BONITA

Capítulo 25

Me encuentro sentada en la arena observando las estrellas. Ya son las 20:00 hs. y Brando no aparece. Como terminé de trabajar con la compu decidí venir un rato aquí. La brisa me acompaña, observo como las olas se rompen llegando a la orilla y escucho el sonido. Desde que soy pequeña que me gusta el mar, la playa, sentir como la arena se mete en los dedos de mis pies.

Mis pensamientos van a mil por hora, todavía no comprendo cómo Brando puede tener todo este lujo. Por lo que yo sé es el jefe del departamento de finanzas, es un cargo importante pero tampoco te hace el hombre más rico del mundo. Quiero saber más de él, pero como es tan cerrado en ese sentido, siento que me va a costar mucho sacarle información. Y una duda que todavía ronda en mi cabeza es los muchachos de seguridad, ¿por qué tantos? ¿Por qué tantas cámaras de seguridad? Perdida en mis pensamientos siento como alguien se sienta al lado mío. Ya sé quién es, ya que mi cuerpo reacciona de esta manera cada vez que está cerca. No sé cómo explicar la sensación, pero es simple, siempre que estoy cerca de él o que entra algún lugar yo lo siento. Brando coloca su mano en mi cintura y me acerca a él hasta que esté con mi espalda pegada a su torso, siento su respiración, cómo se hinchan sus pulmones cuando respira y hasta puedo sentir a su corazón latir.

-Bonita perdón que me demoré tanto, pero tenía unos asuntos que resolver. Espero que ya no me molesten más por un buen rato. Ahora que te tengo sola para mi te quiero disfrutar al máximo -comienza a acariciarme el cabello con una mano y la otra está apoyada sobre mi estómago. Yo solo me limito a sentir estas caricias, a las olas y disfrutar del momento.

-Estás muy callada bonita.

-Solo estoy disfrutando -él continua haciendo su trabajo y yo acariciándole el brazo que está apoyado en mi estómago. Inclino mi cabeza en un ángulo que pueda tener sus labios cerca de los míos y lo beso con pasión, demostrando todo lo que siento por él. Yo sé que dije que no me iba a volver a enamorar pero creo que tengo que decir algo. Nunca estuve enamorada, jamás sentí esto por Benjamín ni por ningún otro chico. También soy consciente de que es poco tiempo, pero estoy segura de mis sentimientos. Brando profundiza más nuestro beso y así nos perdemos por un tiempo indeterminado. Pero por culpa del maldito aire nos tenemos que separar, ya extraño sus caricias, me estoy volviendo adicta a él.

-¿Oli querés que comamos acá? ¿O preferís salir afuera?

-La verdad que no sé, yo con tal de estar con vos como en cualquier lado. Pero se me ocurrió una idea -y lo miro con una cara de pícara.

-Mmm linda Oli, ¿qué se te ocurrió? Me da un poco de miedo -dice mientras se ríe

-Euu que malo, voy a hacer como que no escuche lo último que dijiste... ¿Puedo cocinar yo?

-¿Sabes cocinar? -¿pero este chico por quien me toma?, que tenga a un personal en mi casa que haga las comidas y las tareas del hogar no significa que no sepa hacer nada. Igual sé que me está chuseando porque me sonríe mientras me habla.

-¿Sabes qué? Tú te lo pierdes, haz lo que quieras -me hago la ofendida y le doy la espalda. Sé que me está molestando, pero que no piense que soy una de esas chicas con las que antes estuvo. No es por juzgarlas pero bueno los rumores se escuchan. Siento como Brando me da besos en el cuello y me acaricia mi estómago, ya estoy en el séptimo cielo de Brando, pero tengo que concentrarme y seguir con mi papel.

-Vamos nena te estaba haciendo un chiste, me encantaría que cocines hoy, aquí, en mi cocina. Ahora mismo le digo al personal que deje la casa sola así estamos solo vos y yo cocinando -me giro para poder mirarlo a los ojos y haciéndome la asombrada digo:

-¿Así que sabes cocinar?

-Nena no conoces mis artes culinarias, creo que te vas a sorprender. Ven, vamos a preparar la cena -me dice mientras me ofrece su mano para pararme. Me paro y me limpio mi trasero sacudiendo la arena. Brando hace lo mismo y comenzamos a caminar a la casa.