¿Tengo Opción?

Cap 20

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Cap dedicado a @Tinkerbelu

Me desperté temprano y recorde que estaba en el palacio, aquí no tenia ropa, lo cual me preguntaba ¿Cómo haría para ducharme?. El sonido de unos toques a la puerta me hace salir de mis pensamientos.

-Adelante.

Se abre la puerta y aparece una chica, la cual reconoci al instante, Katie entro a la habitación con unas cosas a la mano, me sonrió y yo le devuelvo el gesto.

-Como no tenemos ropa tuya, he tomado de la mía- comenta, -¿Cómo has amanecido?

-Bien, gracias- me sentí incomoda haciéndome a la idea que quizás ella también sepa de mi pasado.

-Te ayudaré a que puedas alistarte- dice emocionada.

-Antes de eso- la miro a los ojos, -¿escuchaste lo que dijo Gabrielle de mi?- ella desvía la mirada, confirmando mi sospecha.

-Si la escuche- suspira y vuelve a mirarme, -pero no me interesa en lo más mínimo, porque eras joven y según tu criterio en esos momentos estabas disfrutando de tu vida, y aunque te conozca poco, no parece una persona que es capaz de acostarse a voluntad propia con el prometido de tu hermana.

-Gracias, quiero que estés presente cuando diga mi versión de la historia- pido.

-No tenía pensado estar, pero si tu me lo pides, lo haré.

Katie me ayuda a alistarme, me logro dar una ducha y lavar mi cabello, me seco con una toalla y me pongo la ropa íntima, con eso un pantalón rosa de una lisa tela, llegaba bajo mis rodillas esta tenia una elástica grande para ajustar, me pareció familiar ese estilo de prendas, luego me puse una camisa de flores, las mangas son cortas y sueltas, en ningún momento apretaba mi vientre y para terminar una sapatillas blancas sin tacón, al verme en el espejo del baño, lo note, llevaba ropa de embarazo, eso explicaba la elástica en la parte superior del pantalón.

-Ya estoy lista- salgo del baño y me encuentro con Katie sentada en la cama buscando en su bolso unas cosas.

-Claro que no, falta el maquillaje- cuando consigue un pequeño bolsito me sonrie, -ven, siéntate.

Katie se alegraba el maquillarme, aunque no tardo más de dos minutos en hacerlo, me preguntaba porque sonreía tanto.

-¿Te gusta maquillar a la gente?

-Algo así, tengo tres hijos y esto es algo que me gustaría hacerle a una hija- responde guardando su cosas y pasándome un pequeño espejo, -te vez preciosa.

-Todo gracias a ti- la abrazo.

-¿Cuándo me quitaran esto?- levanto mi mano donde hay un yelco.

-Cuando termine el tratamiento- responde, -creo que la enfermera viene hoy a cambiarlo.

-Me dan pánico las agujas- gruño.

-Pero no tienes opción, los antibióticos son necesarios, más ahora que estas embarazada y de gemelos- se levanta de la cama, -vamos a desayunar.

-De acuerdo- la sigo hasta el comedor, ya todos estaban allí, a excepción de mi hermana y rey, -buenos días- saludo al ya estar cerca.

-Buenos días- me sonrie la reina, -me alegra verte animada- me siento junto a ella, debido a que me lo pidió con la mano.

-Gracias- hago una reverencia.

-Vamos a comer- ordena la reina.

El desayuno estuvo animado, yo solo me dedicaba a comer lo que estaba en mi plato, pero tenia el estomago revuelto y sabia que no era la comida, si no la reunión que luego tendría con los reyes, al terminar todo se levantaron incluyendome.

-Vamos al estudio William ya debe estar allá- sigo a la reina por el pasillo, hasta llegar a la oficina, damos unos toques a la puerta y al escuchar 'adelante', entramos.

-Buenos días alteza- hago una reverencia.

-Buenos días, puedes sentarte- indica la silla frente a su escritorio a un lado de la silla ocupada por Matthew y en los sillones esta sentada Katie junto a su esposo y frente a ellos esta mi madre. La reina rodo los ojos ante esa actitud por parte del rey, me causo gracia verla hacer eso.

-Antes que me pregunte- suspiro, -la empresa McKellen no debe estar involucrada en esto, yo nunca relacionó mi área personal y profesional- aviso de antemano.

-Nunca es una palabra fuerte, viendo la situación en la que estamos- se deja caer con elegancia al respaldo de su silla.

-Si, por eso mismo prefiero que no se involucre más la empresa, de ser necesario renunció a mi cargo- afirmo.

-De acuerdo, pero no estamos aquí para hablar del proyecto, eso seguirá su camino sin percances.

Suspiro con alivio, -De acuerdo, le contare todo resumido.

-Prefiero que seas detallada, tengo tiempo para escuchar- pide.

-Esta bien- siento un nudo en la boca del estomago, -desde pequeña siempre fui caprichosa e independiente, mi forma de disfrutar la vida no era la correcta, yo vivía noche tras noche, eso empezo a suceder desde los catroce años, en mis dieciséis años conozco al novio de Gabrielle, que a mi nunca me agrado pero no podía obligar a mi hermana que lo dejase, eso no me correspondía- analizó mis palabras y continuo, -el novio denigraba a Gaby y la usaba, eso me enfurecia, una tarde Gaby había llegado a la casa con unos moretones y era obvio saber quien se los había hecho.

-¿Por qué tan segura?- cuestiona.

-Porque ella no me ocultaba nada, sabia que iría a la casa de ese enfermo- respiro para calmar mi ira, y luego prosigo, -me hice la desentendida para que ella me contase, no sucedió, simplemente entro a mi cuarto y me entrego el teléfono, al contestar era mi mejor amiga, decidí ir a la fiesta porque estaba furiosa con el imbécil ese, y al saber que se casarían, no lo pensé- unas lágrimas salen al recordar todo lo que sucedió y como me sentí destruida después de ese error, -bebí hasta olvidarme de mi nombre, un chico me provocó y me deje llevar, mala decisión, cuando estabamos por...- trago el nudo, - hacerlo, él saco su celular, escribió un texto y minutos después aparece Gaby encontrándonos en una incomoda posición- concluyó, -en resumen, he cometido error tras error, la vida me lo ha cobrado y con un alto costo.

-Sabias que era él y aun asi lo hiciste- sentencia el Rey.

Me levanto furiosa, ¿Quién se creía que era para tacharme de esa forma?, -Si hubiera sabido que era él lo mando a comer mierda- gruño, -jamas traicionaria a Gaby, he cometido errores y unos más graves que otros, pero jamás de los jamases le haría eso ni a ella ni a nadie más, prefiero meter las manos al fuego que lastimar a los que amo- chilló, di por culminada mis palabras.- Usted esta en su derecho de creer lo que quiera, mañana mismo verá mi carta de renuncia y con ello el nuevo encargado- camino a la puerta, todos estaban estupefactos menos la reina que sonreía orgullosa.

-No será necesario señorita Connor- comenta el rey.