Ya ha pasado una semana desde nuestra llegada a España, y en verdad las cosas están yendo de maravilla. Desde que discutimos aquel día con Brando, nunca más nos peleamos de esa manera. Luego de reconciliarnos esa noche, al día siguiente fuimos a pasear por las hermosas calles de este país. Me costó convencer a Brando de que estaba bien y que me sentía perfecta, pero pude.
Pude manejar por la carretera a toda velocidad, como lo hacía antes. Cómo extrañaba esa adrenalina. Luego Brando tomó mi lugar y fuimos a comer a un restaurante precioso.Todos los días pasados hablé con mi familia; con mi padre y madre hablé por teléfono, con mi hermano y Melow por chat. Me cuentan que las cosas por casa están perfectas, que la empresa sigue a full. Luego hablé con Melody y me contó un poco cómo es que va la relación con mi hermano. Estoy tan contenta que ellos dos estén unidos, formando una pareja. Mis padres siguen trabajando como siempre, éste fin de semana viajan a México para ver lo de la empresa nueva que ya les había comentado.
¿Que más les puedo contar?
¡Me olvidaba! Tomé la costumbre de caminar todas las mañanas, siempre corro por el campo de la casa. Ustedes saben que es una casa muy grande, con un inmenso terreno. No es necesario que salga de aquí para hacer ejercicio, ya que hay un gimnasio, pero me gusta disfrutar de las mañanas. La cuestión es que en una de estas caminatas me extendí un poco más, y me encontré a un pequeño amigo...
Al principio me asustaron los ruidos que escuchaba, pero me fui acercando poco a poco a este ruido, que provenía de las plantas, y adivinen qué me encontré...un hermoso cachorro perdido. Todavía me sigo preguntando ¿cómo es que llegó aquí? Pero bueno, apenas me vio se asustó un poquito, pero luego de un tiempo, tomó la suficiente confianza y se me tiró encima para poder jugar. Es muy juguetón, por supuesto que en esos minutos me encariñé al instante con el peque y no lo pensaba dejar ahí. Así que lo tome entre mis brazos y seguí caminando en dirección a la casa.
Carlos y los muchachos de seguridad miraron al cachorro con ternura, pero luego sus caras se volvieron serias, como siempre. Tenía una gran preocupación, si Brando lo iba a aceptar...yo no quiero dejar a este pequeño aquí solo, sin ningún cuidado, me gustaría que esté adentro de la casa con nosotros, además el día estaba nublado y pintaba que iba a caerse el cielo mas o menos.
La cuestión es que entro a la casa con el perro en mis brazos, y voy con Lili y las chicas para que me ayuden a bañarlo y tenerlo limpito, así cuando Brando lo vea no le de desconfianza... Nunca hablamos de ningún animal, yo en mi casa no tenía ningún tipo de animal. Si tenía pensado, que cuando me vaya a vivir sola, iba a tener un perro. Pero nunca pensé que aquí en España me iba a encontrar a este pequeño, hay que decir que es super tierno, tiene los ojitos negros y su cuerpo es completamente marroncito. Es muy tierno, se puede observar claramente que no es de ninguna raza, si no más bien un mestizo.
Estuvimos durante toda la mañana bañando al cachorro. Una vez que estaba todo limpito, llamé a Carlos y le pedí que me llevara a la veterinaria. Y eso estamos haciendo ahora, estamos camino a la veterinaria más cercana. Carlos maneja y yo estoy en el asiento de atrás jugando con el pequeño. En verdad no sé si Brando lo va a aceptar, ojalá que si, pero bueno si no lo acepta, tendré que dejarlo en algún refugio para que otro le de un hogar. Pero primero quiero que el perro esté en condiciones, que tenga sus vacunas, plaguicida y todo lo que se necesita para que esté sano.
Carlos me deja en la puerta de la veterinaria. La verdad que el veterinario es un amor, cuidó mucho al cachorro. Le dio las vacunas correspondientes, le puso el plaguicida y me comentó sobre un refugio que hay a unas cuadras de aquí. El pequeño se portó de maravilla, nunca ladró, nunca gruñó, nada. En verdad es un santo, además me mira con esos ojitos que me derriten. Debo aceptar que me he encariñado con el peque. Sé que nos conocimos ésta mañana y son pocas horas, pero es tan dulce, tan tierno, que le tomé cariño.
Carlos como siempre me espera con los muchachos en la puerta. Nos subimos al auto.
-¿Cómo le fue señorita Olivia? -pregunta Carlos mientras maneja.
-Perfecto, se comportó como un hombre. Nunca ladró, ni gruñó, ni intentó morder al veterinario -comento mientras juego con el pequeño.
-Es muy tranquilo el amigo -dice.
-En verdad que si, es muy dulce. ¿Le viste los ojitos? -le pregunto mientras lo miro por el espejo retrovisor.
-En verdad no lo pude ver mucho -sigue manejando.
-Cuando lleguemos a la casa de Brando te lo voy a enseñar -le digo con una sonrisa.
-Bueno señorita Olivia.
Y así seguimos con nuestro regreso. Carlos habló de vez en cuando por radio con los muchachos y yo seguí jugando con el pequeño. En verdad quedó precioso, también le cortaron las uñas y se le arreglo un poco el pelo. Parece de mentira, un peluchito.
Tiempo después llegamos a la casa, y me llamo la atención ver el auto de Brando estacionado en la entrada. Pensé que iba a venir más a la noche. Ésta mañana cuando se fue me ha dicho eso, pero al parecer hubo un cambio de planes. Ahora Brando se encuentra en a entrada de su casa, con las manos en sus bolsillos y con una sonrisa que le ocupa todo su rostro. Unos nervios y un poco de miedo se instalan en mi organismo. No sé que va a responder, si le gustan los animales, la verdad es que no tengo idea, ya que nunca hablamos del tema...
Tengo una lucha interna en lo siguiente, si salir con el peque en mis brazos o mejor dejarlo adentro del auto, hablar con Brando y ahí contarle. Hice lo primero, salir con el peque en brazos. Apenas nuestros ojos se encontraron, comenzó a caminar hacia mi, al igual que yo hacia él. Cuando Brando localiza lo que llevo en mis brazos, en su cara no ocurre nada. Sigue teniendo esa sonrisa, en verdad me parece extraño, pero debo decir que mi sonrisa no se borra ni un poco, está igual o más grande que la de Brando.
-Bonita, veo que tienes un nuevo amigo -comenta Brando, mientras me da un beso rápido en los labios.
-Mi amor, es una historia larga, pero el resumen sería este- tomo un poco de aire y continúo- ésta mañana cuando me fui a caminar, me lo encontré. Apenas nos vimos nos encariñamos mutuamente, lo traje para la casa lo bañamos con las chicas y luego le pedí a Carlos que me lleve a la veterinaria para que le pongan las vacunas y esas cosas -respiro un poco y lo sigo mirando a los ojos- en verdad quería que esté presentable para cuando lo conozcas. Mi vida, si a ti no te gustan los perros, lo puedo llevar a un refugio. Ya que esta es tu casa y no quiero invadir -Brando sonríe y acaricia la cabeza de mi peque.
-Mi amor, si vos sos feliz con el cachorro, pues bienvenido sea a la familia -dice con una sonrisa, no lo dudo ni un momento y me le tiro encima. Lo beso como acostumbro, el cachorro se remueve en mis brazos y nos separamos mientras nos reímos.
-Gracias mi amor, pero no quiero que estés incomodo vos -digo mientras acaricio la cabeza de mi peque.
-Para nada, pero lo único que quiero es que a mi también me hagas mimos como a él, sino me pondré celoso -me juega un poco y vuelvo a estampar mis labios con los suyos.
Brando juega un poco con el peque y nos adentramos a la casa, en verdad no puedo creer que el peque pueda estar con nosotros. Brando es un amor y cada día lo puedo confirmar más y más. Lo amo y todas estas actitudes, incrementan más el amor que yo siento por él.
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Acá otro capitulo, tenemos un nuevo integrante en la historia. Espero que les guste el capitulo, pronto estaré actualizando.
Desde ya muchas gracias por sus votos 😍
Besos Mi 💋
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BONITA
RomancePrimer libro #SAGABONITA Olivia es una chica de 23 años, bastante insegura. Tras estar en una relación muy intensa, ese amor la defraudo. Ahora no confía en los hombres, hasta que aparece Brando, con su sonrisa. Brando es un hombre misterioso de 27...