Capítulo 12

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Estoy muy nerviosa, todavía no entiendo por qué acepte salir esta noche con él. Tengo una hora para cambiarme y no sé qué ponerme. Tengo muchos vestidos y no me decido por ninguno, quiero ir bien vestida pero tampoco quiero que piense que me arregle mucho para él. Al fin me decidí por un vestido, es bordo y tiene algunas transparencias, hacen ver bastante bien mi cuerpo. En el pelo esta vez opte por hacerme un rodete en lo alto de mi cabeza, con gel, bien tirante. Me puse unos aros de diamante y como siempre un maquillaje suave. Las manos me transpiran de lo nerviosa que estoy. Agarro mis cosas y decido bajar a la sala. En ella está mi hermano, con un amigo, Marcos. Qué raro que mamá y papá no estén.

-¿Con quién sales tan bonita? -pregunta mi hermanito moviendo sus cejas.

-Con las chicas -miento porque sé que si le digo que salgo con un chico se va a poner loco, y no sé cómo se lo tomaría si ese chico es Brando. Le pedí a Brando que no tocara el timbre, que me mande un mensaje.

-Estás preciosa -dice Marcos mientras me saluda con un beso, no lo veía hace mucho.

-Gracias -escucho como suena mi celular, avisándome que es un mensaje. Es de Brando, dice que ya está en la puerta. Me estoy poniendo nerviosa, eso es raro. Ayer salí con Marcos, el chico del gimnasio, y no me sentía así, pero ahora me estoy muriendo.

-Chau hermanita, cuídate, no vuelvas tarde.

-Chau preciosa.

Veo cómo se van. Una vez que no hay nadie salgo. Respiro el aire, es una noche hermosa, las estrellas están más que nunca, el clima es perfecto para caminar, por suerte tengo unos tacos que son cómodos. Saludo a los de seguridad y salgo. Lo primero que veo es una Q7, una camioneta Audi, es una de mis favoritas, me gustan mucho los autos. Observo como esta vestido Brando ¡OMG!, es hermoso, es un Dios Griego. Está vestido con un traje negro, con la corbata bordo, parece a propósito. Prácticamente me está desnudando con la mirada, me mira de abajo para arriba, dios esos ojos. Es claro y obvio que hay una conexión entre los dos, me hace sentir distinta. Me gusta. Nos vamos acercando poco a poco, sin dejar de mirarnos.

-Estás hermosa -mi cara debe estar roja como una frutilla. Este hombre me va a matar.

-Gracias, vos tampoco estás mal -nos quedamos mirándonos un buen rato, pero cuando salgo de este estado recuerdo que estamos frente a casa y miro para otro lado. Veo como él se da cuenta y me abre la puerta, le agradezco y me subo.

Dios, está muy lindo. ¿Cómo un chico puede ser tan lindo pero a la vez tan misterioso y serio como es él? El viaje fue tranquilo, ninguno de los dos habló, ¿y saben que fue lo más extraño?, que me sentía como en casa; todos esos nervios que antes tenía se fueron. La verdad que no es un chico tan serio, creo que si uno lo conociera mejor se daría cuenta que es una buena persona y no es nada que ver con lo que muestra a la gente. ¿Por qué será así?

Durante el viaje opté mirar por la ventana, pero de vez en cuando nuestras miradas se encontraban y nos sonreíamos. Veo como estaciona el auto, un winner, con dos maniobras lo dejo en un lugar muy complicado. Se baja y aparece por el lado de mi puerta y la abre. La brisa me envuelve, que hermosa noche. Lo miro a los ojos y está mirándome. Yo solo corro la mirada un poco sonrojada. Observo el lugar y es precioso, no es nada que ver al que fui ayer, el de anoche era muy sofisticado. Este no sé cómo explicarlo, diría que es más familiar, pero esa no es la palabra, ¿más acogedor?, no sé, pero me gusta.

-Qué hermoso -rompo el hielo.

-Sí, es uno de mis favoritos, me gusta porque acá no te encontras con nadie, cada uno hace su vida y nadie te observa. Aparte la pizza de acá es fantástica -me encanta este lado de Brando, nada que ver con el que muestra en la empresa.

BONITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora