¿Tengo Opción?

Cap 15

José me dejo hasta la entrada del palacio, saque de mi bolso la invitación en caso de que necesite mostrarla.

-Disculpa por arruinar tu noche con Ursula- comento con una sonrisa triste.

-Descuide, desde que trabajo para usted he tenido mucho tiempo libre para estar con Ursula y mi familia- le resta importancia al asunto, -recuerde cuidarse.

-Supongo que esas palabras son de Ursula- comento, un chico abre la puerta y me tiende la mano, -te estaré avisando- José asiente, tomo la mano del chico y bajo del coche.

-Buenas noches señorita- me sonríe cortésmente el chico, le devuelvo el gesto.

-Buenas noches- camino subiendo las escaleras que ya conozco, pero en vez de ir a la derecha por un pasillo, continuo al frente donde hay una inmensa puerta.

-Buenas noches señorita- me saluda uno de los cuatro guardias parados en la puerta.

-Buenas noches.

-¿Me permite su invitación?

-Por supuesto- lo saco fácilmente del bolso de mano y se lo paso al vigilante.

Después de revisar la tarjeta y mi nombre en su lista me devuelve la tarjeta, -que disfrute su velada- me dan paso y asiento con una sonrisa, cruce las grandes puertas y llegue al recibidor, donde todo estaba lujoso en decoración, obviamente era de esperarse ya que hablamos de la familia real, mientras admiraba los cuadros y la decoración me encamine a otra puerta custodiada por dos guardias al verme ambos abren las dobles puertas, por un momento me sentí como una princesa, quite ese pensamiento de mi cabeza, con una sonrisa entre al salón donde se esta celebrando la fiesta. Tan solo di unos cuantos pasos por el salón y me encontré con la reina Juliette que vestía con exquisites un vestido negro con doble tela una de seda y una encima de tejido en flores, un cinturón negro sellaba su silueta, una corona en su cabeza y lo demás son joyas, estaba hablando con unas señoras, al verme me sonríe, comenta algo para luego alejarse del grupo y acercarse a mi.

-Buenas noches alteza- inclino mi cabeza.

-Buenas noches señorita Connor- me sonrie, -¿Cómo estás?-

-Muy bien- le sonrió, -aunque todavía no me acostumbro a la idea.

-Por cierto, ese día que estuvimos hablando quede con una duda- comenta.

-Digame.

-Dijiste niños, ¿cierto?- pregunta insegura.

-Sí- respondo, -son dos bebés.

-Estoy muy feliz por ti- me sonrie, dan un ojeo por el salón y vuelve a mirarme, -hablando de hijos, te presentaré a mi hijo mayor- pone su mano tras mi espalda y con delicadeza me lleva a una pareja.

-Disculpe mi mala educación, pero prefiero que mi estado sea un secreto- le comento ya cerca de la pareja.

-Descuida, no dire nada, al fin de cuentas en unas semanas no será necesario decirlo, todos se darán cuenta- comenta, ya estando junto a ellos, Julie me mira, -te presento al príncipe Dustin Morrison- el chico es alto, castaño y tiene unos ojos verdes como su madre, y viste un traje a medida, -y ella su esposa la princesa Kaitlyn Tisdale- ella es rubia se nota que es natural, sus ojos son de un color ámbar y se nota que esta en forma y es más alta que yo, luce un vestido gris con plateado, el pecho hay dos tiras de tela de seda que se unen bajo el busto por un cinturón, a partir de aquí la falda cae con libertad; lo que es las cortas mangas, escote y espalda alta es cubierta por un tejido en plata; el resto ya eran joyas y una pequeña tiara en su cabeza.

A ambos los salude inclinandome un poco, al fin de cuentas ellos tienen el titulo de príncipes, seria descortés y poco educado de mi parte no hacerlo.

-Ella es Kimberly Connor, ella esta acargo del proyecto- comenta la reina señalándome discretamente.

-Vienes en representación de la empresa McKellen, ¿Cierto? -pregunta Dustin.

-Si, planeamos tener un vínculo especial con ustedes y la empresa McKellen para el beneficio de ambas, obviamente nosotros le brindaremos el mejor de los servicio a su familia y su pueblo - respondo.

-Me parece excelente- me sonríe.

-Cielo, puedes ir por unas copas- me mira y luego a la reina preguntandonos con la mirada si queríamos.

-No gracias- le aviso.

-Bien, ya vuelvo entonces- le da un corto beso en los labios a su esposa y se marcha.

-Bien, las dejo chicas, han llegado más invitados y nada que aparece Matthew- dicho esto se marcha.

-Menos mal que se fueron- la miro extrañada, me tiende la mano y la estrecho, -la verdad que extrañaba hacer un saludo normal- me sonríe, -es un placer conocerte Kimberly.

-Igualmente princesa.

-Dime Katie, de todas formas el princesa es muy formal para mi gusto.

-¿Cuánto tiempo tienen de casados?- pregunte observando como el príncipe hablaba con el rey.

-Ocho años- responde, -pero no creas, el título de princesa equivale a mucha responsabilidad, y eso que Dustin y yo decidimos abandonar el trono.

-¿Cómo así?

-Veras, yo soy una trabajadora, o bueno... lo era, pero no me hacía a la idea de ser reina porque significaba excesiva responsabilidad y además tener menor tiempo para la familia.

-Mmm ya veo.

Me la pase hablando un largo rato con Katie, ella es muy agradable y una persona con una actitud cariñosa, también conoci mejor a Dustin en cierta forma es rígido y a la vez relajado, soy una pareja que le caerían bien a todo el mundo, que pena que renunciarán al trono hubieran sido excelente reyes.

Me entretuve mirando el salón por unos minutos, por las extensas escaleras que daban a un pequeño balcón y tras de ella unas dobles puertas, estas se abre, por ella cruza un joven muy buen mozo, y una chica que reconocí al instante, lleva un vestido negro con decoración de flores blancas, el vestido le daba una figura envidiable.

-No puede ser- la vi bien, había confirmado mis sospecha, al pie de las escalera estaba una mujer aplaudiendo, -¿Es en serio?

-El es Matthew y su novia Gabrielle, aunque creo que ya es su prometida- comenta Katie, -aunque Matt no le ha dado el collar zafiro.

Y allí estaba, mi hermana bajando las escaleras y la mujer que aplaude es mi madre, lo que me faltaba.