostro —. ¿Puedo...? ¿Puedo ayudaros en algo?

—Estamos buscando información sobre Pandora— contestó Sam—. Si quieres unirte.

—¿Pandora? ¿La de la caja de Pandora?

—Ajá— respondió Dean—. Resulta que hemos abierto uno de sus sellos— la pelirroja les miró confusa, así que Sam procedió a contarle todo lo que Castiel les había explicado a ellos.

—Hay algo que no entiendo. Has dicho que habéis abierto el sello. Vosotros  — ambos hermanos se miraron, pensando como contarle aquello.

—Digamos que a Sam le gusta jugar con la magia— soltó el rubio, recordando de dónde había venido todo aquel lío.

—Dean tenía la marca de Caín.

—¿La marca de Caín?—insistió ella, torciendo el gesto por la cantidad de información que estaba recibiendo en tan poco tiempo.

—Eres como un loro, ¿lo sabías?— esta vez el mayor se ganó una patada de Sam por debajo de la mesa.

—Es una historia bastante larga. Conseguimos quitarle la marca, y con ello rompimos el sello de "la Oscuridad".

—La Oscuridad...— repitió, pasándose una mano por la cara, tratando de asimilarlo.

—Ahí vamos otra vez— en ese caso, fue Emma la que le echó la mirada asesina. 

"Bueno, al menos se va soltando".

—Me suena, creo que él último demonio sabía algo.

—¿Puedes recordarlo?

—Lo intentó, pero es como, es como si hubiese algo que me bloquea el paso al recuerdo.

Los hermanos pasaron el resto del día buscando entre los libros, sin encontrar muchas pistas. Habían descubierto más cosas con lo que el ángel les había contado en el motel, que en todo lo que habían visto en los libros. Emma intentaba ayudarles, Dean tenía que admitir que era simpática. 

Cuando se quisieron dar cuenta eran bien entrada la noche y tenían un plato de macarrones delante cada uno, con una cerveza. Ella incluida. Por lo poco que pudieron ver se parecía a Sam, ambos parecían unos "nerds", según palabras de Dean. Si alguno encontraba alguna cosa empezaban a comentarla entre ellos, haciendo que al otro le costase seguirlos.

BECOMING A HUNTER ⇘ SUPERNATURAL ✓ EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora