BECOMING A HUNTER ⇘ SUPERNATURAL ✓ EDITANDO

CAPÍTULO 13: Shapeshifter

Entraron en la habitación del motel, habían cogido una con tres camas individuales. El rubió se tiró en la cama mientras me quitaba la corbata mientras emma se apoyaba sobre la pequeña mesa junto a la puerta y Sam imitaba a su hermano.

—Odio estos trajes—sentenció Dean.

—Después de tanto tiempo deberías estar acostumbrado— le dijo Sam.

Ante toda respuesta, el aludido se encogió de hombros. Emma se quitó la gabardina y se tumbó en la cama que estaba al lado de la suya.

—¿Cuál es el plan?—preguntó.

—Los asesinatos han sido todos cometidos en el mismo vecindario. Así que el cambia formas debe tener la guarida cerca—explicó Sam.

—Podemos meternos en las alcantarillas del vecindario esta noche.

—Yo voy a darme una ducha— anunció Dean, incorporándose con rapidez de la cama.

—¿Te quieres poner guapo para las ratas?—bromeó Emma.

—No te equivoques Gin, me pongo guapo para ti.

—No soy una de tus bebidas alcohólicas- le espetó la chica, que en los pocos días que llevaba con ellos se había dado cuenta de su pequeña adicción.

El cazador había comenzado a llamarla así un par de días atrás, en una de las discusiones que habòan tenido. Le había dejado en la sala de la biblioteca sin saber que contestarla, y se había quedado viendo cómo se alejaba con su melena rojiza moviéndose tras ella.

La verdad es que ni a él le parecía un mote muy ocurrente, pero le hacía gracia y a ella la cabreaba, así que... (Gin à ginger pelirroja en inglés).

Aunque tenía que admitir que tenía razón. No tenía sentido que se  duchase en aquel momento si por la noche iba a llenarse de mierda. Así que se tumbó de nuevo en la cama y puso la tele.

Emma se levantó de la suya y empezó a rebuscar entre la ropa que había traído en una bolsa, sacando unos pantalones negros, playeras, y una blusa de color azul oscuro encima de una camiseta negra. Después se metió al baño.

—Puedes cambiarte delante de nosotros si quieres— la vaciló, viendo como le enseñaba el dedo corazón antes de cerrar la puerta del baño tras ella.

Sobre las seis, Dean decidió hacer lo mismo. Sam cogió también su ropa normal y ambos se cambiamos, mientras Emma dormía en una de las camas. Se acercó a ella una vez que hubieron terminadocon intención de despertarla.

—Gin...

—Si me vuelves a llamar Gin te juro que te suelto un puñetazo— le cortó girándose en la cama para darle la espalda.

—Me gustaría verte intentarlo. Nos vamos a las alcantarillas—anunció, haciendo que ella se incorporase como un resorte—. Tú no vienes.

—No entiendo por qué me llevas la contraria, si sabes que al final voy a acabar yendo— replicó, sentándose a los pies de la cama y se poniéndose las deportivas.

—Como quieras. ¿Vas a ir así?—preguntó, señalando lo que en un principio había confundido con unos pantalones. Realmente eran una especie de mallas, que al igual que la falda del traje, le quedaban totalmente pegados al cuerpo.

—Sip, deberías probarlo. Son hiper elásticos y a la hora de repartir leña son muy cómodos.

—Tú no vas a repartir leña— la cortó serio.

—Lo que tú digas.

—¡Emma ya vale!— gritó. Ella realmente le ponía nervioso. Ya era suficiente tratar con Sam cuando se ponía cabezota, no necesitaba otra niña.