Capítulo 8

15.5K 536 43
                                    


-Vamos Oli, 10 más -Nacho me alienta, me encuentro en el gimnasio, ya estoy por terminar mi rutina. Cuando salí de la empresa fui directo para casa, para cambiarme de ropa y salir a entrenar. Me puse lo mismo de siempre, unas calzas negras con una remera de mangas cortas blanca, unas zapatillas deportivas blancas y por ultimo me sujete el pelo con una colita suelta.

Hoy Nacho se tiene que ir más temprano. Tiene una cena con su hermana. Me saluda con un beso, me dice que mañana entrenamos juntos, luego se marcha. Lo noto más contento desde la última vez que lo vi, cortar con Maru fue lo correcto.

Me voy a la cinta para hacer un poco de cardio. No me gusta hacer cardio, pero bueno lo tengo que hacer sino Nacho después me reta. Una vez subida a la cinta comienzo a caminar. El tiempo pasa y ya hace 15 minutos que estoy en la cinta caminando y corriendo. Cuando estoy bajando la velocidad para poder terminar, veo que a mi derecha se encuentra el chico del otro día, no recuerdo su nombre. Me mira y me sonríe, le devuelvo la sonrisa. Lo saludo con la mano ya que no puedo hablar. Me acerco a las colchonetas para poder estirar. Veo que él viene atrás mío, parece que también va a estirar. Cuando nuestras miradas se cruzan, nos saludamos con un beso. La verdad que es un chico atractivo. Tiene su encanto. Comienza a hablarme.

-Hola preciosa

-Hola -le digo un poco sonrojada por cómo me saludo, no pensé que iba a ser tan confianzudo.

-¿Cómo estás?

-Bien, ¿y vos?

-Bien, entrenando un poco, hace mucho que no te veía.

-Sí, estuve algo ocupada.

-¿Te gustaría que vayamos a comer algo algún día?

-¿Por qué no? -le digo con una sonrisa. En verdad es muy copado Marcos, seríamos buenos amigos.

Siento que me están mirando, cuando observo a mi alrededor me encuentro a una persona que no esperaba encontrarme acá. Dios, sí, es él, que sexy se ve, pienso. Está con un short negro y una musculosa blanca que dejaban ver sus tatuajes. Esperen un momento, ¿tiene tatuajes? Parece más grande de lo que es, tiene un cuerpo...esos brazos... ¡OMG! Es Brando que me está mirando serio.

-¿Te parece el miércoles a la noche? -Marcos me saca de mis pensamientos. Aunque mi cerebro sigue pensando en Brando, sus tatuajes, sus brazos y todo de él.

-Bueno dale. ¿A qué hora?

-Tipo 20:30 te pasó a buscar por tu casa. Si estás de acuerdo.

-Bueno, te estaré esperando.

Acordamos que después nos íbamos a mandar mensajes. Volví a mirar pero Brando ya no estaba. A una parte de mi le gustó que él me viera.

Me despedí de Marcos con un beso y me fui al estacionamiento. Me subí a mi auto y me fui. Llegué a casa agotada, comí algo, me bañé y me fui a acostar. Mañana tenía que reunirme con Brando por un tema de la empresa. No quería estar con él a solas, pero bueno me voy a tener que empezar a acostumbrar. Me pone nerviosa y un poco vergonzosa, pero intento ocultarlo. No quiero que él sepa el efecto que tiene en mí.

* * *

Estoy camino a la empresa, hoy me levante de buen humor, hasta que papá me recordó que tenía que reunirme con Brando. El día esta hermoso, medio primaveral, por eso decidí poner una pollera tubo negra, con una camisa a rallas, cartera y tacos. Siempre que manejo me saco los tacos, porque se me dificulta más. Pasé por un Starbucks para comprarme un latte, no pude desayunar en casa. Llego al estacionamiento, aparco el coche. Agarro mis cosas y por supuesto el latte en la mano y me voy a mi oficina. Cuando llego a mi piso me la encuentro a Ester, como siempre está al teléfono. Me acerco a la oficina de mi hermano y lo saludo, no lo estoy pudiendo ver mucho y lo extraño.

BONITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora