BECOMING A HUNTER ⇘ SUPERNATURAL ✓ EDITANDO

CAPÍTULO 54: Can't live without you

-¿Habéis dormido juntos?

-Dean...- le reprochó su hermano menor.

-Pero ¿cómo de juntos?

-Dean, hombre, me colgaban los pies del sofá y la cama es lo suficientemente grande para los dos.- El mayor de los Winchester había esperado hasta la tarde, inquieto por poder interrogar a su hermano, con la escusa de que tenían que preparar el coche para la cacería de aquella noche, ya que no habían tenido oportunidad de quedarse solos y hablar en todo el día.

-Joder, Sammy, eres una puta mojigata. Tenemos suerte de tener eso aún.

-¿A qué te refieres?- Preguntó el castaño mientras su hermano cogía una esponja del cubo que había sacado de la casa y se disponía a limpiar el coche.

-Ya sabes, a la trinchera, y después si te he visto no me acuerdo.- Dijo explicándose y gesticulando con las manos, provocando que un montón de minúsculas gotas de agua saliesen desprendidas de la esponja en todas direcciones.- Y tú has decidido guardar tu virginidad para el fin de los tiempos.

-Así que eso es Emma para ti ¿un lio de una noche?

-Lo mío es diferente, soy el mayor- replicó dándole un ligero golpe en el pecho con el reverso de la mano para apartarlo mientras comenzaba a lavar la luna delantera del coche.- Además ya era hora de que sentase la cabeza.- Sam soltó el aire por la nariz a modo de risa, y cogió otra esponja mientras observaba a su hermano.

-De todas formas no es la típica tia que te encuentras una noche en un bar de carretera y te llevas a la parte trasera del Impala. Además de que nos odia ¿No recuerdas lo que dijo ayer de nosotros?

-¿Y qué? ¡Esta buena Sam! Y puede que tus maravillas mejoren su humor y cambien su opinión sobre nosotros. Además huele bien.

-¿Qué clase de argumento es ese? ¡¿Huele bien?! ¿En serio?- Vaciló Sam mientras le lanzaba a su hermano la esponja empapada por la estupidez que acababa de soltar.

-¿Quién huele bien?- Preguntó Emma saliendo por la puerta de la casa, con tres cervezas en las manos y seguida de la rubia.

-El coche.- Contestó Sam con rapidez mientras se oía un "Nadie" proveniente de su hermano.

-Dean tiene la manía de personificar objetos inanimados.- Explicó la pelirroja a la cazadora.

-Ya veo.- Respondió Liz sonriendo.- ¿Es un Chevy Impala del 67? - Indagó la chica acercándose donde Dean estaba bebiendo un trago de la cerveza que Emma le había traído. Este asintió distraído mirando su coche.- Entonces es lógico, es todo un clásico.- Liz paseó alrededor del Chevy, pasando su mano sobre el capo del mismo mientras sonreía.

-Eh, que le hayas echado un piropo no implica que puedas dejar tus huellas después de haberlo limpiado.- La chica volvió hacia ellos con las manos levantadas en signo de disculpa.

-Es un coche. Hazme un favor y no le eches más leña al fuego, Liz. El mío también era un clásico y jamás me habréis visto tratarlo como tú tratas al Impala.

-No es sólo un coche, tiene recuerdos, he pasado más tiempo en el asiento trasero de ese coche que en cualquier motel o casa a la que puedas llamar hogar. Tú tienes esto,- Explicó señalando la casa de Emma con un gesto de la mano con la que sujetaba la cerveza- yo esto.

Sam sonrió recordando los soldaditos que había dejado atascados en uno de los huecos de la puerta, sus iniciales grabadas en el techo junto con las de Dean, los lego atascados en el mecanismo del aire acondicionado. El coche había acabado destrozado millones de veces, y todas ellas, cuando Dean lo había reparado, se había asegurado de dejar esos detalles intactos. Algunos guardaban fotografías como recuerdos, pero su hermano hacía eso. Y lo respetaba por ello, quizá no era el hombre más melancólico del mundo, pero esas cosas eran las que le hacían saber que siempre se cuidarían la espalda el uno al otro, por eso también el tenía cierto cariño a ese Chevrolet Impala del 67, aunque disfrutase de burlarse de Dean al igual que lo estaba haciendo Emma en ese momento.