Capítulo 45

6.3K 275 6
                                        

Puedo sentir como miles de emociones atraviesan mi cuerpo. No me puedo mover, lo único que hago es mirarlo y llorar.

Me mira y cuando nuestros ojos chocan, no aguanto más y me abalanzo. En esos segundos que pasan hasta que llego a él, tengo miedo que rechace mi abrazo, pero al contrario.

Nunca antes nos abrazamos de ésta manera. La primera sensación que siento es estar en casa, huelo su perfume que tanto me gusta. Siento como su cuerpo se choca contra el mío y me pierdo en estas miles de sensaciones. Permanecimos abrazados por un montón de tiempo, ninguno dijo nada, solo escuchamos nuestras respiraciones y mis sollozos. 

Tiempo después estoy un poco más tranquila, y siento que ya todo está bien. Con Brando a mi lado, ya no me preocupa nada de nada. Tengo escondido mi rostro en su cuello y comienzo a depositar pequeños besos.

-Ay Bonita, no sabes lo que te extrañé -dice Brando, mientras acaricia mi espalda. Yo en verdad no puedo hablar, sólo disfruto de este momento.

-Te amo -le digo mientras me pego más a su cuerpo.

-Te amo cariño -seguimos abrazados por un tiempo más, hasta que nos damos cuenta en dónde estamos y nos separamos. Por suerte no hay nadie a nuestro alrededor. A esta altura no me importa si me ve mi mamá o papá. Tanto tiempo alejados, que ahora disfruto de que este acá conmigo. 

-Oli, quiero hablar contigo, pero este no es el lugar. ¿Podemos ir a mi departamento? -pregunta mientras nos abrazamos, saco mi cara de mi escondite y me permito deleitarme con sus perfectos ojos. En verdad lo extrañé. Solo asiento y deposita un beso en mi frente. 

Comienza a caminar para el lado contrario. El frío de la noche comienza a afectar un poco, Brando lo nota y me da su saco. Apenas me lo pongo, su olor me hipnotiza. Lo miro a los ojos y me regala esa sonrisa que tanto me gusta y que solo a mi me la da. 

A lo lejos puedo ver los autos negros que siempre me acompañan a todos lados, junto a los hombres de negro, me encariñé con ellos. Mientras que los miro a ellos pienso en Manuel, no le avisé nada. 

-Ya sabe que estoy aquí -dice Brando de la nada. Lo miro un tanto confusa- te vi la cara de preocupada, ya hable con él -sigue caminando como si nada. ¿Cómo es que me conoce tanto?

Saludo a los muchachos con un beso y abrazo. Brando no se sorprende de mi actitud, al contrario, sonríe y pone cara de ternura. Le devuelvo la sonrisa, él toma mi mano y me dirige hacia una camioneta negra. Es preciosa, nunca la había visto. Lo miro intrigada y él solo se encoge de hombros. Me abre la puerta y luego se sube él, arranca a toda velocidad y lo único que hago yo es mirarlo. Durante todo el viaje lo miré, recordando aquellos tiempos cuando nos conocimos, lo mal que me caía y ahora sin él no puedo vivir. Que cosa que es la vida. 

-Bonita, basta de mirarme así -comenta chistoso.

-Perdón pero no puedo creer que estés acá, manejando como si nada hubiera pasado -lo último se me escapó, no pensaba decirle eso; pero bueno, es la realidad. 

-Mi vida, ahora vamos a hablar de todo lo que está sucediendo, vamos a aclarar, o mejor dicho, te voy a contar todo -puedo ver como sus nudillos se ponen blancos, por la presión. Coloco mi mano en su pierna y le doy pequeñas caricias, con la intención de tranquilizarlo. Una sonrisa se le escapa y coloca su mano encima de la mía. Y así viajamos hasta llegar a su departamento.

Me preocupa qué es lo que me va a decir. Me dijo que me iba a contar todo, en verdad no sé qué es lo que me espera, pero yo le dije y lo sigo diciendo, pase lo que pase yo voy a estar con él. Lo amo y siento desde lo más profundo de mi corazón que él es el hombre de mi vida. Me dirán que estoy loca, porque soy chica, pero es la realidad y no pienso ocultarlo. 

BONITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora