¿Tengo Opción?

Cap 63

Hello People que me quiere matar por la espera!! x.X
Tuve problemas, en esta semana y la que viene me costará publicar por lo que he visto mejor no poner fecha para los próximos cap...
:'( I am Sorry
Cap dedicado a @Giss36

Después de echar -literalmente- a Matthew del estudio, Danny se acerco a las dobles puertas, quito el seguro y abrió la puerta, rápidamente Gabrielle y yo nos levantamos del suelo y entramos al despacho; ella cierra la puerta con seguro, se cruza de brazos y me observa molesta.

-Bien, te puedo explicar- rasco mi nuca, la verdad es que no sabia que palabras usar, -es una historia graciosa veras...

-Kimberly Connor!- gruñe, -habla de una jodida vez, si no te tortutare para que me hables con la verdad.

-No exageres- me quejo, ella frunce aun más su ceño, trago en seco -dejame ir a la habitación a limpiarme, allá hablamos.

-Bien- dice a regañadientes.

Salimos del despacho sin ser vistas, llegamos a la habitación, por suerte Matthew no estaba, tome ropa seca y limpia, entre al baño, me despoje de mi ropa sucia y húmeda, de inmediato me metí bajo la lluvia artificial, enjabone mi cuerpo y lo saque con agua, al terminar prosigo a consentir mi cabello, mientras masajeaba mi cuerpo cabelludo Danny tocaba insistentemente la puerta.

-Dame un segundo...

-Joder! Apurate!, llevas media hora allí dentro- chilla impaciente.

-Ya salgo.

Cierro el grifo, tomo la toalla y seco cada rincón de mi piel, me coloco la topa íntima, luego un sencillo vestido color magenta opaco, de manga sisa, llegaba unos dos dedos sobre mis rodillas, me calzo unas zapatillas bancas y salgo del baño.

-Niña, ya era hora- dice Danielle de pie cerca de mi, su rostro es de pocos amigos, sus brazos están cruzados sobre su pecho y su pie derecho golpea insistentemente el suelo.

-Sientate y lo hablamos- paso la toalla por mi cabello, mientras Gabrielle entraba al baño para limpiarse.

-Empieza ha hablar, Connor- dice una vez sentada sobre mis sabanas.

Suspire, lo que le diría seria una larga historia, y mi propósito de no involucrar a nadie se estaba yendo por la borda. Una vez sentada junto a ella le pedí que no me interrumpiera hasta que terminará de hablar, le conte desde el primer mensaje que recibí por parte de Ashton hasta mi razón de que hacía en el estudio de Matthew a esa hora.

-Mierda! Mierda!- Danny se levanto de la colcha como si fuese un ácido, y camino de un lado al otro gruñendo palabrotas.

-Danielle!- chilló, ella se detiene y me observa, -el ponerte histérica no me ayuda, ¿Sabes?

-Joder Kimberly! -gruñe, -en que te puedo ayudar, un fantasma psicópata te sigue y no has tenido la jodida valentía de ir a decirle todo a Matthew.

-Sabes que esa estupidez no la haré- gruño entre dientes.

-¿Qué te da miedo? ¿Lo que Matthew piense de ti? ¿Lo que las personas de este palacio hablen de ti?

-Te dije que no voy a involucrar a nadie más! - chillo levantandome del colchón.

-Mierda! Kimberly!, no seas boba!- ladra, -todos estamos involucrados, y si no hablas todo será peor!!- presiona su dedo índice sobre mi pecho.

-No!, será peor si tiro la jodida bomba!!- grito.

La puerta se abre de repente, aparece un agitado Matthew, que nos miraba confundido, -¿Qué pasa aquí?

-Es tu momento! Habla!- chilla Danielle.

-Te dije que no!- grito superando su tono, hago mis manos unos fuertes puños por el enojo.

-Habla de una maldita vez Kimberly!- grita Danielle.

-No!- gruño.

-Suficiente- ordena Matthew con voz autoritaria, detrás de él aparece Alexander.

-Kimberly- miro los ojos suplicantes de Danny, -si no hablas tú lo haré yo- comenta amenazante.

-No te atrevas- la amenazo con mi dedo señalador, ella deja de mirarme para ahora hacerlo con Matt, -Danielle, te he dicho que no!, este no es tu maldito problema!

-Estamos en una situación grave- comienza diciendo Danielle.

-Callate- gruño entre dientes.

-Hace unos años atrás, cuando Kimberly estaba en la universidad...- continua diciendo.

-Callate!- chilló, -no sigas hablando!

-Conocio a un chico de nombre Ashton Blair..

Se escucho el sonido de mi mano contra la mejilla de Danielle, ella se mantuvo serena sin decir ni tampoco se giro a mirarme.

-¡Pero ¿Qué haces?!- pregunta Alexander, observandome con excesiva seriedad, dio unos pasos al frente, jalando a Danielle para ponerla detrás de si.

-¿Qué sucede contigo? - me pregunta Matthew, sus grandes manos se posaban sobre mis hombros, mi vista no se alejaba de la mano que por primera vez en mi vida se había levantado contra mi mejor amiga y casi hermana. -Kimberly, siento que ya no te conozco, ¿Qué demonios sucede contigo?

Despego mi mirada de mi mano, para ver a Danielle que me observaba a lo lejos, su mejilla se torno roja e incluso un pequeño hijo de sangre carmesí brotaba de su labio inferior, Alex tomo el pañuelo de su bolsillo y limpio el rostro de ella; despegue mis ojos de ella, para ahora mirar a Matthew, sus ojos reflejaban enojo, confusión y mucho dolor, aparte mi mirada, sentía que si seguía viendo esa forma que sus ojos me reflejaban mi pecho dolería de un modo infernal.

-Respondeme!- exige Matthew, me safo de su agarre inútilmente, -no huyas más!, deja de ocultarte!.

-¿¡Tú que sabes!?- gruño.

-Entonces dile!- chilla esta vez Danielle, apartándose un poco de Alex.

-Es mi problema, no te metas- digo por última vez antes de soltarme del agarre y correr fuera de la habitación.

-Kimberly! Kimberly! - escucho como me llaman, a distancia note como Matt me seguía.

Sin saber a donde ir, subí las escaleras hacia el tercer piso, mire por última vez hacia atrás antes de que mis piernas avanzaron por inercia, sin darme cuenta me encontraba frene a la puerta de la biblioteca.

-Hablemos Kimberly!- chilla Matthew, que venía hacia mi.

Abrí la puerta, una vez dentro la cerré y pase seguro, doy unos pasos atrás, escucho a Matt llamar con insistencia en la puerta.

-Abreme!- pide, -no podremos resolver así los problemas!- comenta, -cada vez que tengas uno frente a ti simplemente escaparas de el!- las lagrimas comenzaron a descender por mi rostro.

-Dejame en paz- pido entre sollozos.

-Abreme la puerta Kim- su voz perdía el tono de firmeza y autoridad, ahora parecía más una súplica, -por favor.

-Vete, solo vete- me desplome en el suelo sin dejar de sollozar.

-Te suplico, abre la puerta- su voz temblaba.

-No lo hagas más difícil- limpio las lagrimas que salían sin tener intensiones de detenerse, -vete.

Después de lo último ni escuche más su voz, mis sollozos fue el único sonido que rebotaba por cada rincón de la deshabitada biblioteca, en ese momento mis recuerdos atacaron mi mente sin detenerse, mis hombros parecía pesar toneladas, mi secreto parecía crecer y ser más grande con mi sufrimiento.

¿Podre acaso, alguna vez dejar de ser perseguida por el pasado?