CAPÍTULO 59: Trap

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Había comenzado a usar el coche de Liz para moverse de un lado a otro. Habían conseguido información de un demonio que les había dirigido a un almacén abandonado a las afueras de Lawrence, demonio que ahora llevaban en el maletero del Honda CR-V.

Dean le hizo una señal a Castiel para que saliese a echar un vistazo en el mismo momento en el que aparcaron por la parte trasera del almacén. En un abrir y cerrar de ojos, el ángel estaba fuera sin usar la puerta.

-Creo que no me voy a acostumbrar a esto nunca.- Comentó la rubia bajando de los asientos traseros.- Normalmente me cargo a cualquiera que hagas cosas como esas.- Dijo refiriéndose a la manía del ángel de aparecer y desaparecer.

-Dean no se ha acostumbrado aún.- Contestó Sam sonriendo.- Sobre todo cuando le pilla saliendo de la ducha y esas cosas.

Normalmente una broma como aquella habría hecho saltar todas las alarmas del mayor de los Winchester, pero aquellos días estaba ausente y hablaba lo justo como para organizar los planes. Se dedicaba a dormir, comer, pelear matar y vuelta a empezar desde el principio. Sam suspiró al no encontrar la respuesta que quería por parte de su hermano.

-¿Qué ves?- Preguntó el castaño a Castiel situándose a su lado. El ángel observaba la fachada del lugar con los ojos entrecerrados.

-Nada.

-¿Cómo que nada?

-No hay sigilos que prohíban la entrada a los ángeles fuera. He estado dentro y sólo hay una única sala protegida.

-Muy bien. Manos a la obra.- Dijo Sam.

-Sam.- Lo llamo el ángel de vuelta.- Ya sé que en ocasiones como estas debería mentir y decir que la vamos a encontrar. Pero sinceramente no creo que esté ahí dentro.

-Has dicho que hay una sala protegida ¿no?- El de la gabardina asintió como respuesta.- A lo mejor la tienen ahí dentro.

-No hay nadie protegiéndolo, y no noto la presencia de ningún demonio.

-Escucha, Cas. Tenemos que intentarlo. Aunque no esté ahí dentro, si no le damos algo a Dean con lo que entretenerse acabará por volverse loco. - El ángel asintió cerrando los ojos y se dio la vuelta para volver en dirección al coche donde Dean y Liz estaban sacando armas de la bolsa que habían sacado con anterioridad del maletero.

-¿Has encontrado algo?- Preguntó Dean al ángel cuando este se situó junto a ellos.

-Hay una sala protegida ahí dentro, Cas cree que...

-Le he preguntado a él.- Dijo mirando con seriedad a su hermano mientras señalaba a Castiel.- ¿Qué piensas?- El ángel paseó su mirada entre ambos hermanos que estaban delante de él sin saber qué decir a continuación. Sam le instaba con la mirada a que le dijese otra cosa que no fuese lo que realmente pensaba. Pero Dean era su amigo, y cuando se trataba de ellos dos, le era casi imposible mentir.

-No creo que haya nadie aquí, Dean.- El menor de los Winchester puso los ojos en blanco ante su respuesta, negando con la cabeza dándose la vuelta. Liz lo observaba todo con una ceja alzada.- Es cierto que hay una sala protegida ahí dentro, pero no detecto la presencia de ningún demonio.

Dean asintió, mirando hacia el almacén y después al resto de los que estaban allí con él.

-Sam, Liz, id preparando a nuestro amigo.- Ordenó señalando el maletero del coche.- Cas, tú vienes conmigo, aunque no haya nadie aquí puede que encontremos alguna pista.

BECOMING A HUNTER ⇘ SUPERNATURAL ✓ EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora