Capítulo 73

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Cuando enfoco bien mi vista, no puedo creer lo que veo. Un escalofrío me recorre todo el cuerpo, se formó un nudo en mi garganta. Este sujeto comienza a acariciar mi cara, intento salir corriendo, pero siento que no me puedo mover. Esta persona se sigue acercando a mi y sin pudor mis lágrimas comienzan a correr. Benjamín sigue acercándose a mi, disfrutando de mi sufrimiento; intento levantarme, pero no puedo mover ni un solo pelo. Lo único que hago es quedarme estática, estoy en un estado de shock espantoso. Mi respiración comienza a acelerarse, Benjamín está a centímetros de mis labios y lo único que dice es "mía". 

Me levanto en ese mismo instante de un salto. Dios mío, qué pesadilla más espantosa. Mi respiración comienza a volver a la normalidad poco a poco, lo único que hago es mirar un punto fijo. No puedo creer que soñé con Benjamín, me asustó demasiado ese sueño. Se sentía jodidamente real.

-Bonita, ¿qué te ocurre? -pregunta alguien susurrando a mi lado.

Cuando giro mi cabeza, comienzo a parpadear. Es imposible lo que estoy viendo, no puede ser real. Jodidamente no lo es, quiero despertar ya. 

-Cariño, dime qué te sucede -vuelve a decir Brando. Es imposible que esté al lado mio, intento pellizcarme, pero no sirve de nada. 

-Brando, ¿esto es un sueño? -pregunto como puedo. Él me regala esa sonrisa que tanto me gusta, que tanto me alegra volver a ver. 

-No cariño, estoy aquí y muy preocupado -apenas me dice que no, no lo dudo ni un segundo y me lanzo a sus brazos. Comienzo a llorar más fuerte, mi rostro está escondido entre su cuello y hombro, Dios mio, no es un sueño. Mi bonito se despertó y está aquí sujetándome entre sus preciosos brazos, fuertes y tatuados.  Cuando me doy cuenta de la situación me separo rápidamente. 

-Brando lo siento, me olvidé en dónde estamos y el por qué. ¿Amor qué haces levantado?, tienes que estar acostado. Espera que llamo a los médicos -no se entiende nada lo que estoy diciendo, digo todo súper rápido. Cuando me voy a parar para ir a buscar al médico, Brando toma mi muñeca y tira de ella, quedando sentada en su regazo. Joder cómo lo extrañe.

-Tranquila Oli, respira primero que nada -intento calmarme y entonces poco a poco mi respiración se va calmando- cuando desperté, escuché tus sollozos y malditamente me volví loco. Me levanté como pude y me acerqué a ti, y bueno aquí estamos.

-Ay Brando cariño, por dios, creí que nunca ibas a volver a despertar, amor. No sabes cuánto te extrañé cariño, no sabes cuánto -le digo mientras sollozo y él me da pequeñas caricias en mi espalda- amor ve a la cama, tienes que hacer reposo. 

-Necesito estar cerca tuyo. Cariño, fue un infierno lo que viví, podía escucharte llorar, intentaba hacer algo pero no podía. Joder, mi cuerpo no respondía nada, pero escuchaba todo y créeme que cada vez que llorabas, me daban ganas de abrazarte y no soltarte nunca cariño. Todo este tiempo quise responder esos besos que me dabas en los labios, pero joder no podía. No sabes lo frustrado que me sentía. Te amo Olivia, joder te amo demasiado -dice mientras estampa sus labios junto a los míos, apenas puedo respirar. No puedo creer que se haya despertado, no puedo creer que al fin esté junto a mi, que haya escuchado todo lo que le dije, no paro de llorar. 

-Bonita no llores más amor, te lo ruego -dice mientras saca mis lágrimas con sus dedos. 

-Es de emoción cariño, no puedo creer que estés aquí -le digo mientras lo observo, sus ojos están preciosos como siempre. Está un poco pálido, pero se ve jodidamente bien, como siempre.

-¿Cómo están mis pequeños? -dice Brando, mientras coloca su mano en mi panza y comienza a darle pequeñas caricias. Mi vientre está un poco más grande- te creció la panza amor -dice con los ojos aguados, pero ninguna lágrima se escapa.

-Sí, un poquito-le contesto un poco más calmada, pero vuelvo a recordar dónde estamos y me paro. 

-Vamos cariño, vamos a acostarte -le digo mientras lo ayudo a levantarse. Lo guío hacia la cama y le doy una mano para que se acueste. Antes de irme le doy un beso en los labios, éste si me lo corresponde y una sonrisa se dibuja en mis labios. 

Salgo de la habitación en busca de una enfermera o alguien. Finalmente encuentro al doctor y le digo que Brando despertó, una emoción recorre todo mi cuerpo. El médico se dirige hacia la habitación. Antes de entrar, observo a Carlos ingresar por la puerta, no lo dudo ni un momento y me tiro hacia sus brazos, me atrapa fuertemente y le digo "despertó". Me responde con un apretón y nos dirigimos hacia la habitación. 

-Dentro de un rato vuelvo -le dice Oscar, el doctor, a Brando.

-Lo espero -responde Brando. Poco a poco me voy acercando a él, sigo sin poder creer que esté despierto; me quedo apoyada en el marco de la puerta, contemplando esta imagen.

-Brando, al fin despiertas cabrón -le dice Carlos a Brando. Me sorprende un poco como hablan, pero tampoco me extraña, ellos se conocen ya hace muchos años y me gusta que se lleven así. Hablan un poco más y luego Carlos se despide, no sin antes darme un leve apretón en mi hombro. Brando me observa y da unos golpecitos en la cama.

-Ven cariño, no sabes cuánto los extrañe -me encanta que diga "los extrañe". Con una sonrisa me acerco poco a poco, con sumo cuidado me voy acomodando en la cama para no lastimarlo. Apenas estoy más o menos ubicada, me agarra de la cintura y pega su cuerpo junto al mío. 

Como extrañaba su cercanía, su olor, aunque ahora no tiene su perfume que tanto me gusta, pero Brando tiene un olor a hombre que me encanta. Le doy un beso en su pecho, justo donde está la nueva cicatriz que ahora tiene. Brando coloca un brazo por debajo de mi cabeza y la otra está apoyada suavemente sobre mi vientre. 

-Olivia, no sabes cuánto te extrañé cariño -su voz suena entrecortada. Alzo mi cabeza y observo cómo pequeñas gotas salen de sus ojos. No lo dudo ni un segundo, me incorporo un poco quedando mejor posicionada. Ahora mis manos están cubriendo su rostro y quito sus lágrimas con mis dedos. 

-Cariño ya está, ahora estamos los dos juntos. No te puedo ver así, también te extrañé y no sabes cuánto, pero listo, ahora estamos los dos más juntos que nunca -intento decir, pero a mitad del discurso algunas lágrimas se me escaparon, joder quería ser fuerte pero no puedo. 

-Olivia, todo lo que decías lo escuchaba, todo, no me perdí de nada. Siempre que llorabas quería abrazarte y besarte, sacar esas lágrimas con besos. Cuando me contabas de los pequeños quería ver cómo iba tu panza, cómo estaba tu rostro. Y no sabes como me frustraba cuando escuchaba que te decían que tenías que comer y vos no querías. Me daban ganas de arrastrarte hasta la cafetería y alimentarte yo mismo. Cariño, te amo demasiado -dice y me pego más a el, le doy pequeños besos por todo su rostro, cuello y vuelvo. 

-Te amo Brando, te amo eternamente.

Dicho esto, nos acurrucamos más y más hasta quedar los dos formando casi un cuerpo solo. Brando da caricias por toda mi espalda, parece un sueño pero no lo es. Mi bonito está despierto, aquí conmigo, y espero que a partir de ahora todo esté más tranquilo. Seguramente más tarde vamos a hablar de lo sucedido, pero por el momento solo quiero estar así. 


Hola!!! Aquí otro capitulo, espero que les guste! 

Gracias por los votos y comentarios!

Nos estamos leyendo

PD: Se acerca el final de esta historia 

Besos Mi 

BONITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora