-Jared apartate!- gruño molesta, ya que me tenía acorralada entre mi escritorio y él.
-Por favor majestad, considerelo- pide a suplicas.
-Jared no voy a seguir con esta desfachatez- digo explotando en colera, -debo detener esta locura.
-Por favor majestad, no podemos permitirnos que tanto a usted como a la familia real se le acuse de traición.
-Qué has dicho?
-Como escucho majestad, los señores del Consejo fueron astutos con sus movimientos, usan las normas dictadas por antiguos Reyes para ponerla en una posición difícil, no puede escoger, sólo hacer lo que ellos dicen.
-Maldición!- estrelló el puño contra la tabla del escritorio, estaba atrapada, -ellos quieren tener el poder de la corona, por eso se aprovechan de la situación de no ser inglesa.
Me ubico nuevamente en la silla tras el escritorio, debía pensar, resolver esta incrucijada, planeaba hacer una rueda de prensa y desmentir la información dada a la prensa.
-Retirate- le ordenó, el hace una reverencia y a regañadientes se marcha.
Suspiró, estaba entre la espada y la pared, tomar una mala decisión podria costarle el futuro a mis hijos, quizas hasta su vida.
-Mat, solo debes despertar- aclamo las suplicas de mi corazón dolido.
Me concentro en la tabla del escritorio como si fuese lo mas interesante en el mundo, aunque pensar que el sólo hecho de estar en esta posición y situación destrozaba mi alma. Sentia como la agonia me robaba el aire, queria liberarme de esta carcel, pero es estupido desear salir cuando todo esto era mi culpa, si tan solo no hubiese venido a Inglaterra Mat estaria bien, casado con mi hermana, pero vivo, por mi culpa, otra vez, he arruinado todo,y ahora mis hijos pagaran los platos que yo misma tire, les arrebate a su padre y ahora les arrebatare su futuro.
Con el corazón completamente destruido salgo de la oficina yme encamino a mi habitación, caminando por el pasillo, pase por enfrente de la habitación donde se encuentra el hombre en cama, la única persona que no me juzgo, lucho por mi y me dio su corazón.
Di un paso al frente dispuesta a entrar pero al poner mi mano sobre la perilla fui incapaz de girarla, recorde cada palabra escrita en el periodico de esa mañana, por mucho que aquellas palabras no fuesen pronunciada por mis labios lo habia traicionado, y al no poder detener todo esto no puedo ver su rostro, no tengo la fuerza para si quiera disculparme por algo que no cometi, pero debia cumplir.
Justo en ese instante la puerta se abre, aparece tras ella el doctor, doy unos pasos atrás permitiendo que el doctor puedo salir y cerrar la puerta tras de si.
-Majestad- hace una leve inclinación.
-Alguna mejoria?- digo con voz sombría.
-Me temo que no, estos últimos dias ha habido una decaida, y tuvimos que entubarlo....
Cada palabra pronunciada por él era como una estaca hacia mi corazón.
-Seguire su consejo, puede desconectarlo- dicho esto me marcho, no me permito el decir una palabra mas y mucho menos mostrar mis lágrimas.
Entre a la habitación y azote la puerta tras de mi, me apoye en la puerta y me deslice hasta tocar el suelo, mire mi habitación tan vacía, como si la ausencia de él fuese la clave para un momento perfecto, entrar y conseguirlo allí, sonriendome, esperando para decirme un "te amo"....
-Nunca más volvere a escuchar esas palabras de tus labios- miro a la nada, para luego dejar caer mi cabeza entre mis piernas, -yo te mate con mis propias manos.
---- 2 Semanas después ----
-Majestad se ve preciosa- dice Gaby, intentando ocultar su voz triste.
No pude ni mirar sus ojos, porque yo era la causante de esa tristeza y depresión que la asechaba.
-En unos momentos iniciara la boda- dice la encargada del evento.
Miro hacia el espejo, alli estaba yo, sentada con un largo y hermoso vestido blanco, con guantes y velo, parecía que todo volvia al punto inicial, cuando use por primera vez un vestido así, y habia un hombre en el altar esperando por mi... El problema es que no era él, no es el mismo hombre.
Suspire triste, se que Mat ya fue desconectado, pero que sucedio después no lo quise saber, preferi mantenerme fuera de todos aquellos preparativos de velorio, sólo fui, al ver en el altar aquella urna provoco un revoltijo en mi estomago, termine huyendo de allí.
-Es hora- dice la preparadora.
Me levanto de mi asiento, obligada a ser este plan macabro, mis únicos deseos eran volver a verlo, aunque ahora solo sea un sueño.
De repente se escuchan disturbios, como si estuviesemos en el ojo de un huracán, y observo como Gaby que habia bajado a echar un vistazo, regresa y me mira perpleja, como si hubiese visto un fantasma.
-Qué pasa?- la observo preocupada, bajo los escalones y me acerco a ella.
-Es él- dice.
-Joker?- digo.
-No, es él- dice en un hilo de voz.
Me toma unos segundos reaccionar, sin importarme nada corro en dirección de la revuelta, una gran gentío se amontona rodeando una discusión, entre lo poco que veo, observo su perfil, es él...
-Apartense!- ordenó.
-Majestad!- todos se apartan.
Frente a mi esta él, con un cabello mas largo de lo que recuerdo, con una sonrisa que es dirigida para mi, observo en unos ojos un destello de alegria y amor.
-Kimberly...
-Matthew...
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¿Tengo Opción?
Teen FictionError tras error, eso es lo que yo, Kimberly Connor, he cometido a diario. Si me pagaran por mis estupideces, apostaria que seria multimillonaria... ¿No me crees? Pues empieza a leer, te arrenpentiras y me diras rogando '¡Kim tu vida es una mierda!'...