Cap 33

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Holiss!
¿¡Cómo están!?
Espero que fantásticos y ansiosos por leer y saber más de la historia...
Disfrútenlo!
4/4
Cap dedicado a @Paolaarenas_79

-¡Santa mierda!- gruño al ver otra vez el mismo árbol, -joder- me apoyo de espalda al mismo, -es el mismo árbol o todos son iguales.

No sabia cuento tiempo llevaba en el bosque, pero ya estaba cansada, harta y muy adolorida. Camine sin detenerme, pero sentía que iba en circulos, porque veía el mismo árbol, no podía marcarlo, lo que no me aseguraba si era el mismo o no, en ningún momento escuche las olas, o note más claridad que me decía que me acercaba a la playa, pero no conseguí nada, estaba en medio del bosque con un estupido bikini, sin olvidar mi inmensa panza de cinco meses, y para empeorar con una jodida hambre.

-Su padre es un reverendo idiota- le digo a los bebes, ya sentada con mucha dificultad en el suelo, mi espalda se apoyaba al tronco del árbol. -Es un idiota porque no me detuvo, o me siguió para evitar esto- digo refiriendo a mi desorientada ubicación, -y el muy imbécil no ha venido a buscarme.

Sentí los bruscos movimientos de mis bebes, de cierta forma me pareció que a ellos no les agradaba mi comentario contra su padre, no sentí dolor pero si innumerables molestias.

-Ya esta bueno ¿no?- los reprendo.

Suspire con cansancio, en algún momento llegaría la noche, o Matthew, la pregunta seria ¿Qué llegaría primero?, escuche el crujir de las hojas secas cuando son pisadas, observó el lugar donde proviene, me levanto con dificultad, preguntándome si seria alguien o algo.

-¿Quién está allí?- pregunte acercándome poco a poco.

Dentro los troncos apareció una chica, su repentina presencia provocó un acelerar en mi corazón y con ello un brinco de sorpresa. La chica es morena, cabello negro y ojos castaños claro, la edad de ella redondeará los quince a dieciocho años, traía un vestido tejido bajo las rodillas de flores rosadas, y unas sandalias hechas a mano.

-Hola- hablo sabiendo que ella podría no entenderme, -me he perdido- hago mimica con mis manos, -quisiera volver a la casa de la playa, ¿sabes donde queda?

Ella me observa como si fuese un bicho raro, o por lo menos eso me hace pensar por su profunda mirada analítica, ella se limita a mirarme por segundos, para luego responder.

-Claro, es por allá- señala la dirección.

-¿Me entidades? Vaya sorpresa- respondo, -gracias.

-Por supuesto que te entiendo- contesta. -Sigue te guiare a la casa.

-Ohh Dios, muchas gracias- mis ojos brillan.

-Pero antes debo dejar estas cosas en el pueblo- se inclina y toma una cesta con diversidad de frutos.

-¿Pueblo?- pregunte sin creer.

-Si, es pequeño, porque en esta isla no hay mucho espacio- aclara y empieza a caminar, yo la sigo.

-Disculpa mi insolencia, ¿Está isla no es de la familia real de Inglaterra?- pregunte dudosa.

-Si, la isla se llama Hope- responde inclinándose esquivando las ramas bajas y teniendo cuidado con los grandes arbustos. -Pero hace unos dos años, unas tres familias naufragaron, y llegaron a esta isla, en ese momento estaban los reyes, nos permitieron vivir aquí y comenzar una nueva vida.

-¿Por qué no regresaron?- me atreví a preguntar.

-Por que, muchos de los niños de aquella zona morían de hambre, enfermedad o otras razones- contesta.

Preferí no preguntar más, tenia curiosidad de saber de donde venían y si esas fueron las razones para abandonar su hogar y naufragar. Caminamos y sentí que el frío se presentaba, con mis manos frotaba mis brazos, seguimos hasta llegar a un pequeño pueblo.

-Espera aquí- me indica, asiento.

Me ponía nerviosa, y el frío no ayudaba mucho, suspire para luego con mi aliento caliente calentar mis manos, minutos después aparece una mujer que aparenta unos treinta y tantos años, se acercó a mi con una sonrisa y una apariencia similar a la chica que me ayudo a salir del bosque.

-Hola, querida- se acerca a mi con una tela beige que cuelga de su brazo, -soy Marine, mi hija Dina,te trajo hasta acá- comenta, -pero te vi con sólo bikini y te traje un vestido- me lo pasa.

-Muchas gracias, no quiero molestar- contesto.

-No para nada, toma- me lo pasa.

A la final lo acepto y me lo pongo, me quedaba un poco suelto, ni siquiera en la panza me apretaba, es blanco y con detalles verdes, azules y rosados formando flores, había una cinta tras mi busto, pero no podía alcanzar por lo que vi a Marine ponerse detrás de mi y atarlo.

-Disculpe mi mala educación, soy Kimberly...

-Sabemos quien eres- comenta con una sonrisa, -eres la esposa del príncipe Matthew.

Suspiro, -la misma.

-Te traeré unas frutas y luego te llevaremos- antes de irse se inclina.

-No puede ser- gruño solo para mi.

Siempre había detestado esas costumbres de inclinarte ante alguien, porque al fin de cuentas no soy ni más especial, ni más hermosa, ni poderosa, soy una simple persona. Al aparecer de nuevo se inclino nuevamente.

-Por favor no te inclines- suplico.

-Pero majestad, le debo respeto.

-Nada que ver- respondo, -Tú eres una persona, yo igual, ¿Entonces por qué tratarme diferente cuando somos iguales?

-Es impresionante ver como es, y tiene toda la razón, somos iguales, y por eso le tengo más respeto.

-No entiendo.

-Que demuestra que una persona común tiene un valor único- contesta.

-Eso es cierto- estaba por añadir algo más pero aparece su hija.

-Ya nos podemos marchar- comenta.

-Ahh, esta bien- contesto con desánimo, deseaba conocer mejor el pueblo.

-Toma, para el camino- Marine me entrega una cesta pequeña con varias frutas.

-Muchísimas gracias- tomo una manzana y comienzo a comerla. -¿Cómo es la vida aquí?

-Muy tranquila y ocupada- contesta.

-Me parece un lugar muy hermoso- comento, miro por unos segundos mi abdomen imaginando una vida normal, en donde la persona con la que me case sea por amor, donde mis bebés crecen en un lugar tranquilo, en el campo, donde no había ni periodistas y mucha privacidad.

-Lo es- comenta, -en ocasiones te sientes aislado y solitario, pero son muy pocas las veces que sucede, la gente del pueblo son personas increíbles te hacen sentir que nunca estuviste perdida, si no que esta es tu tierra- contesta.

-Me parece fantástico.

¿Tengo Opción?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora