Hii People!!
Un nuevo capítulo, y algo atrasado...
Que lo disfruten..
Cap dedicado a @Crazy_Gia-Gracias por sus atenciones, me la he pasado excelente- me despido de Dina y Marine.
-Ha sido un honor atenderlos altezas- comenta Marine refiriéndose a Matthew y a mi.
-Gracias- nos limitamos a decir los dos.
Subimos al jet sin más nada que decir, no entendí como pude perderme en el bosque y en ningún momento cruzarme con este improvisado aeropuerto. Una vez dentro me sente en mi puesto y me abroche el cinturón, Matt se sentó frente a mi sin siquiera mirarme. Suspire.
Será un largo camino a casa pensé
Ni Matthew ni yo habíamos cruzado palabras desde la discusión de aquel día, se podría decir que llegamos al punto de ni vernos, podría contar con mis manos las palabras cruzadas entre ayer y hoy, y a pesar de eso aun me sobrarían dedos.
Suspire para mirar por la ventana, cuando el avión despegó, la azafata nos lo comunico, me desabroche el cinturón y con mucha dificultad me levante para ir a la habitación del fondo, mientras caminaba note que iba lento, debido a mi enorme vientre de veintidós semanas, me sentí grande y gorda, pero eso no me importaba, ya que tendría entre las próximas catorce a dieciocho semanas para tener a los bebes en brazos.
Me deje caer el la cama después de chistar, faltaba poco y ni siquiera ha comprado mucho menos he adornado las cosas para los bebés. Por el momento me dedique a descansar, olvidandome de todo.
-Kimberly- senti como me movían el hombro, -despierta.
-No quiero- respondo con pereza.
-En unos minutos aterrizaremos en Londres, así que, arriba.-Dejame en paz Morrison- gruño.
Escuche una carcajada de su parte. -Vamos, no lo hagas más difícil.
-Esta bien- doy un largo bostezo, el tiende sus manos hacia mi, las tomo para poder levantarme más fácil.
-Necesitamos hablar- comenta al momento de sentarnos en los puestos con el cinturón de seguridad ya abrochado.
-De acuerdo- suelto el aire sabiendo de antemano que esto sucedería en cualquier momento. -Empieza- lo invito.
-Lo que sea que haya sucedido en la isla, me intrigó, se que no deseas hablar de esto, pero es necesario aclarar la situación, porque sería imposible estar casado y no hablarnos.
-Y tampoco tener sexo, ¿cierto?- alzo una ceja, a lo mejor no lo pronunciaba su boca, pero si su mente.
-Si quieres añadirlo, esta bien, pero no podemos estar situaciones similares a esta, tu y yo estamos casados, entonces quiero entender tu reacción.
-Te diré que lo he estado analizando- comento.
-¿Y bien? ¿A qué conclusión has llegado? -pregunta nervioso.
-No puedo tocarte- veo como fruce su ceño, -no puedo hablarte sin sentir que traiciono a mi hermana.
-¿Qué tiene que ver tu hermana en todo esto?
-Matthew, tan solo hablar contigo siento que pierdo a mi hermana, como si lo de su ex prometido y yo de hace cinco años volviera a presentarse.
-Recuerdo vagamente, que dijiste que no sabias que era él.
-Si, porque lo que esto es aún peor, porque antes de que te enterases del embarazo, tú y Gaby estaban por casarse, yo interpuse, otra vez- observó el piso, -he vuelto a hacer mierda mi situación con Gabrielle, siento que la he perdido completamente.
-No pienses eso- pone una mano en mi rodilla, -tu hermana te ama, es posible que se sienta traicionada, pero no es tu culpa, yo no sabía que ustedes fuesen hermanas, lo tuyo con ese hombre fue hace mucho tiempo, Gabrielle debe entender que si por algo sucedió fue porque en un principio ellos no eran el uno para el otro.
-¿Cómo sabes tú, "que somos el uno para el otro"?, todo esto fue coincidencia.
-Puede parecer coincidencia, aunque creo más en el destino y lo que podría representar esas situaciones de manera positiva a mi vida, a lo mejor tu y yo estamos predestinados.
-Me cuesta creerlo.
-Volviendo al tema, Gaby y yo nunca estuvimos en el noviazgo por cariño, solo por negocios diplomáticos.
-Da igual, no necesito ninguna explicación, tú no estás obligado a darmela y yo no tengo derecho a exigirtela.
-Pero quiero hacerlo- contesta, pero lo interrumpo.
-No ganarás nada de esto- suspiro, -tú y yo estamos casados por los bebes, tu no sientes nada por mi ni yo por ti.
-¿Con qué pruebas puedes decir que no hay sentimientos?-pregunta, -porque en estas dos semanas que hemos estado juntos ha parecido todo lo contrario, empezando por Paris y luego la Isla... antes de.. ya tu sabes.
-Matthew, eso no dice nada- comente.
-Ahh claro, no me digas que ahora te da por besar a la gente, y obviamente eso es normal- contesta cruzándose de brazos y dejandose caer sobre el respaldo de la silla.
-Con un demonio- gruño, - eres imposible- lo señaló, -es pura atracción, es obvio- no espere respuestas, simplemente volví a hablar, -no toquemos más el tema, porque discutimos, pensamos diferente por lo que tenemos opiniones diferentes.
-Esta bien, no lo mencionaré más.
-Bien. Regresando a la apuesta, has ganado- hago una mueca.
-Yo sabía, lo tenia más que ganado, pero cuando lo admites lo haces más fácil y gratificante.
Estuvimos un tiempo corto en el jet, cuando me di cuenta ya estábamos llegando a Inglaterra, la azafata apareció nuevamente indicando las instrucciones de ponernos los cinturones y eso hicimos. El aeropuerto es exclusivo para la familia real, nobles y de la corte, añadido la visitas casuales que hacían los presidentes de otros países para terminar acá.
El jet aterriza sin percances, desabrocho el cinturón y me aproximó a la salida.
-Espera un momento- me detiene.
-¿Qué pasa?- observe mi ropa, traía un vestido sencillo pero de corte elegante de un tono perlado, tacones de poca altura y por último los accesorios.
-No es tu apariencia, te vez hermosa, es por los periodistas- me sentí un poco decepcionada que simplemente le importase la publicidad, toma mi mano y asiento, nos acercamos al escalón de la escalera mecánica, saludando a los allí presentes.
Al momento de tocar tierra fuimos escoltados hasta el auto negro con las banderillas de Inglaterra al frente, una de cada lado. Subimos en el, el chófer arranco conduciendonos al palacio donde mi madre y los reyes nos esperaban.
-Recuerda que posiblemente mañana comiencen tus clases con mi madre- comenta.
-Lo se, suena aterrador.
-No es para tanto, ya lo veras.
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¿Tengo Opción?
Teen FictionError tras error, eso es lo que yo, Kimberly Connor, he cometido a diario. Si me pagaran por mis estupideces, apostaria que seria multimillonaria... ¿No me crees? Pues empieza a leer, te arrenpentiras y me diras rogando '¡Kim tu vida es una mierda!'...