BECOMING A HUNTER ⇘ SUPERNATURAL ✓ EDITANDO

CAPÍTULO 56: Scream

-Sigo pensando que esto no es una buena idea.- Comentó Dean desde el asiento de conductor del Impala.

-No podemos dejar que muera más gente. Además, tarde o temprano teníamos que ir a Lawrence, y esto nos pilla de camino.

-Voy a destrozar a ese cabrón antes de plantarle una maldita bala de plata en el corazón.

-Dean, ¿estas seguro de que la marca no deja secuelas?- preguntó la pelirroja recibiendo como respuesta una mirada asesina.- Vale, joder... Sólo digo que la que tiene la marca soy yo, no tú. Y parece que el que tiene el instinto asesino por las nubes eres tú, Dean Winchester.- La chica había intentado llevar las cosas con toda la normalidad de la que se sentía capaz después de la conversación que había tenido con el rubio unas horas atrás. Temía las repercusiones que podría ocasionar aquello. Quería a Dean, lo amaba para ser exactos, y probablemente la sensación que él se había llevado después de lo ocurrido en la cabaña era que se había dejado llevar por el estrés, o simplemente que todo lo de la marca la había sobrepasado.

Pero realmente no lo había hecho por aquello. Simplemente no se había atrevido a decírselo antes y la noticia de lo de Lawrence le había hecho darse cuenta del poco tiempo que les quedaba.

Dean le distrajo de aquellos pensamientos, observando el Honda CR-V que venía tras ellos y comenzando a soltar bufidos.

-¿Se puede saber qué te pasa ahora? Te juro que si sigues así te acabaré poniendo un cascabel en el cuello. Sólo falta que se te erice el pelo.

-¿Por qué Sam se ha vuelto tan fanático de la nueva Barbie cazadora?

-No querría dejarla sola. Y no es que nosotros seamos buena compañía últimamente.- Emma imitó el gesto del rubio y miró por el espejo retrovisor al coche que pertenecía a Liz. No podía verles a través de tantos cristales, pero se los imaginaba charlando sin parar. Desde que se levantaban hasta que se acostaban parecía que tenían algo que contarse el uno al otro, cualquier tema o curiosidad. A palabras de Dean eran un "Maldito par de nerds frikis de pokemon". Estaba segura de no haberles oído decir una palabra de aquellos animales mutados, pero a Dean siempre le molestaba cualquier persona que alejase a su hermano de él. Con aquel pensamiento le salió una pequeña carcajada que puso en guardia al mayor de los Winchester.

-¿De qué te ríes?

-Eres como el hermano mayor que protege a su hermanita.

-Me pregunto cómo se sentirá Sam cuando sepa que es la mujer de la relación.

-Oh, la longitud de su pelo demuestra que ya lo tiene asumido.- Esta vez la carcajada salió de la boca de Dean. Adoraba cuando se reía de aquella forma, cuando le salía de forma tan natural. Durante aquellos cortos segundos parecía liviano, como si todo el peso sobre sus hombros hubiese desaparecido.

-Cas, creo que no te había visto tan callado en toda mi vida.- Comentó Dean después de que el silencio volviese a cubrir aquel habitáculo.

-Shhh.- Contestó el ángel.

-¿Cómo que...- Comenzó a decir el mayor de los hermanos girándose sobre el asiento.

-Shhhh, no me desconcentres.- Dean dedico una mirada enfurruñada primero al ángel y después a Emma, que observaba a Castiel sin entender qué era lo que ocurría.- Tengo... tengo acceso otra vez a radio-ángel.

-¡¿Qué?!- gritó Dean mirando otra vez a Cas desde el retrovisor.- ¿Desde cuándo?

-Hace una hora, aproximadamente.