Cap 25

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Seguí en aquella lamentablemente posición, mis rodillas se hundían en la tierra del jardín, el sol se había ocultado, la lluvia seguí cayendo del cielo abriendose paso por las nubes para luego caer en pequeñas gotas que empapaban mi ropa, mi mirada estaba perdida en la tierra, mis lágrimas seguían cayendo por mis mejillas.

-Por Dios Kimberly- aparece mi madre asustada, al mirarla a los ojos, vi en ellos preocupación y tristeza.

-Estoy bien- dije a duras penas, con ayuda de ella logre levantarme.

-¿Qué haces aquí, y en medio de la lluvia?- ella traía consigo un paraguas, lo puso de tal modo que las gotas no caían más sobre mi, -estas toda mojada, cariño, esto no es bueno para su salud, vamos adentro- fuimos hacia la entrada del palacio del lado este, al no ver a nadie allí entre.

-¿Podría dormir contigo?

-Ohh cariño, no es lo correcto, debes ir a la habitación de Matthew él ha estado buscandote y se le veía muy preocupado.

-¿Puedo bañarme y vestirme en tu cuarto? -ella hace una mueca, lo cual me demuestra que ella no le parece bien la idea, -no quiero que Matthew me riña, no estos de humor para sus discursos.

-Esa forma de hablar me hace pensar que parece que se conocen de toda la vida, pero esta bien.

Me fui con ella a su habitación, donde me cambie, me presto una de sus grandes camisas, incluso por la espalda me llegaba a mitad del muslo, pero en el frente me llegaba mucho más arriba por el vientre.

-Demonios- digo estirando la tela para que nada se vea, -¿Se ve?

-No, pero ponte estos shorts, son de tela.

Obedeci y me los puse, -mejor- me siento junto a ella en la cama, -mama, Gabrielle si ama a Matthew.

-Bueno, yo no diría amar, a tu hermana le atrae y puede que le guste, pero que ellos estaban por casarse no era por sentimientos, si no que hicimos un contrato nuestra empresa con ellos atraves de matrimonio- contesta.

-¿Su relación era pública?

-No, siempre se fue cuidadoso con eso, la prensa sabia que Matthew salia con una chica de apellido Connor y que se creía que llegaría a matrimonio.

-Me molesta toda esta situación- me dejo caer a la cama.

-Es normal, al fin de cuentas esto no fue planeado.

-Por eso mismo, por cierto, Danielle te manda saludos.

-Que bella, cuando hables con ella mandale mis saludos a ella y su esposo.

-¿Cómo sabes que se caso?

-Me entere por las fotos que publicaste.

-Ahh, me estabas observando, ¿desde cuándo?

-Siempre- responde para luego abrazarme, -es mejor que subas para que descanses.

-De acuerdo- le doy un beso en la mejilla, -por cierto quería saber de papá, no lo he visto.

-Luego hablamos de eso, vaya a descansar- note en su voz una tensión y nerviosismo.

-Esta bien, buenas noches- salgo de la habitación con la curiosidad más grande de mi vida, ¿Qué pasó con mi padre?

Camine por el pasillo hacia las escaleras, pero antes hice una parada en la cocina, la luz esta encendida, en una silla frente a la isla estaba sentado Matt, note que no se dio cuenta de mi presencia porque me da la espalda, me acerco a él.

-¿Qué hacés?- él da un brinco de impresión, y noto que esta comiendo unas creps de fresa.

-¿Dónde estabas?- pregunta observandome, -Y ¿Por qué estas vestida así?

-Estaba en el jardín y luego con mi madre- tomo uno de los creps y le doy un mordisco, justo ahora estoy muerta de hambre, -Dios, están riquísimas- le robo otro creps.

-Entoces, sientate aquí y come, buscare más- por su actitud me di cuenta que no estaba conforme con mi respuesta, pero no me iba a presionar para conseguirlas lo cual agradezco.

Después de comer subimos a la habitación, al entrar de una entre a la cama.

-Por cierto, ¿Dónde está el collar?- pregunta.

-Lo tiene guardado mi amiga Danielle en Estados Unidos, si quieres yo voy personalmente para luego enviartelo- le sonrió con burla.

-Muy graciosa- arquea una ceja, -invita a las personas que quieras, yo me encargaré de su traslado y hospedaje.

-Gracias.

-Es lo menos que puedo hacer, descansa- sale de la habitación cerrando la puerta tras él.

De un momento a otro estornudo, -Dios, espero que no sea un resfriado, porque si es así Matthew me matará y no me extrañaría que también sea los reyes y mi madre.

Suspiro para luego acomodarme de mejor forma en la cama, para luego caer en los brazos de morfeo.

Me desperte temprano porque haría una escapada, avise a José que viniese por mi al palacio, y que me trajera ropa, en esto di mucho incapie, debido a que mi abdomen esta bastante abultado, estaba por cumplir mi tercera semana para llegar al cuarto mes, me duche y vestí rápidamente, me coloque una de las prendas que me dejo Katie, debido a que regreso a su casa/mansión para estar con sus hijos y traerlos para la boda, que seria la próxima semana. Ya estando vestida, salgo sin hacer escándalo, ver el coche aparcado frente a la entrada me alivio, entro en el soltando un nudo.

-Gracias a Dios- el coche avanzo sin percance.

-Buenos días- esa voz me hizo brincar en mi asiento.

-Mierda, Matthew- pongo una mano en mi pecho para disminuir mis pulsaciones.

-¿Se puede saber que haces?- pregunta con su seriedad a mil, sentía que en ese momento él era capaz de atarme y encerrarme en la habitación del palacio.

-¿Yo?- asiente, sentía mi voz nerviosa y dudativa, -mmm... yo solo... ¿solo iba por un helado?- parecía más una pregunta que afirmación.

-¿Helado?- alza una ceja, -en la cocina hay- responde, después de aquello suspira, -Kimberly, no soy tonto, recuerda que se como eres en tu área laboral.

-Explicate.

-Que eres capaz de ir a hacer tu trabajo aunque te estes muriendo en una cama- ataca.

-Exagerado- contraataco.

-No lo soy, deberías estar descansando, y eso no lo has hecho desde que despertaste del desmayo.

-Hagamos algo, un trato.

-Te escucho.

-Si tú me ayudas a conseguir por lo menos los quince socios que me falta, descansaré hasta cumplir el sexto mes.

-Me parece bien.

-¿Trato entonces?- le tiendo mi mano.

-Trato- las manos las estrechamos.

¿Tengo Opción?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora