Comienzo a despertarme de un sueño profundo, pero no me despierto por la luz de la ventana o por una pesadilla, si no que por los besos de Brando en todo mi rostro y cuello. Una sonrisa comienza a formarse, mis ojos aun siguen cerrados, simplemente disfruto de su tacto, de sus besos, de su aroma que tanto me gusta.
-Bonita, sé que estás despierta, muéstrame tus hermosos ojos -dice Brando en un susurro en mi oído, luego me da un beso y me muerde el lóbulo. Sabe perfectamente que ese es uno de mis puntos débiles, me está excitando. Comienzo a abrir mis ojos poco a poco y lo primero que observo son sus ojos, su perfectos ojos que tanto me gustan, que tanto me encandilan. Ambos sonreímos.
-Buen día cariño -le digo mientras acaricio su mejilla.
-Buen día Señora Harrit -me responde, lo atraigo más hacia mí y el sigue dándome besos. Me encanta como suena, una sensación hermosa me atrapa por todo el cuerpo. Está encima mío pero sus codos son los que sostienen mi cuerpo, yo quiero que se pegue a mi completamente y él no lo hace, lo intento atraer devuelta, pero nada. Mi cara es una mezcla de frustración, enojo y tristeza. ¿Qué es lo que le ocurre? ¿Por qué no se pega a mi como lo hacia en un momento?
-¿Por qué no te pegas a mi? -le pregunto, mi tono me delata bastante, igual ya mi cara también lo hace...
-Bonita, no quiero aplastarte y lastimar a nuestro pequeño -una sonrisa se me escapa y le vuelvo a acariciar su mejilla.
-Brando, no lo vas a aplastar, tranquilo que podemos seguir haciendo todo lo que venimos haciendo hasta ahora y debo decirte que esto del embarazo me tiene con las hormonas a flor de piel... -le digo mientras él sonríe por mi respuesta.
-No, primero quiero que vayamos al medico, no quiero hacerte nada, no quiero lastimar, no quiero perjudicar al bebe, así que Bonita, vamos a tener que mantenernos calmados. Si lo hacemos será calmo, tranquilo, nada de lo que venimos haciendo hasta ahora -mi cara se transforma, en verdad no sé si pueda aguantar ese ritmo. No sé cómo explicarles cómo me siento, pero desde que estoy embarazada tengo ganas de hacer el amor con él todo el tiempo, a toda hora, en todo lugar. Antes no era así, era mucho más tranquila; ahora en mi cabeza hay pensamientos más obscenos y subidos de tono. Al principio me asusto un poco, pero luego leí en una pagina de Internet que era normal, ya que hay varios cambios hormonales.
Solamente asiento y me doy vuelta en la cama, en verdad no sé qué pensar. Porque por ejemplo, ahora estoy más que excitada, mis bragas están más que mojadas y él pretende hacerlo tranquilo; al parecer me voy a tener que acostumbrar.
Brando se asoma por mi costado y coloca una mano en mi cintura, me hace unos mimitos en ella y en verdad eso no ayuda mucho a mi estado. Suelto un gruñido de frustración y me levanto de la cama. No me digan qué me está sucediendo, pero en verdad no tengo ganas de discutir con él. En este momento me dirijo al baño y cierro con llave, hago mis necesidades y luego me voy a lavar mis dientes. Mientras tanto me miro al espejo, en eso observo el anillo que tengo puesto en mi mano, es precioso, perfecto, delicado, me encanta y me llena de orgullo, felicidad, amor y en un punto no lo puedo creer tampoco, les puedo asegurar que no me esperaba esto ahora. En algún momento soñamos con casarnos y tener hijos, pero siempre se habló en un futuro más que lejano, pero miren ahora, en Navidad. Estoy más que feliz en ese sentido, pero todavía no me olvido de la conversación con él.
Menos mal que ayer dejé la bata en el baño, así no salgo en camisón por la casa cuando están los invitados. No quiero encontrarme a Brando, porque de verdad no tengo ganas de hablar, respeto su opinión pero no estoy de acuerdo. Soy una mujer embarazada, con las jodidas hormonas a flor de piel y él quiero hacerlo tranquilo. Es obvio que no vamos a ser dos animales en la cama, pero al menos un poco más...ustedes saben... pero bueno, en algún momento vamos a hablar, pero no ahora. En este momento tengo ganas de tomar un super desayuno. Desde que estoy embarazada estoy comiendo un montón, las chicas sospechaban de mi estado, me miraban extrañadas, pero yo hacia como si nada. Pero es claro que no son tontas y se dieron cuenta, además ellas ya fueron madres y calculo que conocés todos los estados por los que pasa una embarazada. Por mi parte no tengo la menor idea, pero iré aprendiendo con el paso del tiempo. Una buena noticia, no tuve nauseas hasta ahora, solamente uno o dos días. Menos mal, porque si hay algo que no me gusta es vomitar, en verdad es la peor sensación que puedo sentir, no me agrada para nada, no creo que a nadie le guste tampoco, no es algo agradable.

ESTÁS LEYENDO
BONITA
RomansaPrimer libro #SAGABONITA Olivia es una chica de 23 años, bastante insegura. Tras estar en una relación muy intensa, ese amor la defraudo. Ahora no confía en los hombres, hasta que aparece Brando, con su sonrisa. Brando es un hombre misterioso de 27...