Capítulo 15

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Escucho como suena la alarma, un nuevo día. Se acabó el fin de semana, hoy tengo que ir a la empresa y luego tengo un almuerzo de trabajo. Así que manos a la obra.

Me voy al baño, hago mis necesidades y me doy una ducha rápida. Voy a ver que me pongo el día de hoy. Como tengo este almuerzo quiero ir un poco más prolija de lo usual. Escojo un mono negro, que favorece mucho a mi figura. Como ustedes saben tengo un poco de cadera y este tipo de vestimenta me favorece. Me pongo unos tacos abiertos. En el pelo me hago las ondas de siempre y el make up suave. Agarro la cartera y bajo.

-Buenos días mi vida -dice mi madre mientras desayuna mirando el periódico.

-Buenos días má -me acerco a la barra y le doy un beso. No llego a desayunar así que me compraré algo por ahí.

-¡Que hermosa que estás! ¿Hoy tenés el almuerzo con los socios?

-Así es, voy a ir seguramente con Robert.

-Tu padre menciono que también va Brando -lo único que me falta. Desde que pasó lo del otro día no lo vi más y tampoco hablé con él. Seguro se olvidó, por más que él me diga que no estaba borracho para mí si lo estaba. Yo solo asiento con la cabeza y le doy un beso.

-Nos vemos en la noche, te amo.

-Adiós hija, cuídate.

Voy al estacionamiento como siempre, ahí se encuentra mi bebe, mi Honda Civic. Dejo la cartera en el asiento de atrás y recuerdo que tenía gimnasio esta noche. Voy corriendo a mi cuarto para hacerme el bolso. ¿Cómo se me pudo olvidar? Menos mal que me acordé ahora. Una vez hecho esto vuelvo al auto, dejo todo en su lugar y arranco. Me gusta manejar con los vidrios bajos y que el viento me vuele el pelo. Como siempre buena música para empezar la mañana. Paro en la cafetería de siempre. Me pido un latte y una dona. Mmm que rico, como mientras manejo. Sé que está mal pero tengo hambre. Llego a la empresa, estaciono y subo a mi piso.

-Buenos días señorita Olivia -me saluda Ester.

-Buenos días Ester.

-Que linda se encuentra hoy, su padre la espera en la oficina.

-Gracias Ester, vos también te ves muy bien -me voy a la oficina de papá. Toco suavemente y escucho el "pase". Entro y me lo encuentro a mi hermano, Robert y a mi papá sentados en el sillón hablando muy cómodamente.

-Buenos días -saludo en general y me siento al lado de Robert.

-Buenos días hermanita, que hermosa que estás hoy.

-Hola guapo, gracias, vos no estás nada mal.

-¿Princesa, ya te olvidaste del tío Robert?

-¿Cómo me voy a olvidar de vos Roby? Sabes que te amo -le digo mientras me levanto y le doy un abrazo. Como lo quiero, él siempre estuvo para mí.

-Bueno, bueno yo también quiero un abrazo -dice mi papá. Me acerco a él y se lo doy. Me quedo sentada en sus piernas como cuando era chica. Sí lo sé, es tonto, pero para mi papá todavía soy una nena. De vez en cuando actúa así.

-Hoy al mediodía tenés el almuerzo con los socios, vas a ir con Brando. Robert no puede ir y tu hermano tampoco -esto no me lo esperaba. Sé que mi mamá me lo dijo, pero tenía la leve esperanza que no sea así.

-Me están abandonando, malos, encima saben que tenemos problemas con ellos y me dejan ahí solita -hago un puchero.

-Hija, mi vida, por eso va Brando, sé que él va a saber llevar la situación. Aparte ya te reuniste con ellos, los sabes tratar -veo cómo se abre la puerta y entra un Brando todo guapo. Me va a matar algún día. Está vestido con un traje azul marino. Se ve tan sexy vestido así, tiene las mangas de la camisa arremangadas, esto permite ver sus brazos bien formados y sus tatuajes. Qué bien que le quedan, le dan ese toque de chico malo. Nuestras miradas se cruzan y yo sin querer le sonrío, él hace lo mismo. Automáticamente corro la vista. Estamos frente a mi familia, me tengo que ubicar. Se acerca a nosotros y a los hombres le da la mano y a mí un beso en la mejilla. Sé que estoy un poco ruborizada, veo cómo se sienta y decido irme.

BONITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora