Capítulo 13

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En este momento me encuentro sentada en mi oficina viendo el trabajo que hicimos con Brando. Estaba tan distinto ayer en la cena, nada que ver a como es acá en la empresa. Era tan dulce; me encantaba como me escuchaba todo lo que yo le contaba, lo único malo es que yo fui la que más contó, él es un misterio todavía.

Yo sé que siempre dije que lo nuestro no podría funcionar, pero ¿y si funciona?, ayer parecía perfecto. Estábamos muy conectados o eso es lo que yo sentí.

Volviendo al tema, veo que le faltan cosas al trabajo y decido ir a hablar con él. Además también lo quiero ver. Ya me estoy obsesionando.

Estoy mirándome en el espejo del ascensor. Me gusta cómo me vestí en el día de hoy. Unos pantalones negros de cuero pegados, camisa blanca, sweater negro. Pelo y make up como siempre. Soy la única en el ascensor. Él se encuentra un piso más abajo.

Cuando llego voy al escritorio de su secretaria pero no la encuentro. Espero...espero... pero nada. Decido acercarme a su despacho. Hay bastante gente en este piso, se encuentra muy lindo decorado, me gusta la vista que tiene. Cuando estoy en la puerta toco pero nadie contesta, decido asomarme y me arrepiento. Él se encuentra sentado en su sillón y frente a él, sentada en su escritorio, está la chica de la cena benéfica. Veo como ella le hace masajes a él y en un momento ella comienza a besarle el cuello y ahí es cuando nuestros ojos se juntan. Y ahí decido irme, salir. Escucho como me llama pero por suerte ya me encuentro en el elevador, justo cuando las puertas se van a cerrar el sale corriendo de su oficina y casi llega, pero gracias a Dios las puertas del ascensor se cierran. Lo último que veo son sus ojos. No sé por qué me molesta tanto y me lastima. Yo ya sabía que él era así, todo lo de ayer era mentira, me engañó. Me siento tan estúpida. Estoy tan desilusionada que me molesta. Era obvio que entre nosotros nunca nada iba a surgir, pero me ilusione como una tonta.

Cuando llego a mi piso le pido a Ester que nadie me moleste. Entro a mi oficina y decido terminar el trabajo sola. Ya pasó la hora del almuerzo, no salí de la oficina, lo único que hice fue trabajar y trabajar. En este momento me entra una llamada de Nacho, ay cómo lo extrañaba.

-Hola nena, ¿cómo estás?

-Hola bebe, ¿bien y vos? ¿Hoy entrenamos?

-Sí mi vida, ¿quieres que te pase a buscar?

-Bueno.

-7:30 en tu casa.

-Te espero mi life -se corta la llamada y vuelvo al trabajo. Ester me comunica que mi padre quiere verme. Tendré que salir de mi refugio. Toco la puerta de la oficina de papá y quiero salir corriendo. En ella se encuentran Brando con la chica esta.

-Hola princesa.

-Hola papá -me acerco a darle un beso y abrazo, lo extrañaba.

-¿Pasó algo? -por supuesto que ignoro totalmente a Brando y compañía.

-Sí, surgió un problema en la sede que se encuentra en España y quiero que vos y Brando vayan a solucionarlo -mi mundo se cae, lo único que me falta, irme con él de viaje; pero si la empresa lo necesita, tendré que ir. No entiendo que hace esta chica acá. Pero decido no darle importancia.

-¿Lucas no puede ir?

-No hija, quiero que vayas vos. Tu hermano ya hizo esta tarea, ahora es tu tiempo. Aparte sé que España es tu país favorito, y que mejor que ir a visitarla con alguien que vivió allá por mucho tiempo.

-Bueno está bien. ¿Me puedo retirar?

-Sí hija, ¿estás bien?, te encuentro un poco triste -me mira preocupado.

BONITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora