Cap 21

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-No será necesario señorita Connor- comenta el rey, -necesito a alguien con su determinación y su fuerza para dirigir el proyecto- se levanta y me sonrie, -ayer su hermana prefirió hacerse la víctimas, en cambio usted cargo con su culpa y lo admitió, eso es de valientes.

-¿Usted suponía que vendría a hacerme la víctima?- lo acusó.

-Algo así, pero por lo que veo me equivoque, usted es una mujer impredecible.

-Entonces terminaré el proyecto tal cual desea e incluso superare sus expectativas y luego me regresaré a Estados Unidos- aclaro.

-No veo eso último posible- comenta Matthew, en ese instante recordé el tema anterior.

-¿Te refieres al otro tema?- pregunta el rey.

-Siento que me he perdido de algo importante- comenta Julie confundida.

-Juliette, cariño, ¿No te diste cuenta?- pregunta el rey acercandose a ella.

-¿Darme cuenta de qué? -se cruza de brazos al no entender la situación, pero espera la explicación de la misma.

-Que en el momento que Matthew y la señorita Connor- me mira interrogante.

-Digame Kimberly - respondo al instante.

-Bien, Matthew y Kimberly se miraron de una manera diferente, como si ya se hubiesen visto antes- comenta.

-¿Y eso que tiene que ver?- pregunte un poco molesta ante tanta intriga.

-Que le pregunte directamente a Matthew si se conocían de antes, me comento que se llegaron a ver en Estados Unidos y que había sucedido algo entre ustedes, por efectos del alcohol- responde el rey, dejándome apenada, esa era la manera indirecta de decir 'tuvieron sexo'.

-Ajaa, eso fue hace unos tres meses y tantos días- comenta Juliette, se entretuvo pensando para luego mirarme, -el padre de tus hijos es Matthew- confirma.

-¿¡Qué...!?- quede sorprendida ante su actitud, -el mismo rey lo a dicho, estabamos sumidos en el alcohol, pudo haber sido cualquier persona.

-¿Con tus ojos?- Matt se levanta de la silla y se acerca al grupo, mete las manos en los bolsillos del pantalón y mientras lo hace, de sus labios salio una palabra, -imposible.

-¿Cómo puedes estar tan seguro?- cuestiono.

-Ya lo discutimos, toco concuerda, yo te recuerdo a ti y tú a mí- asegura.

-Alcohol, ebria, enloquecida, descontrolada, inconsciente- digo palabra tras palabra una similar a la principal, -¿te suenan a algo?

-No entiendo porqué lo niegas- aclara Matt.

-Porque no pienso casarme contigo- lo señaló, -no te conozco.
-Claro que me conoces, mucho a decir verdad- comenta refiriendose a aquella noche.

-No pienso discutir esto, es ridículo tengo derechos- me cruzó de brazos.

-De acuerdo, alto allí- ordena William, -por favor salgan todos, quiero hablar a solas con Kimberly.

-Bien chicos ya escucharon- comenta Julie, -vamos al jardín para tomar un té y comer algo.

Los escolta a todos fuera de la habitación y antes que la puerta se cierre Katie me dedica una sonrisa, lo cual me mejoró un poco el animo.

-Ven, sentemos- me indica el sofá de tres puestos, al momento de sentarnos comienza hablar, -justo ahora estoy en mi modo padre, olvidate que soy el rey- hago una mueca y asiento. -Perfecto, se que para su cultura no es normal un matrimonio arreglado, pero aquí en Inglaterra se hacen las cosas un tanto diferente.

-Disculpe, pero me es difícil quitarle el título de rey si me sigue hablando como lo esta haciendo ahora- expresó.

-Cierto- piensa lo que dice, cuando está satisfecho comienza a hablar, -se que te es difícil tomar la decisión de casarte con mi hijo, y lo entiendo, no lo amas y solo se conocen por apariencia, pero ustedes pueden estar unidos por un destino, porque no me es casualidad que se conocieran en un país tan grande como Estados Unidos, terminarán juntos y tú ahora en Inglaterra con un proyecto- enlista las situaciones, -según lo veo, no existe casualidad, ustedes debían de conocerse, ¿no lo has llegado a ver de esa forma?

-No- respondo, en cierta forma es creíble, porque una primera vez puede ser tomado en cuenta como una casualidad, la segunda debe ser por algo más.

-Eso hablando de sentimientos, no podemos echar el tiempo atrás y remendar el futuro, tu estas embarazada de gemelos del futuro rey de Inglaterra, si no te casas con él, tus hijos serán visto como indeseados o ilegítimo, no podrá tener el apellido del padre ni los beneficios que conlleva tener uno- comenta, -trato de explicarte para que razones, dale una oportunidad a Matthew- se levanta del sofa, -saquen las pruebas de ADN y comprueben, si da negativo puedes irte a Estados Unidos con normalidad.

-¿Y si da positivo?- mi corazón estaba acelerado, sabia cual seria su respuesta, y al verme tan serio ya no deseaba escucharlo.

-Te casaras con Matthew, y no, no es negociable- camina a su silla y se sienta en ella, -no permitiré que un niño de mi sangre sea tratado como un insecto y menos siendo dos nietos.

Suspiro, me levanto, asiento, hago la típica reverencia y salgo de la oficina sin más que decir, frente a la puerta estaba Matt, apoyado contra la pared, me cruce de brazos y arquee una ceja, el tenia una sonrisa divertida que se notaba que nadie podría quitársela, de cierta forma se ve sexy.

-Es de mala educación escuchar, joven Morrison.

-Aquí afuera no se escucha nada de lo que se habla en la oficina, si no, no podría hablarse de problemas delicados allí, señorita Connor- me sigue el juego.

-Entonces te pondré al tanto- me dejo caer los brazos a los costados, -tu padre me ha pedido que haga un análisis de ADN, si da negativo, me marcho...- me interrumpe.

-Y si da positivo tendrás que casarte conmigo- dice como si aquello fuese algo normal y cotidiano.

-Como sea- estaba por caminar por el pasillo, pero el toma mi brazo con delicadeza, como si fuera de porcelana y con solo tocarme podría partirme en pedazos.

-Debes subir, la enfermera esta en mi habitación esperando por ti- me toma de la mano para guiarme a sus aposentos.

-Prefiero comer algo antes, y además que ya se a lo que viene.

-Cambiarte el yelco y continuar con el tratamiento- comenta como si nada.

-Aguja, sangre, dolor- suelto su agarre, -prefiero comer, gracias.

-Es normal tener miedo, pero no puedes permitir que eso te paralice- me hace señas y me obligo para subir las escaleras y seguirlo.

-Yo no dije que tuviera miedo- proteste, obvio lo tenia pero es vergonzoso tenerle pavor a algo como eso.

-Es necesario, nuestros hijos lo necesitan y tu salud igual- dicho esto me deje arrastrar.

Nuestros hijos pensé, lleve por inercia mi mano a mi vientre, No suena tan mal, ¿cierto?

¿Tengo Opción?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora