BONITA

Capítulo 27

Desde que Brando cortó el teléfono, se encuentra tenso. No sé qué es lo que le ocurre, estoy un poco molesta porque no me cuenta nada, nunca comparte nada conmigo. Desde que llegamos a España que actúa raro, algo debe estar pasando y no me esta comentando. 

En este momento nos encontramos saliendo del auto, Brando ni cuenta se dio que no lo miro y tampoco le hablo. Yo dije que lo iba a intentar, pero me está costando un poco. Igual estoy siendo un poco exagerada, pero bueno déjenme que haga catarsis. Coloca su mano en la parte baja de mi espalda y me guía hacia el interior del lugar, la verdad que tengo ganas de irme. No comprendo este cambio de actitud, en su casa estábamos más que bien y ahora ni me habla.

Cuando entramos, lo primero que veo es a un montón de gente hablando y vestidos muy elegantes. Yo pensé que era demasiado, pero mi vestido es el más sencillo. Hay algunas chicas que tiene unos vestidos demasiado brillosos y provocadores; por otro lado, los hombres se encuentran vestidos con traje. Veo como un grupo de chicas, un poco más grandes que yo, se comen con la mirada a Brando. Nunca fui celosa, pero me dan ganas de quitarle los ojos a estas chirusas. Dios, ¿no ven que estoy al lado suyo? ¿Tan descaradas son que prácticamente lo están desnudando con la mirada? Cuando miro a Brando, veo que mira con el ceño muy fruncido hacia un hombre de unos 40 años, que está acompañado por una barbie. Se están retando con la mirada, el hombre se acerca poco a poco hacia nosotros. La verdad es que yo no sé qué hacer, solamente me limito a mirarlo.

-Pero miren quién se encuentra por aquí, tenía muchas ganas de volver a verte. Mira qué belleza, ¿ella es tu nueva chica? -dijo el hombre con una voz bastante gruesa, de verdad que me daba miedo. Lo último me tomó desprevenida, Brando me dijo que nunca antes había tenido novia. ¿De dónde conoce este señor a Brando, como para hacer ese tipo de comentarios? Escucho como Brando gruñe por lo bajo, pero no disimula su enojo.

-¿Juan Manuel, qué haces aquí? Pensé que dejé claro que tú no podrías aparecer por aquí, sabes que no me gusta repetir las cosas. Será mejor que te vayas.

-¿Esa es la manera de tratar a un viejo amigo? Aparte vine a hablarte, ya que no me puedo comunicar contigo, tuve que venir hasta aquí.

-Olivia ve a sentarte a la mesa, en un rato vuelvo -yo solo lo miro a la cara, pero el ni siquiera es capaz de mirarme, solamente mira a este señor. Que debo decir que es muy desagradable, y no me gusta para nada la manera en la que me mira. Yo solamente asiento con la cabeza  y me retiro junto a Carlos, que se encuentra detrás de mi. 

-Señorita Olivia, por aquí -señala mientras no acercamos a una mesa redonda, hay que decir que el lugar se encuentra precioso decorado y organizado. Le sonrío a Carlos mientras se sienta al lado mio. Es bastante callado, pero no sé por qué le tomé aprecio desde que estoy aquí, siempre me sonríe y cuida de mí. O eso es lo que yo siento. 

Cuando miro a mi alrededor me doy cuenta de cómo me miran las chicas y algunas señoras. Es esa mirada de disgusto, desagrado. Pero intento no concentrarme en eso, sigo observando el lugar y disfruto la música que pasan. 

Ya nos trajeron el primer plato y Brando no aparece, la verdad es que estoy bastante enojada. Vine aquí para estar con él y resulta que él no está. El enojo va aumentando más a medida que pasa la noche, menos mal que me dijo que eran unos minutos. No entiendo para qué quiere que venga si luego me va a dejar sola con Carlos. Le tengo aprecio al hombre, pero yo quería disfrutar la cena con él. Ya estamos por el postre y el desaparecido sigue sin aparecer. Estoy hecha una furia y Carlos lo puede notar, intentó hablar conmigo pero lo trate un poco mal. Me siento culpable, pero bueno ya luego me disculparé, Carlos se disculpó y se fue. Dijo que tenía que ir a resolver algo. Ya a esta altura estoy acostumbrada que me dejen sola, así que solamente me limite a asentir y seguir observando a la gente que baila en la pista.