BECOMING A HUNTER ⇘ SUPERNATURAL ✓ EDITANDO

CAPÍTULO 42: It is not silver either

Los tres volvían a estar en el búnker. Emma estaba tirada en uno de los sofás con el móvil en la mano, indagando sobre más residentes alemanes por la zona en la que atacaba la niña, agotada por el día que llevaban, mientras Dean rebuscaba en los registros que les habían facilitado sobre exhumaciones y su hermano revisaba en internet sobre el aviso de cualquier robo de tumbas que pudiese haberse producido en aquellos días.

-Hay una familia cerca.- Anunció la chica. – Deberíamos volver cuanto antes si no queremos que la niña se lleve por delante a otra unidad familiar entera.

-Aquí no hay nada.- Informó Dean con un suspiró.- Ningún cadáver ha sido exhumado últimamente.- Ambos miraron al menor de los hermanos, esperando que les diese alguna información, ya que Dean no había llegado a nada.

-Aquí está- anunció- profanación de tres tumbas hace unos días en un cementerio cerca de Glasco. – Emma y Dean se levantaron rápidamente de sus asientos, poniéndose al lado del castaño.

-¿Se sabe de quién son las tumbas profanadas?- Indagó Dean quitando el ratón de la mano a su hermano y comenzando a bajar por la pantalla.

-No dan nombres.- Comentó Sam.- Lo único que se me ocurre es ir allí y ver las fechas en las lápidas.

-Vale. Vosotros dos iréis al cementerio, buscaréis la tumba de la cría y quemaréis sus huesos. Necesito que me des la dirección de la casa de la siguiente familia.- Exigió señalando a Emma.

-¿Piensas ir sólo?- Preguntó esta.

-Tiene razón Dean. La tumba ya estará excavada es mejor que vayan dos a la casa.- Apoyó Sam a la pelirroja. En la mente de Dean se inició un debate. Tenían razón, sabía que si tenía a alguien de apoyó le sería más fácil protegerlos. Pero no quería que Emma estuviese en la casa, si realmente la marca no le estaba haciendo efecto aún, liarse a golpes con un monstruo podía despertar a la marca. Tampoco quería dejarla sola y perderla de vista, pero si iba con ella dejaría a Sam sólo en la casa enfrentándose con el fantasma de la niña. Intuyendo la batalla que se estaba formando en cabeza de su hermano, Sam optó por sugerir lo que le parecía más fácil.

-Y si Emma va al cementerio y quema los huesos, mientras nosotros nos encargamos de proteger a la familia.

-No quiero dejarla sola.- Anunció Dean.

-Vamos, Dean, es la tarea más fácil, y probablemente es el lugar en el que más a salvo se encuentre.

-Eh, eh, eh, que se defenderme sola.- Se quejó la chica, mientras Dean miraba alternativamente a uno y otro.

-Esta bien.- Aceptó tras una breve pausa.

Rápidamente los tres comenzaron a moverse. Emma cogería su propio coche para ir al cementerio, mientras los otros dos irían en el Impala. Dean saco una escopeta cargada con cartuchos de sal y se la dio a la pelirroja junto con la vara de hierro que había llevado en el caso del silampa.

-Ten cuidado.- Dijo mientras ponía la escopeta en sus manos.

-Ten cuidado tú, al fin y al cabo vas a ser el que esté metido en toda la acción.- Dijo la chica con una media sonrisa.

-Te lo digo en serio, si el fantasma sospecha de nuestros planes en algún momento irá a por ti.- La chica asintió y se puso de puntillas para depositar un beso en los labios de Dean. – Luego te veo.

Se metieron en el coche, y arrancaron antes de que ella metiese las cosas dentro de su Imperial. Se montó y puso su móvil en el hueco del indicador de velocidad para que el gps le indicase el camino. Cuando cogió la carretera, las luces del Impala parecían una luciérnaga al fondo del camino. Pasados casi 40 minutos vio como cogían un desvío, mientras ella debía continuar adelante. En su mente rezó porque no les ocurriese nada.