Capítulo 77

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Brando

Comienzo a despertar de mi dulce sueño, en verdad anoche nos acostamos bastante tarde. Mi Bonita estuvo muy bien atendida, ya se deben estar imaginando... 

Pero algo extraño está sucediendo, algo raro. No siento a Olivia en la cama, no está a mi lado. El último recuerdo que tengo de anoche, es ella besando mis labios, y luego se quedó dormida en mi pecho. Nuestras piernas estaban entrelazadas y así me dormí, feliz de haber encontrado a la mujer de mi vida y más aún sabiendo que ella será la madre de mis hijos. 

Mis ojos se abren y comienzan a acostumbrarse a la luz, que se filtra por la ventana. Cuando comienzo a observar mejor mi lado de la cama, noto que está vació. Mi cabeza se gira hacia mi celular y entonces observo que son las 08:00 a.m. Qué extraño que Olivia se levante tan temprano, últimamente duerme hasta casi el mediodía. 

Intento agudizar mi oído, a ver si escucho algo, pero nada. Lo único que se puede oír es mi respiración, qué extraño. 

Decido levantarme, me estiro un poco y voy al baño, hago todo lo que tengo que hacer y me voy directo a la cocina. Seguro mi Bonita debe estar desayunando, su desayunos son  bastante potentes, come de todo. En cierto punto me da mucha ternura, no saben cómo se pone si quiero sacarle un bocado de tostada o pastel.  Se excusa de que tiene a dos pequeños que alimentar, pero hay veces que se excede. Recuerdo un día que tuvo antojo de chocolates, pero no a cualquier hora, ¡joder! a las 3 de la madrugada. Se imaginan que como buen futuro esposo, me fui a comprarle chocolates. Me recorrí media ciudad, todas las tiendas estaban cerradas, hasta que encontré una que era 24 horas, compré un par de tabletas grandes y luego regresé a casa. Cuando llego al cuarto, Olivia me estaba esperando con una sonrisa gigante en su cara, me acerqué y le quise dar un beso en los labios, pero la muy astuta tomó las barras de chocolate y como si nunca hubiese comido, se los devoró. No me compartió ni un poquito, ¿pero saben qué fue lo peor?...que luego se quejó, diciendo "cariño, no tengo más chocolate" y la miré con una cara de pocos amigos y comenzamos a discutir. Comer tanto le hace mal y no quiero que se empache ni nada, estuvimos discutiendo bastante tiempo. Como vi que la situación no iba ni para atrás ni para adelante, decidí irme a dormir a otra habitación. Olivia estaba más que enojada y yo también. Lo que más me dolió de esa situación, es que ella pensaba que yo se lo decía porque no la iba a querer si fuera gorda, ¡joder!, cómo me cabreó eso. La voy a amar siempre, gorda, flaca, obesa, de cualquier forma la voy a seguir amando. Además para mi está en su mejor momento y la amo con todo mi ser, aunque debo confesar que amo sus tetas, creo que es la parte que más me gusta de su cuerpo. Antes de que esté embarazada también lo era, pero con esto del embarazo, están más que perfectas. Por supuesto que luego viene su dulce culito que está bien redondito, Dios, mejor dejo de pensar en esto, porque las cosas se están poniendo complicadas con Brando Junior. 

Cuando llego a la cocina, no veo a Olivia. Sólo veo a las empleadas, haciendo sus deberes, pero puedo notar que algo sucede aquí. Salgo de la cocina y justo me la cruzo a Lili, pero ella pasa por mi lado con la cabeza agachada. Es claro que algo pasa y no me estoy enterando. 

Pero decido buscar a mi niña...

Comienzo a desesperarme, no la estoy encontrando por ningún lugar. Y como si fuera poco, los empleados no están por ningún lugar, no sé a dónde se fueron. ¿Dónde está mi niña?, ¿por qué corno no está aquí?

-Carlos -grito mientras vuelvo a bajar las escaleras.

-Brando, ¿cómo estás? -mi cara lo dice todo.

-¿Dónde carajos está Olivia? -pregunto gritando.

-Brando, vaya a su habitación, ahí tendrá la respuesta -¡¿pero qué carajo me está diciendo este hombre?! ¿Qué respuesta? Lo miro muy extrañado y antes de irme lo fulmino con la mirada, es claro que él conoce ésta mirada y no quiere decir nada bueno. Mi humor está de mal en peor,  no entiendo nada. 

Una vez que estoy en mi habitación, me encuentro con una carta en mi mesita de luz. ¿Cómo es que antes no la vi? Mientras que me siento en  la cama, tengo una sensación extraña en todo mi cuerpo y debo decir que no me gusta para nada. 

Bonito:

Sé que en este momento debes estar muy cabreado, me debes estar buscando y no me estás encontrando. Cariño esta decisión que tomé, me costó mucho asumirla. Sé que teníamos un futuro junto a nuestros pequeños, pero como siempre las cosas no son lo que uno espera. 

No quiero que te enojes con ninguno de los empleados, ni con Carlos. Ésta es una decisión que tuve que tomar. Joder, no sabes cómo me siento escribiéndote esta carta, pero Bonito, si no hacia esto, las cosas serían mucho peor. 

¿Recuerdas cuando tú te fuiste y me dejaste una carta?, bueno, estamos repitiendo la misma situación. Ésta vez me voy yo cariño, y no quiero que nos busques. Quiero que te quedes ahí donde estás, en España, que trabajes y continúes con tu vida. Sé que es una locura lo que te pido, pero cariño es por el bien de nuestra familia. 

Bonito te amo, te amo muchísimo. Mi amor a ti es en eternidad y siempre será así, nunca cambiará. Siempre seré tuya y prometo cuidar a nuestros pequeños. Cariño, prefiero que me odies, pero quiero que intentes pensar que esto lo hago por nosotros y nuestros hijos. 

Quiero que te sigas cuidando y por favor no cometas ninguna locura. 

Te amo Brando

Tu Bonita.

No puedo creer lo que estoy leyendo. Leí la carta como cinco veces, no comprendo nada. Una furia me ataca y comienzo a revolear todo, destrozo la habitación. ¡Joder!, no entiendo un carajo, ¿cómo puede ser? Hasta anoche las cosas estaban perfectas, más que perfectas y ahora me levanto y me desayuno esto. Joder, esto no me puede estar pasando.  



Hola! 

Aquí otro capitulo... Espero que les guste...  ¿Qué hará Brando? ...

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Nos estamos leyendo, pronto 

Besos  Mi 




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